Capitulo 32

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Empezó a lanzarme golpes, a los cuales yo contra atacaba y defendia, en cierto momento mi vista se empezó a poner borrosa, a tal punto de no poder verlo frente a mi, está distracción la usó como ventaja para atarme a un poste de luz con demaciada fuerza y velocidad, sentia mis brazos doler. (Está claro que se parece mucho a Umi)

—¿Quien demonios eres? ¿Que quieres?— estaba más que furioso ya dolorido.

—Algo que tú tienes que es mío por derecho—

Dijo antes de irse corriendo a quien sabe donde, me había dejado allí, atado y confundido, cuando estaba intentando safarme pero era inútil, esas ataduras fueron hechas con fuerza sobrehumana, además por alguna razón no me podia transformar, sea lo que sea que me  inyectó, me impedia hacerlo.

La desesperación se apoderaba de mi con cada minuto que pasaba y la alerta de Mina atravez de mi reloj no hizo más que aumentarla.

—Kenji, tienes que venir a la casa— se le escuchaba preocupada.

—Estoy en un pequeño aprieto aquí Mina ¿Que pasa?— había logrado sacar una navaja de mi bolsillo y empezar a cortar esa soga.

—El está aqu-— la transmisión se cortó abruptamente, tampoco era necesario ser un genio para adivinar que quiso decir.

Cuando logré desatarme y calmarme un poco, todo hizo click en mi cabeza. El híbrido macho, se parecia a Umi, fue hacia la casa.

—¡¡UMI!!— empeze a correr suponiendo lo peor.

°Narra Umi°

El ya lo sabe— estaba más que destrozada, ¿Cómo había dejado que algo así pasara?

—¿Pero como es que lo sabe? ¿Le dijiste?— el Sr.Sato se había sentado conmigo en el sofá.

—No, no le dije— tenía la mente y vista perdidas, no sabía que hacer.

—¿Entonces como es que se enteró?—

—Nos escucho hablando en la cocina antes de ir a ducharse— su cara paso de confusión a perplejidad.

—Bueno, eso sí que es un problema— ahora ambos parecíamos perdidos y pensando que hacer o decir.

Estábamos hablando sobre que podría decirle a Ken cuando volviera de enfrentar al Kaiju, en eso, Mina nos alertó de que había movimiento extraño a las afueras de la casa. El Sr.Sato me dijo que no me preocupará, que la seguridad de la casa era muy buena.

Aún así, yo sentía un muy mal presentimiento, y tenia razón, mientras conversábamos, yo al borde de las lágrimas, las luces se apagaron, ambos nos extrañamos bastante. Eso era raro que pasara, mejor dicho nunca pasaba.

Yo empezé a oir unos pasos afuera, como si alguien no quisiera ser escuchado, fracasando debido a mi buen oído.

—Sr.Sato, escuché pasos afuera— le susurré en caso de peligro, pero parece que el no me escuchó.

—Mina, ¿puedes encargarte?—

Mina le asintió y se fue a arreglar los fusibles que, al parecer, eran la causa de que la luz no funcionara, yo sabía que era algo más. Mina dejó la habitación, dejándonos a mi y al padre de Ken en el sofá a oscuras, así fue hasta que el encendió la linterna de su teléfono.

—Wow, que util— dije mirando la tenue luz que nos brindaba el dispositivo.

—Por lo menos no estamos a oscuras— ambos reíamos hasta que escuchamos un fuerte golpe.

¿Me enamore de una Kaiju? °Ken Sato × Oc-female°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora