25. ¿Amor?

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By Chloe

El avión se mueve con un ligero bamboleo mientras descendemos hacia Gales. Desde mi asiento, observo cómo las nubes grises se disipan, revelando un paisaje de colinas verdes y onduladas. Siempre he encontrado algo reconfortante en volar, pero hoy, el cansancio y la tensión del día me están pasando factura. Todo el drama en el aire, el cambio de cuerpos, las discusiones... ha sido una jornada más larga de lo que esperaba.

Me apoyo en la ventanilla, dejando que el frío cristal calme mi frente. El sol se oculta lentamente en el horizonte, pintando el cielo con tonos anaranjados y rosados. Es una vista preciosa, pero no puedo disfrutarla del todo con el peso de lo que nos espera en Gales. Todo parece tranquilo desde aquí arriba, pero sé que al aterrizar, la calma se desvanecerá.

Busco mi móvil en el bolsillo y, sin pensarlo mucho, le mando un mensaje a Jackie. Es curioso cómo, en medio de todo este caos, ella es mi ancla, mi conexión con una vida que parece cada vez más lejana.

Chloe: Oye, Jackie. Ya estamos bajando. Vamos a Gales, ¡Me imagino que te encantaría ver el paisaje desde aquí arriba! Todo verde y precioso, como de postal.

Miro la pantalla, esperando su respuesta, y mientras lo hago, no puedo evitar sentir una punzada de nostalgia. Desde que empezó esta misión, apenas he tenido tiempo para pensar en cómo era mi vida antes. Todo ha cambiado tan rápido.

El avión toca tierra con un pequeño rebote, y siento cómo mis hombros se tensan automáticamente. Sé que debería relajarme, pero es difícil cuando todo parece estar tan al borde del abismo. Por un momento, pienso en lo que Jackie estaría haciendo ahora. Probablemente algo mucho más relajado, algo normal. La normalidad parece tan lejana para mí en este momento.

El móvil vibra en mi mano, y una pequeña sonrisa se me escapa al ver el nombre de Jackie en la pantalla.

Jackie: Gales, ¿eh? Suena increíble. Hazme un favor y sácame muchas fotos. Aunque claro, conociéndote, probablemente ya tengas la cámara lista. ¿Cómo va todo?

Siento un calor familiar en el pecho. Jackie siempre ha sabido cómo hacerme sentir mejor, incluso a kilómetros de distancia.

Chloe: Pues... digamos que podría estar mejor. Hemos tenido algunos... problemas, por decirlo suavemente. Pero estoy bien, no te preocupes. Te mandaré fotos, lo prometo. Aunque no creo que sean de paisajes tan bonitos, ya sabes cómo es esto.

Es un alivio hablar con ella, aunque sea a través de mensajes. Ella no tiene idea de lo que realmente estamos enfrentando, pero su apoyo silencioso me da la fuerza que necesito.

El avión finalmente se detiene, y todos comenzamos a levantarnos de nuestros asientos. Daiani sigue absorta en su libro, con esa mirada intensa que tiene cuando está a punto de descubrir algo importante. Matheo y Arioch están todavía lidiando con su cambio de cuerpos, y aunque la tensión entre ellos se siente en el aire, parece que están empezando a acostumbrarse, al menos un poco.

Rober da un paso adelante, su expresión seria como siempre, listo para guiarnos hacia el próximo desafío. Me guardo el móvil en el bolsillo trasero, sabiendo que la tranquilidad de este momento es efímera.

Chloe: Tengo que irme. Te escribo en cuanto pueda, ¿vale? Cuídate mucho, Jackie. Te echo de menos.

Jackie: Cuídate también, Chloe. Y recuerda, estoy aquí cuando quieras hablar. Te echo de menos también.

Respiro hondo, tratando de grabar en mi mente esas últimas palabras antes de enfrentar lo que viene. Jackie siempre ha sido mi punto de apoyo, y aunque no se lo digo lo suficiente, no sé qué haría sin ella.

Cuando finalmente salimos del avión, la brisa fría de Gales me golpea el rostro. Las colinas que vi desde arriba ahora se alzan majestuosas a nuestro alrededor, como si nos estuvieran dando la bienvenida a lo que podría ser el mayor desafío hasta ahora. Miro el horizonte, luego a mis compañeros, y finalmente a Rober, quien comienza a dar instrucciones.

No importa lo cansada que esté, no puedo permitirme descansar ahora. Me concentro, ajustando mi mochila, y me preparo para lo que viene. El Vaso de Nanteos no se encontrará solo, y aunque mi mente sigue pensando en Jackie y en lo que podría ser un momento de paz, sé que tengo que estar presente aquí, para todos nosotros, y para Camilla.

Llegar a Gales es como entrar en otro mundo. A pesar de todo lo que ha pasado, no puedo evitar sentir una especie de calma al estar rodeada de tanto verde. El aire aquí es fresco, cargado de humedad y tierra, y el olor a bosque y lluvia inminente llena mis pulmones. Es un contraste tan fuerte con el caos que hemos dejado en el avión que me siento momentáneamente desconectada de todo lo que está pasando.

Rober organiza rápidamente el transporte desde el pequeño aeropuerto. No es un hombre que pierda tiempo, eso está claro. Un par de taxis nos llevan por caminos serpenteantes a través de las colinas hasta una cabaña que hemos alquilado cerca de nuestro próximo objetivo: el Vaso de Nanteos. La cabaña es modesta pero acogedora, escondida en un claro rodeado de árboles altos. Justo lo que necesitábamos para tener algo de privacidad y descansar antes de la siguiente fase de nuestra misión.

Cuando llegamos, estoy tan agotada que casi olvido mi promesa a Jackie. Pero luego, al salir del taxi y ver el paisaje, no puedo evitar sacar mi móvil y tomar una foto rápida. La cabaña, con su techo de paja y paredes de piedra cubiertas de musgo, parece sacada de un cuento de hadas. Envuelvo mis brazos alrededor de mí para protegerme del frío mientras tomo un par de fotos más, asegurándome de capturar las colinas en la distancia y el cielo gris que amenaza con lluvia.

Envié una foto a Jackie con un breve mensaje:

Chloe: Ya estamos aquí. Es tan hermoso como prometí. Te mantendré informada.

Nos instalamos en la cabaña, repartiendo habitaciones y asignando tareas. Daiani se queda en la sala principal con sus libros esparcidos por la mesa, ya sumergida en sus investigaciones. Matheo y Arioch siguen con su lucha interna, aunque parece que han alcanzado una especie de tregua incómoda. No es fácil adaptarse a un nuevo cuerpo, mucho menos cuando ese cuerpo pertenece a alguien que conoces tan bien y con quien has compartido tanto.

Yo me retiro a mi habitación, pequeña pero acogedora, con una ventana que da al bosque. Me dejo caer en la cama, sintiendo cómo mis músculos finalmente se relajan. Pero mi mente sigue inquieta, llena de pensamientos sobre lo que viene, sobre Camilla, y sobre cómo vamos a manejar todo esto.

Miro por la ventana, observando cómo las sombras de los árboles se alargan con el paso del tiempo. La paz del lugar se cuela en mí poco a poco, pero sé que es una ilusión pasajera. Aquí fuera, en medio de la nada, nos enfrentamos a un peligro real, y eso pesa sobre todos nosotros.

Mi móvil vibra, y veo que es un mensaje de Jackie.

Jackie: Es precioso, Chloe. Espero que puedas disfrutarlo un poco, aunque sé que estás ocupada. No te olvides de cuidarte, ¿Vale?

Sonrío suavemente al leerlo, sintiendo una oleada de cariño hacia ella. En medio de todo este caos, Jackie siempre ha sido mi recordatorio de que aún existe algo de normalidad en el mundo.

Chloe: Lo intentaré. Gracias por estar siempre ahí, Jackie. De verdad. Espero poder verte pronto.

Me dejo caer sobre la cama, con el móvil sobre mi pecho, y cierro los ojos por un momento. Estoy agotada, pero también sé que no puedo permitirme desconectar del todo. No aquí, no ahora.

Unos minutos después, escucho un golpe suave en la puerta. Es Rober. Asoma la cabeza por la rendija, su expresión grave como siempre.

—Chloe, estamos organizando la estrategia para mañana. ¿Te unes?

Asiento y me levanto con un suspiro. —Sí, claro. Dame un segundo.

Miro una última vez mi móvil antes de seguir a Rober. Sé que no habrá mucho descanso en los próximos días, pero por ahora, al menos, tengo un pequeño refugio en este lugar tranquilo, en la cabaña, y en los mensajes reconfortantes de Jackie.

Bajo las escaleras hacia la sala principal, donde el resto del equipo ya está reunido. Daiani está rodeada de libros, y Matheo y Arioch, aunque claramente incómodos, están atentos. Rober nos mira a todos, listo para guiarnos a través de la siguiente parte de esta misión.

Un infierno tras de míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora