HONEY┃HYUNJIN.

6

Después de un lindo atardecer con Emma, Jade y Sara, Haru volvía a casa sola. Sus casi nuevas amigas habían empezado a beber en cuanto Emma tuvo la idea de interrumpir la dulce conversación que estaban teniendo con música y alcohol. Haru soltó un suspiro, quitándose las sandalias en la entrada de la casa, y se dirigió a la cocina para lavarse las manos. Allí, se encontró con Lucas sirviendo la cena en la mesa.

Cori, al notar la actitud de su hija, miró a su esposo cuestionándole con la mirada si sabía qué pasaba. Lucas se encogió de hombros disimuladamente, haciendo una mueca de confusión.

—¿Cómo te fue? —Preguntó Cori, tratando de fingir normalidad.

Haru la escuchó, pero quería tomarse su tiempo antes de contestar. Siguió tallando sus manos bajo el agua, intentando quitar los gérmenes que había acumulado tocando cosas en el supermercado y en la casa ajena donde había pasado la tarde. Cuando terminó, sacudió sus manos para quitar el exceso de agua y tomó una de las toallas colgadas en el refrigerador para secárselas por completo.

—Bien —Respondió con normalidad —Pero pudo haber sido mucho mejor.

—¿Por qué? —Preguntó Cori, extrañada.

Haru se sentó en la mesa mientras su padre le servía el plato.

—Emma tiene diecinueve años —Empezó a explicar —Mintió sobre su edad porque pensó que así me dejarían salir.

Lucas rió un poco mientras terminaba de servirse a sí mismo y empezaba a comer.

—Tu madre se dio cuenta —Dijo Lucas —Olía a perfume de adultos.

Haru rió también.

—Perfume de adultos —Repitió Cori, riéndose antes de dirigirse a su hija —¿Te sientes cómoda con ellas?

—Con Jade y Sara, sí —Admitió Haru —Pero el hecho de que Emma sea mayor que yo me incomoda.

Cori asintió, mostrando comprensión.

—Es importante que te sientas cómoda con las personas con las que pasas tiempo —Dijo suavemente —¿Quieres que hablemos de eso?

Haru suspiró, sintiendo un peso levantarse de sus hombros.

—Creo que solo necesito un poco de tiempo para decidir si quiero seguir saliendo con ellas —Dijo finalmente —Jade y Sara son geniales, pero no estoy segura de Emma.

—¿Hubo algo en Emma que te hizo cambiar de opinión? —Preguntó Lucas.

—Lucas, mi amor —Dijo Cori severa, respondiendo por su hija —Mintió apenas vino aquí. La mínima mentira de su edad puede hacerse mas y mas grande. Sinceramente no le confiaría la seguridad de mi hija a una persona como ella.

—Tampoco hay que juzgar —Dijo Haru calmada, procediendo a comer de su cena en silencio.

Cuando Haru se callaba, ellos respetaban su espacio social, aceptando que no tenía nada más que aportar a la conversación. Cori presentía que algo malo pasaba, pero Lucas sabía que si de verdad le habían hecho algo malo en esa casa, Haru lo diría de inmediato y los llamaría para que fueran por ella.

Haru había dicho que Sara y Jade eran agradables, pero que Emma no le caía bien. Había llegado a casa, se lavó las manos y se sentó a cenar con ellos entablando una conversación. Claramente, todo estaba bien, ya que si no lo estaba, se hubiera ido directamente a su habitación. Lucas, un terapeuta retirado, sabía que su hija hablaba cuando necesitaba y quería, así que no insistió más.