CAPÍTULO 31

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Agradecía que el sofá fuese lo suficientemente amplio para la posición en la estaban.

El rubio pasaba su miembro expuesto entre las piernas de la rubia de forma lenta. Sujetando con fuerza la cintura de ella y simulando pequeñas estocadas al mismo tiempo que besaba cada parte de su cuello.

La estaba tentando demasiado. Mientras que, Valeria mantenía sus manos firmes en la espalda contraria, sintiendo flaquear sus piernas cada que sentía el roce. Ansiosa y mojada, la rubia se encontraba completamente lista para recibirlo.

—Relájate.

Las uñas tocando su piel le demostraba la agitación qué estaba sintiendo. Sin embargo, cualquier otra palabra que tenia por decirle se quedó en el aire cuando la mujer sin poder evitarlo más, bajo una de sus manos tomando su falo y apretándolo con tal deseo, causando que él cerrara los ojos mientras jadeaba ante la estimulación que estaba experimentando.

—¿Sigo?

Preguntó con la respiración entrecortada, recibiendo un asentimiento por parte de él mientras  bajaba su brasier con una sola mano para darle una mejor vista y sintiera un mejor placer.

Valeria siguió tocándolo de tal manera que el rubio comenzó a gemir su nombre, bajando su rostro para besar y lamer los pezones de ella, ahora sin ningún impedimento, mordía la punta de estos haciendo que ella intensificara el agarre sobre su falo y sus gemidos se escuchasen tan descarados.

—V-Valeria...

No mentiría, el toque de ella lo estaba volviendo débil. Sin embargo, trataría de resistir un poco más hasta estar en su interior.

—L-Lo quiero ya.

Demandó atrayendo su rostro al de ella para besar y morder sus labios sintiendo un desespero lujurioso por él.

—Lo tendrás.

Amaba cuando la rubia actuaba de ese modo. Terence sonreía muy placentero al escuchar ordenes de ella.

Bajando por completo su braga, él separo un poco sus piernas con delicadeza, consiguiendo tener más cavidad al momento de adentrarse en ella.

Asegurándose de que la mujer estuviese lo suficientemente lubricada, se alejó enderezándose un poco para lograr sacar un condón de su bolsillo, colocando el mismo sobre su miembro el cual estaba demasiado recto debido a la estimulación que le dio. Volvió a acercarse apoyando ambos brazos a un costado de ella y la beso de manera suave para luego verla a los ojos.

—Con tu permiso...

Se sumió en ella, ingresando la punta del falo lentamente provocando que la rubia soltara un gemido sin cuidado alguno, después de todo no había nadie más que pudiera escucharlos, nadie que no fuera el rubio quien se adentraba en ella, al mismo tiempo que Valeria hundía más los dedos sobre su espalda. Aferrándose a él al sentir todo su interior ir llenándose.

—T-Terence...

Su cuerpo subía y bajaba mientras que él comenzaba a moverse con rapidez. Provocando de forma repetitiva un sonido de chapoteo debido a sus fluidos cada que él la penetraba, llegando al fondo de su interior con intensidad.

—¿Me detengo?

Valeria negó.

—M-Más..

La mente de ambos estaba hecho un lío, no tenían nada más que perder por lo que en lo único que podían pensar era en poseerse en ese momento y la calmar la sed qué tenían por satisfacerse de cualquier forma.

Mi vida a a tu lado [EN PROCESO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora