˗ˏˋ ★ 𝟲𝟬 - 𝘁𝗲 𝗰𝗮𝘀𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻𝗺𝗶𝗴𝗼, 𝗼 𝗻𝗼 𝘁𝗲 𝗰𝗮𝘀𝗮𝘀 ★ ˎˊ˗

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Nicole:

Llegué a la cabaña, exhausta y tensa. La culpa me pesaba en el pecho de una manera inexplicable, y no podía evitar sentir que todo se me estaba yendo de las manos.

Al entrar en la habitación, me rodeó el silencio y la oscuridad. Me senté en la cama, intentando relajarme, pero mi mente estaba en otro lugar. Pensaba en Mateo, en cómo me había evitado en la cena, en cómo ni siquiera había volteado a mirarme... y en cómo la forma en que me había ignorado me había dolido más de lo que estaba dispuesta a admitir.

Y para colmo, estaba lo otro. No quería ni pensar en ello, pero no podía evitar sentir un nudo en el estómago cada vez que lo recordaba. Todo esto me estaba consumiendo. No sabía cómo manejarlo, no sabía cómo hacer que se fuera.

No podía quitarle la mirada al anillo que brillaba en mi dedo. Y es que, me sentía como si estuviera viendo una parte de mí misma que no reconocía.

¿Cómo había aceptado casarme con Matías? ¿Qué había estado pensando?

Me insulté a mí misma, repitiendo mentalmente todas las palabras hirientes que podía pensar. ¿Cómo había podido ser tan estúpida?

El Corazzina antes mencionado, entró en la habitación, cerrando la puerta detrás de él. Su rostro se iluminó, pero pronto se desvaneció al ver la expresión en mi rostro.

— ¿Está... todo... bien? — susurró acercándose con pasos lentos

Negué, sintiendo un pánico creciente en mi pecho. Pero sabía que tenía que hacer esto, que tenía que ser honesta conmigo misma y con Matías. Me saqué el anillo del dedo y lo miré durante un momento antes de levantar la vista.

Se... terminó — exclame con la voz firme pero temblorosa — yo no quiero seguir con este... teatrito

Matías se detuvo en seco. Tenía la cara pálida y una expresión de notable sorpresa.

— ¿Qué... qué estás diciendo? — preguntó, riendo nervioso — pero si ayer...

Me levanté de la cama, sintiendo una sensación de liberación al decir las palabras que había estado guardando durante tanto tiempo.

Nunca quise casarme con vos, Mati... y vos lo sabias... sabias que yo ya no te amaba más — susurre dejándole el anillo en la mano — ayer me presionaste... con toda esa gente, con tu mamá... acepté solo por que no me quedaba otra opción

Matías se quedó en silencio, mirándome completamente confundido y molesto. Yo sabía que esto iba a dolerle, pero sabía que tenía que hacerlo. Tenía que ser honesta conmigo misma y con él. Tenía que seguir adelante con mi vida, sin la carga de un matrimonio que nunca quise.

Pensé que se lo había tomado... bien. Hasta que pase por su lado, sintiendo que su mano se aferraba a mi pelo y me arrastraba hacia atrás.

— A mi... nadie me deja... ¿entendiste, hija de puta? — me amenazo agarrandome del cuello y pegándome a la pared

— Basta... sólo, déjame ir — supliqué, intentando zafarme de su agarre. Comencé a derramar lágrimas mientras lo golpeaba, desesperada por escapar. — no quiero estar con vos... ¿por que no solo seguís adelante?

Pero Matías no me soltaba. Me apretó con más fuerza, hasta que sentí que me faltaba el aire. Mi visión comenzó a nublarse y mi fuerza se debilitó.
Pero en un último esfuerzo, le pegue en la entrepierna, logré liberarme y salí corriendo de la cabaña. Encontré a Mateo afuera, quien al ver mi estado, entró rápido a la cabaña seguido por mí.

— Nunca más le tocas un pelo, ¿estamos? — dijo el antes mencionado, parándose delante de mí con una mirada firme. — déjala en paz, hermano... sóltala.

El mayor de los Corazzina, se lanzó contra su hermano, dándole un golpe en el abdomen, que lo movió unos centímetros hacia atrás, empujándome y haciendo que me tropezara y cayera, tirando una foto con la que me corté.

¡Ay! — me queje, llevándome la mano hacia la herida que no dejaba de sangrar.

Mateo se giró para mirarme y Matías aprovechó para golpearlo una vez más, esta vez, en la cara. El rapero lo miro furioso y con la boca sangrando, se acercó y se arrodilló a mi lado, observando el corte en mi pierna.

— Esto no se termina acá, hermanito — mi ex pareja lo amenazo, observándonos desde un rincón — en Buenos Aires te voy a agarrar

Mateo ignoró la amenaza y se centró en mí. Se sacó la remera y la utilizó para cubrir y presionar la herida. La tela suave y cálida me brindó un poco de alivio, aunque el dolor aún persistía.

Luego, pasó mi mano por encima de sus hombros y me ayudó a levantarme. Salimos de la cabaña, y mientras caminábamos, llamó a la ambulancia.

Mire hacia abajo y noté que tenía mancha de sangre en mi vestido.

Mi vestido... ahora se manchó por culpa del otro infeliz — me quejé, sintiendo una punzada de frustración

Mateo frunció el ceño y me miró con una mezcla de sorpresa y diversión.

— ¿Tenes un corte en la pierna y es eso lo que te preocupa? — preguntó, incrédulo — ¿de onda, hadita?

Era un vestido nuevo — me excusé, sintiendo cómo me limpiaba el rostro con su dedo pulgar — y ni siquiera me lo viste bien... como para que me dijeras que me quedaba lindo

— ¿Te pensas que no te lo vi? — preguntó, fijando su mirada en mis ojos — si estabas... impresionante, llamabas la atención de todo el restaurante.

Solo quería que vos me miraras... — susurré, viendo que Juliana salía de su habitación al escuchar la sirena de la ambulancia. En lugar de venir hacia nosotros, se fue a buscar a Matías.

Mateo siguió mi mirada y luego volvió su vista a mi persona.

— Lo hago siempre, aunque vos pienses que no... — habló en voz baja, dirigiendo la vista a mi mano izquierda y al accesorio faltante — ¿y eso?

— Deje a Matías... le... le dije que jamás había querido casarme con él... que sabía que yo no lo amaba y que me presionó — le expliqué — como imaginaras, se puso como loco... pero ya está... espero que ahora sí me deje en paz.

Mateo suspiró y me miró con una mezcla de alivio y diversión.

— Menos mal, porque si ibas al altar con él me iba a tener que oponer... — se mordió el labio y sonrió — o te casas conmigo, o no te casas... cortita

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ya ahora si es todo paz y tranquilidad nuevamente

POR FIN DEJO A MATÍAS (se festeja en el obelisco)

60 capítulos y cada vez falta menos para el final (no quiero, me niego a soltar infiel)

𝐈𝐍𝐅𝐈𝐄𝐋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora