¿Me enamore de una Kaiju? °Ken Sato × Oc-female°

Capitulo 35

° Narra Ken °

Quería romper la ventana que me impedía salir de la cápsula. Aún si eso significaba que mi vida correría peligro. No me importaba, quería traerla conmigo, sabia que a una explosión así no sobreviviría y mis sospechas se confirmaron cuando a través de la misma ventana que me impedía salir, observé como toda la instalación se reducía a escombros, fuego y nada más que destrucción.

- ¡UMI! - Grité desesperado, aun así, sabía que ella no podía escucharme, ni ella, ni nadie.

Cuando la cápsula llegó a la superficie, vi a papá flotando en la suya y a la hija de Connor también. La marea estaba tranquila y la explosión no parece haber afectado la superficie. Puesto que ni siquiera había algún helicóptero o barco de rescate que nos viera la distancia.

Papá y yo nos reunimos en el agua, solo lo abracé desconsolado y él a mí. Sabiamos que probablemente ella no habría sobrevivido a la explosión sumando el hecho de que estaba herida. ¿No la volveríamos a ver? ¿Este era el fin? ¿Entonces ya no nos volveremos a ver? Todo por lo que habíamos trabajado durante todos estos meses, lo que había pasado a su lado, las cosas que habían pasado. lo que más me llegó a la cabeza fue la discusión que tuve con ella antes de que el imbécil aquel nos raptara, ,e crizó por la mente. Lo que le dije, como lo dije. Y su cara ntes de que nos lanzara.

Si tan solo pudiese retroceder el tiempo unos cuantos segundos antes y no haber reaccionado de esa manera, pero ya estaba hecho, sólo quedaba pensar en ello. Alguien parecía habernos ido a visitar, pero al no encontrarnos, se puso a volar por encima del océano intentándolo. Era Emi. Llegó donde estábamos nosotros y su cara lo decía todo, estaba confundida y no sabía qué estaba pasando.

La miré y su carita me recordó tanto a Umi. Que no pudo evitar llorar. Lágrimas salieron de mi cara sin control. Quería tenerla en mis brazos otra vez y decirle que la amaba, besar su linda carita toda mojada. No me importaba mojar mis labios o mis manos al hacerlo. Con tal de sentir el calor que solo ella me propiciaba era suficiente.

Emi nos llevó hasta la casa, vimos el desastre que había causado A416 Vimos a mina rota, mejor dicho, destruida en el suelo. Muebles destrozados, el ventanal por el que había entrado, también estaba todo roto. La puerta de la casa, la cual parece haber sido forzada. Y mucho desastre más. Cuando fui hasta la habitación de Umi, pude notar que muchas cosas faltaban, probablemente ella se las había llevado para poder ayudarnos. Y al final lo logró de una manera que ninguno esperaba.

Me senté al borde de su cama en silencio. Con la mirada y mente perdidas. No sabía ni siquiera qué priorizar ahora, si las heridas que tenía en mi cuerpo, el hecho de que papá probablemente también tren de heridas, mina que estaba destrozada. Y la casa, la cual había que poner en reparación ahora. Lo último no sería un problema. Pero todo lo demás, vaya que lo era.

...

El tiempo transcurrió con normalidad. Nuestras heridas sanaron, incluso reparamos y mejoramos a mina. Todo estaba bien ahora. Pero algo faltaba. Había pasado exactamente. Un mes con 17 días y no había ni siquiera rastro de Umi, una vez que el efecto de aquella inyección que me puso A416 pasó, papá pudo analizar aquel complejo que me había inyectado, resulta que era un adormecedor neuromuscular. Se encargaba de apagar algunas de las habilidades a los kaijus, en mi caso, ocasionó que no pudiera transformarme en Ultraman.

Papá y yo desarrollamos un anticuerpo. Yo se lo pedí, con la excusa de que cuando Umi volviera, lo necesitaríamos para ella. Papá solo me miraba y no decía nada, soltaba un suspiro y continuaba con su trabajo. Mina también parecía afectada por la ausencia de Umi, ya no tenía con quién charlar sobre temas banales que para cualquiera sean aburridos, pero para ellas dos, serían bastante más que interesantes. Sobrepasando lo usual.