¡Baelon Targaryen vive!
Alysanne Targaryen le prometió a Aemma Arryn que nunca se casaría sin amor y solo sería cuando ella lo deseara. Aunque su primo Viserys la persigue desde que tenía ocho años, ella no siente ningún interés por él. Su padre...
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Capítulo 13
1 mes después.
Se había sorprendido la primera vez que Daemon la había llevado a ver el cráneo de Balerion. No podía imaginar que Viserys hubiera montado al dragón más grande del mundo, incluso su cráneo era magnífico y estaba triste por no haber podido ver al dragón mientras aún estaba vivo. Daemon le había dicho que la única razón por la que Viserys había podido reclamar a Balerion era porque el dragón estaba viejo y cansado. Las cosas habían empeorado entre ellos y Viserys desde la cena de una luna antes. Daemon apenas había hablado con su hermano desde que descubrió que había estado conspirando con Otto para deshacerse de él. Daemon había estado profundamente herido de que su hermano quisiera enviarlo lejos. Baelon también había estado furioso, no solo por lo que Viserys había tratado de hacerle a Daemon, sino por lo que le había dicho esa noche. Su prometido le había dejado en claro a su hijo que si alguna vez volvía a hablarle de esa manera, el castigo sería peor que ser golpeado con una olla después de haber vertido guiso por todo su cuerpo.
Se casaría dentro de quince días y todo estaba casi listo. Los señores comenzarían a llegar pronto y ella y Baelon estarían ocupados saludándolos a todos en nombre del rey. Su abuelo se cansaba más a medida que pasaban los días, pero se había asegurado de que Baelon comenzara a buscar una novia para Viserys.
Se oyeron pasos y Aemma levantó la vista y se cubrió el rostro cuando vio a la mujer acercarse a ella. La mujer era mayor, tal vez de unos cincuenta años, y había estado trabajando con Otto desde que llegó a Desembarco del Rey. Después de observar a todas las doncellas que habían elegido para ella, se mostró leal a la Casa Targaryen y agradecida, por toda la ayuda que le habían brindado a ella y a sus hijos después de que su esposo falleciera. La mujer había sido contratada por su abuela, quien se ganó su amor y confianza.
— Mi señora. — la reverencia de la mujer fue impecable.
— Nora. — dijo, asintiendo con la cabeza hacia la mujer. — ¿Qué has descubierto?
— A Lord Otto no le hace ninguna gracia que el príncipe Viserys esté comprometido. — Aemma enarcó una ceja, sin saber por qué le importaba al hombre si Viserys estaba casado o no. — Ha mandado a buscar a su mujer y a sus hijos a la capital, llegarán con su hermano en unos días.
Aemma no estaba segura de por qué eso la molestaba, pero decidió dejarlo de lado por ahora. — ¿Qué más?
— Lord Otto y el príncipe Viserys han estado hablando sobre los miembros del consejo privado. — la mujer miró a su alrededor, casi como para asegurarse de que no los estaban escuchando. — Lord Otto deseaba el patrocinio del príncipe para convertirse en su mano.
