HONEY┃HYUNJIN.

25

Haru despertó con la luz del sol que le daba directamente en el rostro. La habitación estaba cálida, y se dio cuenta de que debía ser pasado el mediodía, ya que si fuera más temprano, el aire estaría fresco. Aun medio dormida, soltó un suspiro y se incorporó lentamente, disfrutando del calor de las sábanas. Al abrir los ojos por completo, notó la ausencia de Hyunjin a su lado, y una breve ola de preocupación la invadió. Sin embargo, el sonido del agua corriendo en el baño la tranquilizó; Hyunjin aún estaba allí.

Se levantó de la cama, buscando su ropa interior en el desorden de prendas que habían dejado esparcidas la noche anterior. Justo cuando estaba por ponerse las prendas, unas manos frías se deslizaron por su cintura, haciendo que su piel se erizara y sus pezones se endurecieran por el contraste de temperatura.

—¡Carajo, Hyunjin! —Exclamó Haru, riendo sorprendida por el contacto frío —¿Quién demonios se ducha con agua fría?

Hyunjin rió suavemente, inclinándose para darle un beso fugaz en la mejilla —Hace calor afuera —Respondió con una sonrisa —Vamos, vístete. En cuanto me cambie, te llevaré a casa.

Haru sonrió de vuelta, aunque su expresión cambió cuando escuchó un golpe en la puerta de madera del mirador. Hyunjin se tensó momentáneamente, pensando que podría ser su hermano. Caminó hasta el mirador para mirar desde arriba, y su corazón se detuvo un momento al ver que era la policía. Una oleada de preocupación lo invadió, pero trató de mantenerse calmado.

—Quédate aquí —Le dijo a Haru, con un tono serio. Ella asintió, sintiendo un nudo en el estómago, y se sentó de nuevo en la cama, observando cómo Hyunjin bajaba las escaleras.

Hyunjin abrió la puerta, encontrándose con dos oficiales de policía. Su rostro se iluminó con una sonrisa falsa, perfectamente ensayada para situaciones como esta.

—¿En qué puedo ayudarles? —Preguntó con amabilidad.

—Sentimos mucho la molestia —Dijo uno de los oficiales —Pero no le quitaremos mucho tiempo. Queríamos informarle sobre el incendio en la propiedad de Emma Miller y preguntar si la conoce, ya que lleva desaparecida. Es necesario que alguien abra la casilla para limpiar la zona.

Hyunjin mantuvo su expresión despreocupada. —No, la verdad es que sé quién es, ya que básicamente es del vecindario, pero nunca he hablado con ella. ¿Tienen algún folleto o tarjeta por si aparece alguna información?

Los oficiales asintieron y le entregaron una tarjeta. Hyunjin la tomó, mostrando un falso interés y amabilidad —Gracias —Dijo, sonriendo cortésmente —¿Hay algo más en lo que pueda ayudarles?

—No, eso es todo —Respondieron los oficiales, devolviendo la sonrisa —Que tenga una buena tarde.

Hyunjin cerró la puerta, y su expresión se tornó seria mientras subía las escaleras. Encontró a Haru inquieta, sentada en la cama, claramente ansiosa por irse. La observó un momento, notando lo tierna que se veía en su impaciencia. Sin decir una palabra, comenzó a vestirse tranquilamente, tomando las llaves de su motocicleta del escritorio y un casco extra de uno de los armarios. Le extendió el casco a Haru, quien lo tomó con lentitud, su rostro reflejando una mezcla de nerviosismo y preocupación.

—¿Qué te pasa? —Preguntó Hyunjin, con una pizca de diversión en su voz —Estás pálida.

—¿Yo? —Haru rió nerviosamente —Nada, es solo que tengo miedo de que mi madre se enoje cuando vuelva —Puso el casco en la cama y comenzó a hablar con más nerviosismo —Oye, ¿y si me voy sola? Así te ahorro todo el viaje.

Hyunjin la miró con incredulidad —No pasa nada —Dijo, tratando de calmarla —Anoche te dije que te llevaría —Se acercó y acarició su mejilla con el pulgar.