CAPÍTULO 10

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El día menos esperado había llegado.

Arreglos florales cálidos, telas color perla y decoraciones en color oro.
Todo lo que siempre quiso si algún día llegaba a casarse y bueno... Justo ahora iba a hacerlo.

Aunque el modelo de revista británico con el que tenia un crush a sus diez años no tenía nada que ver con el rubio que se convertiría en su esposo, pero tampoco tenía mucho que envidiarle y eso era lo que más odiaba.

Valeria había llegado al lugar que había elegido su "prometido" y no se podía imaginar que lo hubiese podido escoger él. Arena Blanca, cielo azul y el mar calmado.

—No puedo creer que hayas alquilado a tiempo este lugar—estaba sorprendida viendo todo a su alrededor.

—No lo alquile, lo compre.

El lugar constaba de una hermosa playa amplia, junto con un claro mar de olas tranquilas. Grandes palmeras qué separan el lugar y el hotel de lujo qué se encontraba ahí mismo. El punto donde estaba el altar estaba en medio de un gran arco de flores plumarias qué daba vista al agua y el camino estaba tendido en una cubierta de madera con flores y pequeñas lámparas a los costados con sillas qué cubrían ambos lados.

Más cerca del hotel habían una gran sección con mesas vestidas y una gran carpa de tela fina y brillos. A la par, una pista de baile con pequeños foquitos colgados por todos lados.

Sin duda alguna era un lugar de ensueño.

—¿Compraste un hotel en la playa?

—No soy fan de este tipo de propiedades, pero dijiste que querías un lugar fuera de paredes y sin cámaras. Además, los invitados podrán hospedarse esta noche.

El hombre observaba como terminaban de decorar el lugar.

—Me llevo el crédito del lugar. Sin embargo, admito que hiciste un buen trabajo planeado esto—señalaba las cosas.

—Por supuesto, al fin y al cabo me caso por primera vez. Debía hacerlo bien.

—No se si es un honor o una desgracia ser el primer hombre con el que te cases.

—Ahora tú no tienes salida. Lo menos que espero hoy es una humillación en el altar—avisaba la rubia cruzándose de brazos.

—Soy un hombre de fiar, además yo fui el del trato—se acercó para tomar el mentón de la rubia—así que de hoy en adelante... No podrás deshacerte de mi—dijo estando a centímetros de su rostro.

Valeria no supo en que momento había quedado varada en su profundos ojos azules de cazador, qué al mismo tiempo parecían un abismo al fondo del océano. El hombre la había tomado desprevenida, haciendo que bajara la guardia por completo cuando la rubia bajó sus brazos mientras se aclaraba la garganta.

—Me adelantaré al hotel, no quiero que se me haga tarde—dijo dando un paso atrás, pero se detuvo al escuchar la voz de alguien a lo lejos.

—¡TEDDY!—gritaba como loca una mujer, mientras se acercaba a ellos.

—Mierda—maldijo por lo bajo.

La rubia a su lado no sabía que era lo estaba pasando y no le quedaba de otra que quedarse como espectadora ante tal escena.

—Teddy hijo del demonio—maldecia también la mujer.

La castaña de cabello rizado, dejó gritar en cuanto noto a la contraria. Cambiando su expresión y su tono totalmente, mientras que la rubia no sabía quién era la mujer, y por un momento llegó a creer que estaba loca o que incluso se trataba de una ex novia o algo similar.

Mi vida a a tu lado [EN PROCESO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora