Capitulo 20

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La Kaiju. Era igual a mi, pero era el estereotipo de un Kaiju normal, aún así, tenía mis mismas escamas, mismos colores, incluso mismos colmillos, solo que mucho más grande, voraz,  más aterrador y también mucho, pero mucho, más grande.

Estaba arrasando con la ciudad, derribaba edificios, destruía locales, lanzaba autos, está fuera de control, parecía buscar algo, no lo sabía, (¿Yo soy capaz de algo así?) pensé.

Rápidamente alejé esos pensamientos, no quería compararme a esa cosa, pero era imposible, nuestro parecido era más que innegable.

Ví como Ultraman llegó a la escena, dándole un fuerte golpe al Kaiju, lo sacó volando, este cayó a unos cuantos metros de distancia y Ultraman se encargó de poner a salvo a toda solas personas de la alrededores.

El kaiju todo enojado, toma un grupo de autos y se lo lanza, haciendo que Ultraman pierda la concentración en las personas que estaban corriendo en las calles y sentrandose en atrapar a las lanzadas, lo logró, pero estaban muy heridas por la sacudida, dejó los autos a una distancia considerable y se decidió a ponerle fin a esa cosa.

Mientras bajaba a las personas recibió un fuerte golpe por parte de la cola del Kaiju, que lo lanzó lejos, yo me espanté, fue un golpe directo al estómago con una cola llena de ¡¿Espinas?! Esa cosa tenía espinas en su cola, ¿Que carajos?

Yo miré mi propia cola en busca de algo parecido, pero no encontré nada.

Ultraman intento levantarse pero el Kaiju no le dió tiempo, empezó a golpearlo en el pecho y luego, cuando Ultraman estaba desorientado, lo mordió en el cuello, al verlo y oírlo soltar aquel grito de dolor, no pude evitar pararme rápidamente y empezar a correr en dirección a la puerta.

—¿A DONDE CREES QUE VAS SEÑORITA?— me preguntó severo su padre con ambos brazos extendidos impidiendome salir.

—Señor Sato, muevase él necesita mi ayuda— le dije desesperada intentando rodearlo.

—No, de ésto se debe encargar él, puede manejarlo y si así no fuera, no puedes salir, llamarías la atención de inmediato— me intento explicar, yo no quería escuchar nada, quería ayudar a Ke- Ultraman.

—¿Entonces quiere que en quede aquí sin hacer nada? Si se parece a mi entonces se sus puntos débiles, mis puntos débiles, USTED ENTIENDE, le seré de ayuda— le dije empezando a enojarme.

El pareció entender mi ganas de ir a ayudarle, su vista se posó en la pantalla donde se transmitía la pelea, estaba intentando pelear, pero el Kaiju contra atacaba mucho más fuerte.

El suspiró, —Mina traele algo para que pueda ir sin llamar mucho la atención— le pidió.

Yo sonreí, determinada a ayudar, —aguanta Ken— dije, mirando aquella pantalla con angustia.

Cuando Mina me trajo las prendas, las examine, eran un hoody con capucha, una mascarilla negra, unos pantalones estilo militar y una botas. También me dió una especie de audífono, igual al de la otra vez, me dijo que nos podríamos comunicar por ahí.

—Esto debería bastar para que no llames tanto al atención— me dijo mientras me ayudaba a ponerme todo.

—Gracias Señor Sato— le dije sonriente por debajo de la mascarilla.

—Cuidate— me dijo antes de que me fuera.

Yo le asentí saliendo de la casa, antes de sumergirme en el mar y nadar hasta la cuidad.

Al llegar ví todo el caos, está vez no tenía que contenerme con mis movimientos o acciones, solo cuidarme de no ser vista.

Empeze mi recorrido por la cuidad, ayudaba a personas, llevandolas hasta los paramédicos, entre otras cosas, luego me iba rápido, escuché un estruendo a lo lejos y supuse que allí estaba Ultraman, corrí y salte entre los edificios y sus escombros, (no recordaba lo divertido que es esto) pensé, agarrándome de las barandillas de un balcón en la altura para poder ver mejor el panorama.

¿Me enamore de una Kaiju? °Ken Sato × Oc-female°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora