Capítulo 22

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Yo, sinceramente, no entiendo nada. Absolutamente nada.

Esas palabras fueron las que tuve en bucle mientras llegaba hacia la mesa de Theodore. Había un par de chicos más sentados allí con él, todos de mi casa, bebiéndose unas cervezas de mantequilla. Conocía a Matheo (quien no me quitó la vista de encima durante todos mis pasos), a Draco y a Blaise. También estaba el chico de la fiesta del otro día. Aquel que había ido de azul oscuro y había estado con Malfoy y Zabini en uno de los sofás de la sala común. 

No entendía por qué Matheo y Theodore se habían metido en una pelea por este tema. No me alegraba (aunque tampoco me molestase mucho), simplemente no hacía falta esa acción. Además, nunca me ha importado demasiado lo que se diga por ahí, ¿pero que los puedan llegar a expulsar? Eso sí que me importaba. Y mucho.

- ¡Isa! - Dijo Blaise, con expresión de alivio al verme. - Una persona con algo de sentido común, por fin. ¿Qué prefieres: poder hablar con los animales o poder hablar todos los idiomas del mundo?

Me encantaban las preguntas de "¿qué prefieres?", pero en ese momento solo quería salir de Las tres Escobas.

Theodore me miró y yo ya me sentía como si estuviese en la Luna. Flotando por el espacio, feliz. Era muy extraño para mí que me causara tantas emociones cuando lo conocía solo desde hacía una semana. ¿Era eso normal?

- Depende. - Respondí, pensando un poco. - Todos los humanos contamos como animales, ¿no?

- Sí. - Me contestó el chico desconocido, sonriéndome. 

- Pues prefiero la primera. Si puedes hablar con los animales, puedes hablar con todo el mundo. Si escoges la segunda opción, solo podrás hablar con personas, porque lo que hablan algunos animales no se considera idioma, si no voy mal. - Argumenté, algo desconcertada por la pregunta. Pero es que decir que no a un "¿qué prefieres?"... Eso era complicado para mí. -  Tengo que preguntarle a Hagrid. Seguro que lo sabe. - Añadí, en voz más baja.

- ¡GRACIAS! - Chilló Blaise, dejando pasmado a medio bar. Todo el mundo se giró a mirarnos, pero al mago le dio absolutamente igual. Zabini y yo nos miramos con complicidad y nos dedicamos una sonrisa. - Eso es lo que les he dicho, pero a Adrian no le acaba de convencer.

- ¿Adrian eres tú? - Le pregunté al chico que estaba sentado al lado de Matheo. Era una pregunta retórica, pero la hice de todas formas. No nos habían presentado. 

- Sí. Isabella, ¿no? - Me contestó, mirándome con atención. Tenía el pelo liso, corto y de color marrón. Parecía que se lo había cortado hacía poco. Una sonrisa algo juguetona se mostraba en su rostro de facciones marcadas. Se le veía con confianza en sí mismo, algo que siempre me ha gustado ver en las personas.

- Exactamente. - Confirmé con una sonrisa, pasando a mirar a Theodore, que estaba un poco tenso. Fruncí el ceño, y vi como me devolvía la mirada. - Possiamo parlare un attimo, Theodore? *

Llevaba puesta la sudadera que me había dejado. La sudadera negra con estrellas en la espalda, que le sentaba genial. Me di cuenta de que, en esa luz, sus ojos parecían más grises que verdes. Asintió a lo que le dije y se levantó, poniéndose a mi lado y dejando su mano en la parte baja de mi espalda.

- Stai bene, bella? Ho visto il giornale. Matheo e io ti abbiamo cercato, ma non ti abbiamo trovato. * - Me dijo Theodore, agachando un poco la cabeza para quedar más a mi altura. Parecía que estábamos solo él y yo y mi corazón se saltó un latido para luego bombear más sangre de la habitual.

"Concentración, Isabella. No hay que dejar que esta belleza humana nos distraiga de lo que hay que hacer", pensé.

- Sì, sto bene, bello. * - Le respondí, acercándome un poco más a él para pasarle las manos por su pelo de forma cariñosa. - Grazie.

- Em, ¿están saliendo? - Le preguntó Adrian a Blaise por lo bajo, provocando que el joven mago se riera y que Theodore lo mirara con mala cara.

- Oye, esto de hablar en idiomas raros para solo entenderos entre vosotros no mola nada, guapos. - Dijo Matheo, haciéndome sonreír. Ese día tenía el pelo más rizado que de costumbre y parecía haber dormido bien, ya que las pequeñas ojeras que tenía el viernes se habían disipado por completo.

- Calla y levántate, Riddle, que tú también vienes. - Le ordené, cambiando mi actitud a una más seria, propia de hermana mayor. Leo y Charlotte me decían que parecía un general militar muggle cuando me ponía seria. - Y rapidito.

Todos los presentes se quedaron callados y me miraron con una mezcla de sorpresa, miedo y respeto. Eran muy exagerados, tampoco estaba taaan seria. Supongo que como suelo estar alegre y sonriente, chocó que no me mostrase así. 

- ¡SEA LO QUE SEA QUE HAYA PASADO, HA SIDO BLAISE! ¡YO NO, LO PROMETO! ¡YO NO HE HECHO ABSOLUTAMENTE NADA MALO! - Empezó a decir Matheo, levantando mucho la voz. Volví a notar las miradas de los consumidores del bar, pero yo miré al trío de oro (más bien a Hermione y a Ron, ya que Harry seguía con la capa puesta) y negué con la cabeza. Ellos me sonrieron, divertidos. 

- ¡PERO QUÉ DICES TÚ AHORA, CACHO ALMENDRA! - Le respondió Zabini, indignado. Theodore y yo nos empezamos a reír a carcajadas e incluso Draco se reía.

- Matheo, sal, anda. - Le respondí, ahora con una expresión un poco más relajada.

El castaño obedeció, levantándose de la mesa y dirigiéndose hacia Theodore y hacia mí. Parecía algo nervioso, como un niño que ha hecho algo malo sin querer y no sabe como arreglarlo.

- Merlín, por favor, protégeme de Isabella. - Susurró el joven Riddle, empezando a andar hacia la salida con Theodore después de haberles pedido que nos fuésemos ya.

- Eres de lo que no hay, Matheo. - Le dije yo, burlona, viendo como se miraban con la complicidad propia de hermanos. 


...

¡Hola!

Pido disculpas por el tiempo que he tardado en actualizar. Me he ido de viaje y no he encontrado tiempo para escribir este capítulo, pero espero que os guste. Gracias otra vez más por el apoyo que le estáis dando a "Rosier", es impactante 🫶

Para compensar, tendréis pronto el siguiente capítulo. ¡Espero que estéis disfrutando la lectura!



"Rosier" - Theodore NottDonde viven las historias. Descúbrelo ahora