CAPÍTULO 25

298 26 2
                                    

Capitulo corto para no estar tan ausente.      

No te olvides de votar. 🌟                      ————————————————

El ambiente de Terence Valeria iba tan bien, hasta que se vio interrumpido cuando alguien comenzó a tocar la puerta. Acaparado la atención de ambos.

—Disculpen, la señora Yulia me ha pedido traerles un cambio de ropa.

Por suerte solo era la ama de llaves. Sin embargo, eso fue suficiente para que el rubio se apartará con pesar de ella.

—Tenía que ser Yulia—protestaba con el ceño fruncido. Mientras se dirigía a Acaparado abrir la puerta.

La rubia por su lado, solo se enderezo en su lugar, sintiéndose un tanto apenada.

—Gracias, por favor no quiero que nadie más nos moleste. Mi esposa y yo solo queremos dormir.

"Dormir" Ja.

La señora se disculpó y seguido de eso, se marchó. Volviendo a dejarlos a solas, pero no con el mismo ambiente.

—Yo me cambio primero.

La rubia tomó la ropa y se anticipó al baño, dejándolo confundido y ansioso.

No es como no se hubiesen besado antes, es más. Ya hasta lo había visto desnudo. Sin embargo, tampoco quería apresurarla para que pasara algo más, tampoco quería ponerla incomoda cuando estuviera con él.
Terence no tuvo de otra que resignarse por el momento y esperar a que ella algún día tomara la iniciativa o si estuviera de acuerdo en estar juntos.

Debía ser paciente, ya había separado dos años para poder conocerla, y apenas hace unas semanas logró casarse con ella. Tampoco esperara que Valeria se enamorara mágicamente, al menos le había confesado qué no le parecía indiferente y que si no se tratara por el contrato, puede que incluso ya se hubiesen acostado. Pero él no quería significar solo una aventura para ella. Terence Legrand quería que, al estar con él, jamás volviera a estar con nadie más.

Porque él estaba dispuesto a ser solo de ella.

Un amor tan intenso, requería lo mismo.

Las cosas a medias no funcionaban para un corazón como el de él.

Quizá tomar aire fresco calmaría sus pensamientos. El rubio salió hacia el balcón de la habitación, teniendo una gran vista hacia el jardín principal. Recordaba como era su vida allí cuando era un niño. Cuando su abuelo murió, decidió que lo mejor sería que Yulia se quedara en esa casa. Al menos ella tenía mejores recuerdos que él.

De repente le dieron ganas de beber algo. Talvez una copa de vino, pero esa ya no era su casa y no podía husmear en la bodega, así como así.

—¿Estas bien? —la voz de la rubia sonaba preocupada cuando se hizo notar detrás de él.

—¿Por qué no lo estaría?

No quería abrumarla con sus pensamientos desordenados.

—Prometimos qué nos tendríamos confianza para llevar mejor el trato—le hizo notar ella acercándose con una expresión seria.

—Por favor, no me veas ni me hables así.

—¿Así cómo?

—Con una expresión y tono dominante. Me haces querer ser sumiso y desarmarme ante ti—sonrió de lado.

Valeria no entendía como podía ser capaz de decir cosas como esa estando completamente sobrio, en su mente no cabía la idea de una forma de ser diferente a la que le había mostrado.

Mi vida a a tu lado [EN PROCESO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora