Los preparativos parar el aniversario de AVA provocaron nervios y emoción a partes iguales para todos los que trabajamos ahí, menos en Tori, quizá porque no era una empleada como tal. En realidad, yo terminé por atribuirlo a su pleno dominio en este tipo de eventos. De mí no podía decirse lo mismo, lo peor de todo era que ni siquiera acababa de entender por qué me sentía así.
El único momento en que podía ponerle pausa a esas extrañas emociones que aún no terminaba de descifrar era cuando Tori y yo nos enredábamos entre las sábanas.
Se desplomó a mi lado, satisfecha y con una sonrisa que alargó un par de minutos más la felicidad del instante. Estábamos en mi cama, luego de que Mateo volviera al departamento aquella vez y nos obligara a limpiar su cuarto con agua bendita, llegamos a la conclusión de que nunca más volveríamos a meternos en su habitación.
—¿Está todo bien? —preguntó mientras acomodaba su cabeza en mi brazo y me rodeaba con el suyo.
—Sí, bien. Solo estoy... no sé... ¿asustado?
—¿Por el evento de hoy?
—Sí, ridículo, ¿cierto?
—Para nada, significa que te importa.
No lo había pensado de esa forma. Tenía sentido.
—¿Tú?
—Bien, sé que saldrá perfecto. Solo me preocupa que...
El silencio se extendió sobre nosotros como una sábana adicional.
—¿La música? ¿La comida? ¿Las entregas?
—No, no, todo eso lo tengo controlado —suspiró—, me preocupan un poco los invitados.
—¿Crees que no vengan suficientes?
—Vendrán, créeme. AVA estará a reventar.
—¿Entonces?
Se enderezó dándome la espalda. ¿Debería preocuparme? ¡Claro que debía hacerlo! A Tori le pasaba algo raro desde hacía varios días, era más que consciente de ello, aunque ella al parecer no lo sabía, lo de que lo notaba. Desde que nos encontramos a Alina algo había cambiado, el sabor de sus besos era menos intenso que antes y..., vaya, sí, soy medio idiota, ¿verdad?
—Poodle —me enderecé, besando sus hombros de punta a punta—, dímelo.
—¿Crees que venga? —giró levemente su cabeza para mirarme—, ¿tu ex?
—Yo no la invité, si es lo que quieres preguntar.
—Ya sé, no hay invitaciones, ese es mi punto. Cualquiera puede venir y...
Ambos sabíamos que Alina la seguía en redes sociales, si después de nuestro encuentro la había stalkeado no había forma de saberlo.
—Entre ella y yo no hay nada. Te lo juro.
—¿Y entre nosotros?
Su pregunta me tomó por sorpresa, ¿cómo podía preguntar algo así? ¿Acaso no era obvio que había algo?
Antes de responderle, la puerta se abrió e Inari asomó la cabeza con los ojos cerrados.
—Ya sé que están ocupados, pero Mateo dice que David le llamó y que le gustaría que llegaran antes.
—Ahora vamos —dije.
Esperé a que la puerta se cerrara, Tori soltó un suspiro.
—Lo hablamos luego, ¿vale?
ESTÁS LEYENDO
Número equivocado
RomansaCuando Victoria Ferrer, la influencer con un pasado escandaloso, y Sebastián Ruiz, un hombre en busca de redención, se encuentran por accidente, sus vidas se entrelazan en un giro del destino. Ella, conocida como #ParisTapatia, guarda un corazón pr...