Ken empezó a moverse, lento pero constante, Umi gemía a cada que él salía de su interior y volvía a entrar, él estaba al borde de la locura, quería moverse rápido y sentir su apretada vagina alrededor de su miembro, estrangulandolo y abrazándolo con sus paredes a más no poder. Pero sabía que debía controlarse.
Ken empezó a aumentar más y más la velocidad, lo que hacía que Umi gimiera más alto y el jadeara de placer.
Podía sentir como todo de ella se aferraba a su miembro, sus manos en su espalda estaban dejando varios rasguños con sus uñas y Ken, mordiendo sus muslos, para luego lamerlos.
Con cada embestida, la velocidad aumentaba, haciendo que los pechos de Umi se moviéran, también la expresión de placer en la cara de la híbrida era más que deliciosa para la vista de Ken, este se inclinó hacia ellos y empezó a modernos y lamerlos mientras continuaba con las profundas embestidas, los gemidos ya no eran controlados, solo salían de su boca.
Estaba volviéndose loca, la sensación del miembro de Ken dentro suyo era inigualable, podía sentir como golpeaba sus interiores y los movía con cada embestida, ya hasta se le dificultaba respirar debido al placer.
—K-Ken~— se atrevió agemir ella, él, al escuchar aquello, detuvo las embestidas y se quedó quieto mirándola. Respirando agitado.
—Dilo otra vez— demandó en un tono posesivo y deseoso, empezando a sacar su miembro de sus interiores.
Ella respiro agitada intentado reponerse.
—Ke-Ken~— gemido nuevamente. No solo porque lo quería dentro suyo nuevamente, sino, porque la lentitud con la que sacaba su miembro está haciéndola tiritar de placer.
Este, más que complacido, metió rápido su miembro.
—KEN~!— gritó ella de placer, el pelinegro ya no se controlaba, la embestia con fuerza, amor, deseo, una montaña rusa de emociones apasionadas que transmitía atravez de aquel acto de amor.
Los sonidos de sus pieles chocando, los fluidos uniendose y sus gemidos, resonaban en toda la habitación de aquel hotel, era seguro que si alguien se pasaba de curioso, escucharía lo que pasaba.
—Dios, estas tan apretada Umi— decía con deseo, mirándola de manera lujuriosa.
Dejo de suspender sus piernas y tomo su cadera, logrando ir mucho más profundo en ella, Umi estaba delirando, casi perdiendo el conocimiento, lágrimas caían de su cara, y su cuerpo llegaba al climax.
Ken no estaba lejos tampoco, sentir lo bien que conectaban sus partes estaba llevándolo cada vez más cerca.
Ambos se besaron, sus respiraciones se intensificaban con cada segundo y con cada arrepentida de Ken contra su vientre se acercaban más y más. El la beso con pasión entrando por completo en ella, Umi clavo sus uñas en su espalda y ahogo un grito en sus labios.
Fue allí cuando juntos llegaron al climax, el se quedó dentro de Umi como queríendo llenarla con su semen, y ella, aún sin sentir aquel líquido dentro suyo, sintió como su interior temblaba.
Se separaron del beso, Ken salió de su interior, y un "Pop" se escuchó, ambos rieron de manera cansada por el sonido, al mismo tiempo, intentaban recuperar el aire.
—Te amo Umi— dijo Ken completamente cansado, nunca había puesto tanto de su en hacer sentir bien a alguien más, pero estaba más que satisfecho y agotado con el resultado.
—Yo tambien te amo Ken— respondió, empezando a cabecear y recuperar el aliento. Su primera vez había sido más que increíble, pero al igual que Ken, estaba exhausta.
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¿Me enamore de una Kaiju? °Ken Sato × Oc-female°
FanficTras la muerte del Dr.Onda, Kenji continuaba con su vida "normalmente" Equilibrando sus deberes como Ultraman y jugador de los Gigants, eso era lo que creía, hasta que en medio de un ataque a la ciudad, le pareció ver algo fuera de este mundo, un cr...