Actualidad.
Eran más de las doce cuando salimos del restaurante. Habíamos estado dos horas comiendo y hablando, especialmente de los últimos partidos que habíamos jugado. En general, todos estábamos contentos con el rendimiento del equipo, pero concordábamos en que aún podíamos dar más. Teníamos la mira puesta en el partido del próximo viernes contra Alemania, y guardábamos la esperanza de ganarlo y poder llegar a la semifinal.
Nos dirigimos a los ascensores que se encontraban al final del pasillo para subir a la tercera planta, que era donde se encontraba la discoteca que nos había dicho Ferrán. Según nos contó, él había ido allí hacía unos días con otros jugadores del equipo y le había gustado bastante el sitio. O más bien, las chicas alemanas que iban allí.
-Leo me ha dicho que si ganamos el partido del viernes, vendrá a ver la semifinal con su padre.-me dijo Gavi en voz baja mientras caminábamos unos metros por detrás del grupo. Le brillaban los ojos hablando de ella.
-Eso es genial, ¿no?-respondí sonriendo. Él asintió.
-Sí, joder, pero ahora estoy nervioso.-me agarró el brazo.-Tenéis que ganar.
Solté una carcajada.
-Tranquilo, Romeo.-contesté.-Aunque no ganemos, la vas a ver igual cuando volvamos a España.
-No es lo mismo.-Dani, Lamine, Ferrán, Nico y Unai se metieron al ascensor y nos miraron pacientemente mientras llegábamos a su altura.-Quiero que me vea como un ganador. Aunque yo ni siquiera haya jugado por la medalla.
Bajé el tono de voz para responderle mientras llegábamos al ascensor.
-Estoy seguro de que para ella ya eres un ganador, tengas las medallas que tengas.-dije, porque yo me sentía así. Para mí, Unai era el mejor en lo suyo y no me importaba nada la cantidad de balones que parase en el campo. No necesitaba que me demostrara nada, porque yo sabía lo mucho que él valía y lo bueno que era haciendo lo que hacía.
Como si me leyera la mente, el portero apartó la vista un momento de Nico y me sonrió. Yo le devolví el gesto y seguidamente le di la espalda, colocándome de cara a las puertas del ascensor, que se cerraban lentamente delante de nosotros.
Cuando se detuvo en la tercera planta, salimos de él y fuimos directos a la puerta que se encontraba a unos metros de nosotros. Estaba custodiada por dos porteros vestidos de negro y una fuerte música salía de ella.
-Siete.-dijo Ferrán en inglés cuando llegamos hasta ellos. El hombre de la derecha, que era el más corpulento, nos miró uno a uno hasta que su mirada se detuvo en Lamine.
-Los menores no pueden entrar.-le respondió este en el mismo idioma con un marcado acento alemán. Ferrán miró al benjamín del equipo y volvió a girarse hacia el hombre. Antes de que pudiera contestar, Unai pasó por mi lado y se acercó a ellos.
-Somos los jugadores de la selección española.-empezó a explicar con un tono que me hizo sonreír.-Estamos aquí jugando la Eurocopa.-el hombre volvió a mirar a Lamine sin estar muy convencido.-El viernes jugamos contra vosotros.
Esta última frase pareció captar la atención del portero, que volvió a clavar la vista en Unai. Se giró hacia su compañero, el cual asintió, y finalmente él suspiró.
-Está bien.-dijo quitando la cuerda que impedía el paso al local. Sonriendo, entramos en él y enseguida nos vimos envueltos por la música y las luces del mismo.
-¿Qué queréis de beber?-preguntó Unai al grupo. Fuimos diciendo las bebidas y se marchó junto a Dani y Ferrán a comprarlas. Yo me quedé en la pista de baile junto a Gavi, Nico y Lamine.
-Joder, qué pasada de sitio.-dijo este último mirando lo que nos rodeaba. Era un local muy grande y estaba atiborrado de gente. Tenía dos plantas y en la superior había varios reservados donde seguramente estarían algunas de las personas más conocidas del país.
-Imagino que será la primera vez que pisas una discoteca.-le dijo Gavi bromando. Lamine le miró haciendo una mueca.
-Ja,ja, muy gracioso.-respondió este en tono enfadado. Mi mejor amigo sonrió y le rodeó con los brazos, poniéndole una mano en el pecho.
-Venga, voy a darte una vuelta para que vayas aprendiendo lo que tienes que hacer.-le dijo y le guió hacia delante, perdiéndose en la multitud. Nico sonrió y negó con la cabeza.
-Vaya dos idiotas.-dijo. Yo asentí.
-Son tal para cual.-le respondí acercándome a él para que me escuchara entre la música. Al hacerlo, vi a su espalda a Unai, que charlaba animadamente con Dani y Ferrán mientras la camarera les servía las bebidas. Me quedé mirándole durante un segundo de más, y entonces Nico se dio cuenta y se giró para ver lo que estaba ocurriendo.
-Nunca lo hubiera dicho.-me giré hacia él, mirándolo sin entender.-Unai y tú.
-¿Eh?-pregunté confuso mientras mi corazón se aceleraba.
Nico sonrió.
-Tranquilo, no voy a decir nada.-me puso una mano en el hombro.-Pero me alegro por vosotros.
Fruncí el ceño.
-¿Quién te lo ha dicho?
Él alzó una ceja.
-No hace falta que nadie lo diga.-contestó.-Os llevabais muy bien en la Eurocopa, luego os peleasteis en el Mundial y ahora de repente volvéis a estar bien. Me parecía raro, pero supuse que habíais tenido algún problema y ya lo habíais solucionado.-explicó.-Pero desde que llegamos aquí, me he dado cuenta de que era algo distinto.-sonrió.-Yo no miro a mis compañeros de equipo como él te mira a ti.
Me quedé tan anonadado que no supe qué contestar.
-Joder.-suspiré.-¿Tan obvios somos?
Nico negó con la cabeza y sonrió.
-No creo que nadie más lo sepa.-dijo él.-Yo comparto equipo con Unai y le he visto jodido estos últimos años. Pero desde que llegamos aquí, es una persona distinta. Y lo único que ha cambiado es que ahora tú también estás.
Iba a responderle cuando el susodicho apareció junto con Dani y Ferrán con nuestras bebidas en la mano.
-¿Dónde están los críos?-preguntó mi compañero de equipo mirando a todos lados. Nico me miró, me guiñó un ojo y empezó a conversar con ellos como si no hubiera pasado nada.
Yo tardé un buen rato en recuperar el ritmo normal de mi corazón.
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La suerte de tenerte. Unai + Pedri
FanfictionUn país entero aclamaba sus nombres, confiaban en sus estrellas, en su equipo. El objetivo estaba claro: ganarlo todo. Pero ellos no contaban con perder sus corazones por el camino. Tres años atrás, Unai y Pedri se conocieron durante los entrenamien...