Nicole:
¿Porqué Mateo estaba tan distante?
Nuestra relación desde el accidente de Matías estaba... rara. Casi no veía a Mateo porque se la pasaba en el estudio, y cuando llegaba a la noche ni siquiera dormía conmigo, prefería dormir en el sillón.
Y a ver, no es que no haya intentado hablar con él sobre lo que estaba pasando, lo intenté, pero según Mateo todo estaba perfecto como siempre, solo que estaba algo cansado y... necesitaba espacio.
— No creo que él quiera ir a un hotel conmigo dado el ambiente qué hay entre ambos — le dije a Emi, considerando la propuesta que ella me había hecho
— Pero pensá boluda — me dio un leve empujón — si el trueno está cansado, lo mejor sería que lo lleves a un lugar donde pueda descansar... se toman unas copitas y pasan un buen rato sin nadie que los moleste
— Me habla poco y nada Emi, y... y no se que fue lo que hice — me tape la cara con ambas manos y suspiré — ¿qué hago?
— Mateo te ama, Nicole — me recordó con un tono suave — entende que tiene sus problemas también y que en una de esas no tiene que ver con vos
— Me hablaría más si no tuviese que ver conmigo... dormiríamos juntos si no tuviese que ver conmigo... no estaría así de distante si no tuviese que ver conmigo
La castaña de ojos color avellana negó con la cabeza a la vez que me acariciaba el hombro.
— Pregúntale amiga, posta que no perdes nada si dice que no
— Obvio que pierdo — hice puchero — que vergüenza que Mateo me rechace
— Le va a parecer un buen gesto boluda, créeme — dijo extendiéndome mi celular que estaba sobre la mesa ratonera — llámalo
Negué rápidamente devolviéndole el teléfono.
— Nicole, no tenes dos años hermana — chasqueó la lengua para luego suspirar y marcar ella el número del morocho — ¿que onda amigo?
Yo la miraba sin decir nada mientras ambos conversaban.
— Estoy con la nicki... y te quiere preguntar algo así que te la paso — exclamo Emilia pasándome el celular
— Yo... holi — exclame algo nerviosa levantándome del sillón y dirigiéndome a la habitación
— Ey hadita, ¿qué pasó? — consultó él — ¿necesitas algo?
Se escuchaba... normal. No estaba enojado como yo pensaba.
— No, no — dije rápidamente interrumpiéndolo — solo te quería proponer algo pero si estás ocupado te llamo en otro momento
— Estamos con Tatool y Taiu trabajando en los últimos detalles de mamichula, linda, pero tengo tiempo para escucharte — me informó
— Te noté distante conmigo estos días — titubee pausadamente — y considerando que estás todo el tiempo en el estudio y que quizás necesitas descansar... — hice una pausa — se... se me ocurrió que podríamos ir el fin de semana a un hotel... para que nos hagan masajes y pasemos un momento... lindo
Escuche su voz hablando a lo lejos y supuse que había alejado el celular.
— Me encantaría preciosa — contestó finalmente — les estaba preguntando a los pibes si faltaba mucho por hacer y como me dijeron que no, entonces, este fin de semana me lo tomo para estar con vos
— Voy a organizar todo con ayuda de Emi — le informe dando pequeños saltos de alegría — vos no te preocupes
— Mi amor — susurró — te amo... mucho y perdón si estos días no estuve tan cerca como te hubiese gustado
— Yo te amo más — conteste — y está todo más que bien... entiendo qué pasó porque estás agotado y casi no tenes tiempo
Mateo suspiró levemente.
— Me tengo que ir hadita — exclamo — te veo más tardecito
Luego de despedirnos, corrí hacia donde estaba Emilia y le conté lo que había hablado con Mateo, me hizo darle la razón de que no había nada raro tal como ella le había mencionado y después, nos pusimos a buscar hoteles.
Iba a ser un buen fin de semana.
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