¡Baelon Targaryen vive!
Alysanne Targaryen le prometió a Aemma Arryn que nunca se casaría sin amor y solo sería cuando ella lo deseara. Aunque su primo Viserys la persigue desde que tenía ocho años, ella no siente ningún interés por él. Su padre...
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Capítulo 5
Baelon se había preocupado cuando descubrió que su madre había llamado a Daemon a Rocadragón, estaba seguro de que lo que la reina tuviera que decir no haría feliz a su hijo. Se había hablado mucho en Desembarco del Rey debido a las actividades de su hijo. Daemon se había convertido en un hombre muy guapo y no le faltaban mujeres peleándose por su atención. Su hijo se aprovechó de esto y se había follado a varias mujeres, mientras que Baelon no tenía problemas con que su hijo se follara a prostitutas, involucrarse con damas de la corte sería un problema. Daemon no tenía intención de casarse, había sido muy claro con sus deseos, quería una esposa valyria. Su madre no había estado contenta cuando los rumores del comportamiento de Daemon comenzaron a llegarle. La mujer había dejado en claro que Daemon no avergonzaría a la familia. Tan pronto como Daemon recibió la carta de la reina, Baelon supo que su madre había tomado una decisión. Por mucho que Baelon quisiera ayudar a su hijo, sabía que no podría ir en contra de su madre. Alysanne era la reina y cuando ella tomaba una decisión el único que podía objetar era el rey.
— ¡No puedo creer que hicieras esto! — la voz enojada de Viserys le llamó la atención mientras pasaba por la habitación de Daemon. No sabía que su hijo menor había regresado de Rocadragón. — Por supuesto que intentarías robármela.
— ¿Robártela? — Daemon sonaba divertido. — Ella no te quiere, nunca te ha querido.
— ¡No sabes nada! — Baelon se dio cuenta de que Viserys estaba cada vez más molesto y entró en la habitación de Daemon. Sus dos hijos estaban uno frente al otro, Viserys estaba tan enojado que su rostro estaba rojo brillante. Mientras que Daemon parecía molesto, pero no demasiado. Ninguno de los dos notó a Baelon. — Solo estás celoso de que yo seré el rey algún día, mientras que tú seguirás siendo el mismo, un segundo hijo que no heredará nada.
— ¡Viserys! — Nunca había oído a su hijo mayor tratar tan mal a su hermano. Se acercó a sus dos hijos, odiando que estuvieran peleando. — ¿Por qué están peleando ustedes dos?
—Daemon está cortejando a Aemma. — espetó Viserys y los ojos de Baelon se abrieron de par en par. No era lo que esperaba que dijera su hijo. — Fue a Rocadragón y le pidió permiso a la abuela y a diferencia de cuando yo le pedí permiso, ella aceptó.
— Ella sólo aceptó porque Aemma dio su consentimiento. — Daemon se giró para mirarlo. — No nos vamos a casar, sólo le pedí permiso para cortejarla.
Baelon suspiró, sabiendo que no sería fácil. Viserys había estado intentando cortejar a Aemma desde que la niña tenía ocho años y ella le había dejado claro que no tenía ningún deseo de ser su esposa. Baelon no estaba seguro, pero Aemma no parecía confiar en Viserys. Su sobrina era perfectamente dulce y educada, pero siempre parecía un poco tensa cada vez que Viserys estaba cerca.
