Capitulo 22

428 50 25
                                    

Luego de ese lindo baño, ambos se fueron a sus respectivas habitaciones, sintiendo aquella calidez dentro de sus corazones, Ken no dejaba de pensar en la manera en que Umi se reía, y ella, no dejaba de emocionarse al recordar el beso en la mejilla que le dió Ken, por mas simple que fuera.

Pasaron las horas y llegó la mañana, cada uno estaba comiendo su desayuno, cuando el teléfono de Ken empieza a sonar.

El contesta y empieza a hablar, tanto su padre como Umi, están curiosos, puesto que Ken menciona fecha, lugar y otras informaciones que parecen tener relación entre ellas.

Cuando la llamada termina, Ken suspira y los mira, para luego decir.

—Tenemos un juego programado en Matsuyama

Umi no entendía, pero su padre asintió comprensible, no notaron la expresión de confusión que se habia apoderado de la chica. Por lo que continuaron hablado con normalidad.

—Entonces me imagino que se quedarán en algún hotel— dijo el Sr.Sato despreocupado.

—¿Quedarse?— pregunto confundida Umi.

—¿Pasa algo Umi?— pregunta Ken.

—A-ah no nada, me alegra que tengas un juego tan importante, será como unas vacaciones dentro del trabajo— respondió feliz.

Su expresión, por otro lado, decía que algo andaba mal, pero ella se negaba a decirlo.

Luego de terminar su desayuno, Umi se levanto y llevo su plato al fregadero, lavando este, después de terminar, fue hacia el gimnasio, sin decir ni una palabra más.

Ken y su padre cruzaron miradas. —Ve y habla con ella— dijo su padre.

Ken suspiro, se levantó de la mesa y dirigió hacia donde estaba ella.

La encontró golpeando el saco de boxeo, parecía desconcentrada y algo enojada, cuando se estaba acercando notó como dejo de golpear.

—¿Pasa algo Ken?— dijo ella, parecía irritada.

—Pareces enojada con el echo de que me voy por unos días— dijo acercándose a ella.

—No, estoy feliz por ti— dijo, mientras le daba un fuerte golpe al saco de boxeo.

—Pues no lo parece— afirmó Ken, poniéndose detrás del saco y deteniendo su moviento con ambas manos. Para que ella lo mirara.

—SI, lo estoy, es solo que, están pasando cosas raras en mi, ¿De acuerdo? Esperaba que me ayudarás, pero no podrás— respondió ella, suspirando cansada mientras se sentaba en una de la bancas.

Ken pensó por unos momentos, (¿Cosas raras? ¿Que clase de cosas raras? No tiene sentido).

—¿Que clase de cosas?— le preguntó el comprensivo.

—No puedo decirte, es vergonzoso, solo son extrañamente incómodas_ soltó sin más, al mismo tiempo, sus manos cubrieron su rostro, el cual se sonrojaba con cada palabra.

Ken no entendía a qué pudiera referirse, pero no le dió más vueltas, se sentó a su lado y suspiro.

—Puedes llamarme o pedirle a Mina que haga una videollamada conmigo, no estaré presente, pero no significa que no pueda oírte o ayudarte en lo que pueda— aseguro el con un tono suave.

Umi lo miró, rió y volteó su cabeza hacia otro lado. —Esta bien, pero debes prometer que te cuidaras allá, no puedo llegar a salvarte si estás tan lejos— bromeo ella.

—Que va, tu tranquila, que yo puedo con todo— dijo seguro de si mismo.

—Aja— respondió ella burlesca, antes de levantarse y empezar a entrenar nuevamente.

¿Me enamore de una Kaiju? °Ken Sato × Oc-female°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora