Sin comentarios...
━━━━━ ☾☽ ━━━━━La vida cómoda y lujosa, se había escapado de sus manos, en un abrir y cerrar de ojos.
Encontrándose en tal lugar, había perdido su apellido y familia.
Tras la derrota de su pueblo Massilia, considerado una puñalada en la espalda, por parte de la legión del imperio.
Aquella vida de grandeza, todo lujo y riqueza se había reducido a cenizas, y con ello, el linaje Calpurnius, una familia por caracterizar de matrimonios y comercios estratégicos.Luego de las grandes batallas, era común que los altos mandos pudieran reclamar algo, proveniente de las ciudades caídas.
El general Acacius, un hombre imponente pero demasiado arrogante y ególatra, tras sus diversas victorias, tomó el único objeto valioso de entre la multitud.La menor de la familia Calpurnius siendo, falsamente, influenciada por la decisión de su padre y un futuro prometedor, había accedido a viajar con el general Acacius, sin embargo, nunca consideró, terminar siendo un elemento de la servidumbre para el palacio.
Podía escuchar las indicaciones de una de las criadas, su voz era grave, demasiado exigente, demostrando la suficiente experiencia que tenía.
- ¿Queda claro? - preguntó, en un tono autoritario - No puedes hablar a menos que alguien te lo ordene. Si sigues todas mis instrucciones, llevarás una vida feliz.
La chica, de cabello castaño, soltó una pequeña risa burlesca, acto que fue corregido por el impacto de la mano de la criada, contra su mejilla.
-Lo siento - murmuró cabizbaja, sus mejillas se encontraban levemente enrojecidas ante tal humillación.
La criada no dijo nada, simplemente salió de la habitación, esperando que la joven la siguiera.
Tan pronto había conocido cada rincón del lugar, esta se encontraba realizando mínimos actos de servicio.
Mirando a una que otra pareja pasearse a los alrededores. Aquello ocasionó que esta se preguntara qué hubiera sido de su vida, de continuar con su vida en Massilia.
¿Tendría un esposo honorable?
Su madre le había enseñado cada acto simbólico del matrimonio.Arraigada a sus creencias, aún tenía la esperanza de poder ser libre y cumplir con la última voluntad de su madre.Tocando suavemente la puerta, espero la aprobación para adentrarse a la habitación.
Sin embargo, no contaba con que, al mirar al hombre que la había alejado de su hogar, se encontraría de pie, desnudo, en compañía de una mujer, quien realizaba actos que parecían gustar al generar Acacius.Su madre le habló de la mayoría de las cosas de la vida, pero, nunca le habló de la consumación del matrimonio. La joven sabía que aquella mujer, que parecía devorar a este, no era la esposa del general.
-¿Qué, nunca has mirado a alguien, complacer otro? - preguntó la acompañante, burlesca. Acto que cabreó al general.
- Y tú, deberías dejar de hablar y ocupar tu boca en lo que importa - reprendió Acacius, sin dejar de mirar a la joven, en el umbral de la puerta.
La castaña no pudo hacer más que mirar la desnudez de aquel hombre, no por voluntad propia, por lo que al tragar en seco, cerró la puerta, y caminó hacia la silla más cercana para colocar el cesto con las finas telas.
Dispuesta a irse, el genera Acacius la detuvo.
- ¿A caso, eso se guardará, solo? - preguntó.
La joven lo miró por un determinado tiempo, aquello ya era suficiente humillación.
- Hazlo - ordenó. Y, sin remedio, caminó hacia el cesto para tomar las prendas y comenzar a guardarlas en los cajones. Provocando que la mujer simplemente riera ante la situación.
ESTÁS LEYENDO
𝕽𝖊𝖕𝖚𝖙𝖆𝖙𝖎𝖔𝖓 (Pedro Pascal) [PAUSADA]
أدب الهواةDónde escribo historias de Pedro Pascal por diversión, y tú lo lees porque te gusta. Anteriormente Unforgettable. Gracias a fearless05 e historiaseb por recuperar los OS, siempre en mi corazón ❤️