Actualidad.
-¿Qué le dijiste qué?
Mi mejor amigo casi se atragantó con el café cuando le conté lo que había pasado la noche anterior. Yo me llevé las manos a la cara.
-Soy un gilipollas.-contesté.-Joder, ¿por qué me dejaste que bebiera tanto?
-Claro, ahora será mi culpa que tú seas un puto intenso.-dijo él negando con la cabeza.-Joder, Pedro, sueles tomar malas decisiones, pero esta ya es otro nivel.
Yo me pasé las manos por el pelo, tirándome de las puntas.
-¿Qué te contestó?
Gemí.
-Me dijo que no era el momento de hablar de eso.
-¡Es que no era el momento!-exclamó en un susurro.
Miró a su alrededor, asegurándose de que nadie le había escuchado. Eran las diez de la mañana y estábamos en la cafetería del hotel. Habíamos sido los más madrugadores del equipo junto a Álvaro y Carvajal, que desayunaban un par de mesas más allá. Al fondo, estaban algunos de los miembros del equipo técnico.
Para ser honesto, no creo que a lo mío se le pudiera llamar madrugar. Más que nada porque no había llegado a pegar ojo en toda la noche.
Me había pasado las últimas horas dando vueltas en la cama pensando en todo lo que había pasado con Unai desde que nos conocimos. Joder, había sido tan feliz ese primer verano... y ahora ahí estaba, hecho una puta mierda y arrastrándome para preguntarle si alguna vez pensaba en nosotros.
Pues claro que no pensaba en nosotros. Era una persona madura que había superado lo que había pasado y había seguido adelante. Lo mismo que debería haber hecho yo.
Y no es que no lo hubiera intentado. Lo había intentado mucho. Pero joder, era imposible.
-Ya lo sé.-le dije.-Aunque él también había bebido. Igual ya no se acuerda.
Gavi levantó una ceja.
-No creo que a nadie se le pueda olvidar algo así.-le dio el último sorbo a su café y volvió a dejar la taza sobre la mesa.-Venga, va, ¿quieres que nos demos unos toques antes de la concentración?
Yo asentí y me terminé lo que quedaba de desayuno. En ese momento, necesitaba con urgencia ocupar la cabeza en algo.
Tras ponernos en pie y despedirnos del resto de gente que estaba desayunando, nos dirigimos a la salida de la cafetería, pero justo antes de cruzar la puerta, alguien apareció delante de mí.
Por la forma en la que Unai me miraba, tenía la certeza de que se acordaba perfectamente de lo que le había dicho ayer.
-Hola.-le saludé.
-Hola.
Gavi me puso una mano en la espalda.
-Te espero fuera.-yo asentí y lo vi marcharse hacia el exterior. Entonces volví a dirigir mi mirada hacia Unai.
-Siento mucho lo de anoche.-me disculpé.-Estaba borracho y se me fue la cabeza.
-No te preocupes.-dijo él.-Yo también había bebido.
Ninguno de los dos volvió a decir nada durante unos segundos.
-Bueno, nos vemos luego.-dije despidiéndome de él. Pasé por su lado y justo cuando estaba a punto de salir por la puerta, su voz me detuvo.
-Pedro.-me giré para mirarlo.-Sí que pienso en nosotros.-mi corazón se aceleró.-Que fuera yo el que tomara la decisión no significa que no me gustara lo que teníamos.-tragó saliva.-Pero era lo que teníamos que hacer.
Me quedé helado ante su repentino ataque de sinceridad y lo observé marcharse hacia el interior de la cafetería.
Ayer me había lanzado sin pensar a hacerle esa pregunta, y ya no es solo que me arrepintiera por la vergüenza. Ahora me arrepentía porque hubiera preferido no saber la respuesta.
Me pasé gran parte de la concentración luchando contra las ganas de mirarle. Estaba ahí, a un escaso metro de mí mientras sus palabras se repetían en mi cabeza.
<<Sí que pienso en nosotros>>.
<<Era lo que teníamos que hacer>>.
Joder, ahora mis nervios se habían multiplicado por cien.
-Tío, ¿qué te pasa? Estás en las nubes.-Nico me sacó de mis pensamientos, chasqueando los dedos delante de mí. Era casi de noche, estábamos en su habitación jugando al FIFA y era el tercer partido que perdía.
-¿Eh?-miré a la pantalla, que anunciaba el resultado. 4-0.-Joder, otra vez.
Nico pausó el juego y dejó el mando encima de la mesa.
-¿Qué te pasa hoy? Estás raro de cojones.-yo me pasé las manos por la cara y por el pelo.-¿Es por Unai?
Me giré tan rápido que no sé cómo no me partí el cuello.
-¿Qué?
¿Cómo sabía él lo nuestro?
-Sí, es eso, ¿verdad? Es por la pelea que tuvisteis en el Mundial.
Casi suspiré aliviado.
-Eh... sí, es eso.-ya que me había dado la excusa, la utilizaría.-Es complicado estar aquí con él después de la bronca que tuvimos.
-Ya, me imagino.-suspiró.-Pero estoy seguro de que lo podéis solucionar. Se nota que no le gusta estar así contigo.
Alcé una ceja.
-¿A qué te refieres?
-Esta mañana en el desayuno alguien ha preguntado por ti y él ha dicho que te había visto salir de la cafetería hacía un rato.-me contó.-Ferrán le ha preguntado si habíais hablado algo desde la pelea y él ha dicho que apenas os habíais cruzado. Entonces Ferrán le ha dicho que era una pena que las cosas hubieran terminado así, con lo bien que os llevabais en la última Eurocopa y el buen equipo que hacíais.
Esperé expectante a que continuara, pero no lo hizo. Entonces pregunté:
-¿Y él que ha dicho?
-Que él era el primero que odiaba la situación.-continuó.-Después de eso ha cogido sus cosas y se ha marchado sin decir nada más.
Asimilé la información, pero no podía evitar sentir un poco de rabia. En gran parte, que estuviéramos así era su culpa.
Nico cambió de tema y empezó a contarme algo sobre que Ferrán también se había peleado con la hija de Luis Enrique. Yo fingí que le escuchaba mientras seguíamos jugando a la Play, pero no podía evitar repetir en mi cabeza toda la información que había recibido en el día de hoy.
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La suerte de tenerte. Unai + Pedri
FanfictionUn país entero aclamaba sus nombres, confiaban en sus estrellas, en su equipo. El objetivo estaba claro: ganarlo todo. Pero ellos no contaban con perder sus corazones por el camino. Tres años atrás, Unai y Pedri se conocieron durante los entrenamien...