Me desperté temprano al día siguiente, cosa que me hubiera costado hacer si no hubiese sido por los nervios. Me puse mi uniforme: la falda de color gris oscuro algo por encima de las rodillas, la camisa blanca con casi todos los botones atados por fuera de la falda, la corbata verde esmeralda atada al cuello (la tuve que hacer tres veces para que quedase más o menos decente) y el jersey también gris oscuro por encima de mis hombros, por si hacía frío después.
Me fui al baño a lavarme la cara, los dientes y me arreglé un poco el pelo, pero dejándolo suelto. Cogí mi neceser y saqué mi bálsamo labial con color, poniéndomelo en los labios y también un poco en las mejillas, para no parecer tan recién levantada.
Después, me calcé y salí de mi habitación. Pensaba que no la iba a compartir, porque no se había presentado nadie el día anterior, pero se me hizo extraño. El colegio era grande, sí, ¿pero tanto? Decidí no darle más vueltas. Ya hablaría con el jefe de mi casa más adelante.
En la sala común había pocas personas, ya que era muy temprano. Fue por eso que me sorprendió ver a Theodore sentado en el suelo con la espalda en el sofá y un libro en la mano. El uniforme le sentaba muy bien. Llevaba la camisa blanca con los botones de arriba sin abrochar y la corbata deshecha alrededor del cuello. Sonreí sin querer y me acerqué a él.
- Buongiorno, Theo. - Le saludé, sentándome a su vera. Ya notaba como los nervios crecían.
Levantó su vista de las páginas de papel y me sonrió.
- Buongiorno, bella. ¿Qué haces despierta tan temprano? - Me preguntó, pasando sus ojos por mi cara.
- Bueno, podría decirse que tengo un poco de... - No sonaba muy propio de mí admitir lo que se me pasaba por la cabeza, pero a este chico era complicado ocultarle cosas.
- ¿Miedo? - Dijo por mí, con esa sonrisa tan perfecta. - No tienes de qué preocuparte, Isabella. Todos estamos algo asustados el primer día. ¿Qué tienes a primera hora?
Saqué un papel doblado que tenía mi horario semanal y se lo di. Le echó un vistazo y sacó otro que contenía su horario. Me acerqué a él y posé ligeramente mi cabeza sobre su hombro para ver mejor ambos papeles.
- Tenemos prácticamente el mismo horario, bella. - Comentó, cosa que me alegró. Theo era agradable y me gustaba pasar tiempo con él. - Compartimos todas las clases menos una. Cuando tú tienes Aritmancia, yo no tengo nada. ¿Has escogido más de dos optativas?
- Me llaman mucho la atención las antiguas creencias griegas y las costumbres de la región de Caldea. - Respondí, encogiéndome un poco de hombros. - Y como quería hacer Cuidado de Criaturas Mágicas y Estudios Muggles sí o sí...
- Harás las tres. - Concluyó él. Me devolvió mi horario y se puso en pie, mirando su muñeca y fijándose en el reloj plateado que llevaba puesto. - Tendremos que desayunar en algún momento o llegaremos tarde a Pociones. Créeme, no nos conviene nada enfadar a Snape.
Me reí y me tendió la mano. La acepté, notando sus fríos anillos en mi piel y nos pusimos en camino.
...
En el Gran Comedor, nos sentamos juntos. Me presentó a unos cuantos amigos suyos , entre los cuales estaba Matheo, que me saludó con un movimiento de cabeza, y hablamos durante un rato con nuestros platos llenos de comida. Vi entrar a Daphne y a Pansy y les sonreí.
- ¡Buenos días, chicas! - Les dije cuando estuvieron cerca, contenta de verlas.
- Buenos días, Isabella. - Me respondió Pansy, con una sonrisa. Daphne, en cambio, me saludó mientras bostezaba, pero también parecía contenta.
- Tenemos todos Pociones ahora, ¿no? - Pregunté, a lo que los demás asintieron.
- Con los Gryffindors. - Añadió el rubio, Draco Malfoy, no muy entusiasmado. - En fin, no tenemos que distraernos. Tenemos que pensar en las pruebas.
- Las pruebas para entrar al equipo de Quidditch. - Me aclaró Theodore al oído, al ver mi cara de confusión. Podría acostumbrarme a tenerlo tan cerca. - Draco, Blaise y yo ya estamos dentro, pero este año nos toca organizar las pruebas para los nuevos integrantes de Slytherin. Es algo estresante, sobre todo porque Marcus Flint, el capitán, es bastante exigente.
- ¿Cuándo son, Theo? - Le pregunté.
- En dos semanas. - Me dijo. Asentí a su respuesta y me apunté mentalmente la fecha. Mi hermana y yo siempre hemos jugado en casa y yo ya estuve jugando en el equipo de mi casa en Beauxbatons. No sabía si en Hogwarts iba a ser más exigente, pero no tenía nada que perder al intentar entrar.
Cuando me terminé las tostadas de mi plato, me empecé a beber el té y seguí hablando con Theodore.
- ¿Con quién compartes habitación? - Indagó el chico de ojos verdes, dejando un poco de lado la conversación que estaban teniendo los demás.
- Con nadie. ¿No es raro? Mi hermana siempre ha tenido compañeras de habitación. - Contesté, tratando de saber si había habido algún malentendido.
- ¿Tu hermana? Ah, la chica rubia que es casi igual que tú, ¿no?
- No nos parecemos, Theodore. - Señalé, poniendo los ojos en blanco y con una sonrisa leve.
- Ya, claro. - Soltó, riéndose un poco y tratando de disimularlo al verme la cara seria. - Eso lo dices porque sois hermanas, bella, pero sois muy parecidas.
- ¿Y tú? ¿Tienes hermanos?
- No. De pequeño me aburría mucho en casa, pero ya estoy acostumbrado. - Me contó, a lo que yo sonreí.
- Yo tendría que ir a buscar a Charlotte, casi no he hablado con ella. - Dije, terminándome el té. - Voy a ir ahora.
- Voy contigo. - Me ofreció Theodore. - Aún quedan 45 minutos para nuestra primera clase, así que tenemos tiempo.
- Eres adorable, Theo.
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"Rosier" - Theodore Nott
FanfictionEn el expreso de Hogwarts, a Isabella la corroían los nervios. Llegar nueva de Beauxbatons para empezar su tercer curso iba a llamar la atención, pero era una chica lista y tendría a su hermana con ella, además de a cierto italiano. Espero que disf...