XVI

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Capítulo 16












2 semanas después.

Daemon había estado vigilando de cerca a Viserys, Otto y al maestre. No quería pensar en que su hermano estuviera conspirando con esos dos hombres, pero tampoco quería dejar nada al azar. Viserys había cambiado desde que conoció a Otto, ya casi no quedaba nada del hermano con el que había crecido. Se había vuelto celoso y codicioso, de lo único que hablaba últimamente era de sus planes para cuando se convirtiera en rey, como si su padre fuera a morir al día siguiente.

— No entiendo por qué somos nosotros los que tenemos que darles la bienvenida de nuevo. — Viserys se acercó a él y lo miró molesto. — No es como si se hubieran ido por tanto tiempo.

— Son nuestra familia, nuestro padre y nuestra madrastra. — tal vez golpear a Viserys sería bueno para todos. Existía la posibilidad de que eso le hiciera entrar en razón. — Estuvieron fuera durante una luna y merecen que les demos la bienvenida de nuevo.

— No puedo creer que estés feliz por su boda. — Viserys cruzó los brazos sobre el pecho. — Prácticamente me la robó.

— ¡Él no robó nada! — estaba cansado de que su hermano se quejara de cosas que no eran culpa de nadie. Viserys realmente creía que Aemma se habría casado con él si su padre no hubiera estado presente. — Aemma nunca te ha amado, nunca iba a elegirte.

— Tu no sabes eso.

— Sí, lo sé. — dioses, ¿qué haría falta para que Viserys viera lo que tenía delante de sus ojos? — Aemma y yo hablamos, somos amigos. Si nuestro padre hubiera rechazado su decisión de casarse con ella, ella hubiera huido a las Ciudades Libres.

— ¿Y eso no te hace daño? — Daemon miró a su hermana con expresión interrogativa. — El hecho de que ella estuviera dispuesta a huir en lugar de casarse contigo.

— No era de mí de quien huía. — Daemon suspiró. — No siento lo mismo por Aemma, así que no me molesta que ame a nuestro padre. Amo a Aemma como a una hermana y es alguien con quien puedo hablar, pero nunca hubiéramos sido compatibles.

Viserys frunció el ceño. — Pero tú y ella estaban cortejándose.

— Eso fue una mentira. — Daemon sabía que no había nada de malo en que su hermano supiera la verdad ahora que su abuela estaba muerta y a su abuelo no le importaba casarlo a él. El rey estaba más interesado en la boda de Viserys. — Lo inventé cuando mi abuela intentó obligarme a casarme con Rhea. Aemma sabía cuánto despreciaba a la mujer, así que aceptó. Nunca nos hemos visto de esa manera y la mayor parte del tiempo lo pasábamos volando y yo regresaría tan pronto como me asegurara de que ella estuviera a salvo en Rocadragón.

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