Iba por mi tercera taza de café cuando Inari por fin terminó con su videollamada. Luego de fracasar en mi intento por retener a Tori, no me sentí capaz de volver al departamento para enfrentarme a Mateo, sus preguntas, quejas y reclamos, así que lo único que se me ocurrió fue escribirle a Inari, que en cuanto me envió su ubicación salí disparado a verla.
—¡Al fin! Estoy harta de las juntas mañaneras. —Se quitó los audífonos y cerró la computadora.
—Eso explica por qué solo estás a medio vestir —me burlé en referencia su atuendo, en la parte de arriba tenía una camisa semitransparente oscura y abajo un short amarillo chillón.
—Que agradezcan que uso blusa, ¿más café?
—No, gracias. Voy a ponerme hiperactivo si bebo otra taza.
—Novato —se burló—, bueno, entonces... ¿vas a contarme cómo es que Victoria Ferrer acabó durmiendo en tu depa?
Quien diga que las mujeres dominan y aman el chismorreo es porque no conocen a Mateo, apostaba a que en cuanto salí tras ella, él se encargó de contarle a Inari, y posiblemente hasta a Maité, que Tori había dormido bajo el mismo techo que nosotros y solo Dios sabría qué más.
—Resultó que era la chica de los mensajes.
—¿La de la oferta sexual?
Asentí, después le conté a modo general lo que ocurrió, sin entrar en detalles de las conversaciones. Dudaba que, aunque Tori hiciera públicas sus "relaciones" en Instagram, fuera de las que ventilan sus problemas tanto familiares como personales. Y yo no era quién para andar hablando.
—Por favor, dime que te la cogiste.
—No, dormí en la sala, creí que Mateo ya te habría dicho eso.
Inari dramatizó mi respuesta dejándose caer en cámara lenta sobre la mesa como si se estuviera derritiendo, hasta que su cabeza quedó recostada sobre el cristal.
—Eso no significa que no hicieras algo con ella antes. —Guiñó un ojo tras enderezarse con rapidez.
Pude haberlo hecho, pensé al recordar la forma sugerente en que me preguntó cómo podía compensar mi amabilidad.
—No pasó nada.
—¡Ay, por favor! ¿Ni siquiera un besito? Yo la habría besado si fuera tú.
—Ambos sabemos que habrías hecho más que besarla si pudieras.
—Idiota. —Sonrió—. Entonces, dices que salió corriendo luego de mencionar al tal Pietro.
—Sí, eso y que vio a Mateo en calzones.
Inari explotó en una sonora carcajada a la que no pude evitar unirme.
—Bueno, yo también habría huido. Veamos si publicó algo respecto al novio modelo. —Cogió su teléfono y empezó a pulsar sobre la pantalla—. Oh, vaya.
—¿Qué? ¿Lo hizo?
No fue hasta ese momento que noté mi absoluta falta de conocimiento respecto a las redes sociales, ¿cómo es que no se me ocurrió a mí buscarla antes?
Me pasó su teléfono, había publicado lo que Inari me explicó era un carrusel, con dos fotos para ser preciso. La primera era de un bol de frutas con avena y yogur, en la segunda salía el perfil de un hombre mayor usando lentes oscuros que sonreía de manera disimulada. Mis ojos pasaron a la descripción donde escribió: "Desayuno con mi P. ♥".
—Bueno, pues... —Inari me quitó el celular—, yo diría que acabamos de dar con la identidad de Pierre.
Tuve que darle la razón. Por un segundo creí que podría tratarse de su papá, deseché la idea al recordar lo molesta que estaba con él y lo segura que estaba de que no la buscaría. No había forma de que su molestia con él se pasara tan rápido, no después de que lo vio cenando con su ex mejor amiga.
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Número equivocado
RomanceCuando Victoria Ferrer, la influencer con un pasado escandaloso, y Sebastián Ruiz, un hombre en busca de redención, se encuentran por accidente, sus vidas se entrelazan en un giro del destino. Ella, conocida como #ParisTapatia, guarda un corazón pr...