By Chloe
El vacío era opresivo. Cada paso que daba parecía perderse en la nada, como si el suelo mismo se desvaneciera bajo mis pies. La oscuridad era tan densa que me envolvía como una manta húmeda, ahogando cualquier atisbo de luz o esperanza. El frío era penetrante, una helada que se introducía en cada rincón de mi ser, un frío que no solo afectaba mi piel, sino que parecía congelar mis pensamientos y emociones. Era como si el infierno mismo hubiera dejado de existir, sumido en una noche sin fin.
Al caer en el séptimo anillo, la sensación de ser tragada por un abismo oscuro fue casi física. Me encontré en medio de un vacío interminable, el frío cortante haciéndome temblar hasta los huesos. Mientras intentaba adaptarme a la oscuridad total, mis pensamientos giraban en torno a la incertidumbre de si estábamos todos bien y a salvo. Los otros se dispersaron alrededor, sus voces resonando como ecos lejanos.
Poco a poco, empecé a distinguir algunas formas en la penumbra. Sentía la presencia de los demás, aunque no podía verlos claramente. La angustia en el aire era palpable, un sentimiento compartido que nos envolvía a todos en una sensación de aislamiento desesperado. A medida que me acercaba a las figuras familiares, la realidad del lugar se hacía más aterradora.
De repente, un grito desgarrador rompió el silencio sepulcral. Mi corazón se aceleró, y me volví en dirección al sonido. Vi a Lilith moviéndose con desesperación, su silueta tambaleándose en la oscuridad. Cuando sus ojos encontraron a Matheo, una chispa de esperanza y alivio brilló en su rostro. Sin pensarlo, se lanzó hacia él, sus brazos extendidos en un abrazo que buscaba consuelo y familiaridad.
—¡Arioch! —gritó Lilith, su voz cargada de desesperación.
En ese momento, el entorno se llenó de un leve resplandor, una luminiscencia tenue que reveló parcialmente las figuras que nos rodeaban. Matheo, sorprendido y confundido por el ataque repentino, intentó abrazarla con la misma desesperación. Sin embargo, el rostro de Lilith pronto se tornó en una expresión de angustia y confusión. Sus ojos, que antes reflejaban esperanza, ahora mostraban el dolor de la desilusión. Matheo no era Arioch.
—Matheo... —murmuró Lilith, alejándose lentamente de él, el brillo en sus ojos desvaneciéndose en un mar de tristeza.
El reconocimiento de Matheo en lugar de Arioch golpeó a Lilith con una fuerza abrumadora. Su desesperación se transformó en una tristeza palpable, y la esperanza que había albergado se convirtió en un vacío inquietante. La oscuridad del lugar parecía intensificar su dolor, creando un eco silencioso de su angustia.
Al mirar a mi alrededor, me di cuenta de que este lugar, aunque lleno de desesperación, también ofrecía una extraña forma de restauración. Las energías infernales que nos rodeaban parecían haber devuelto nuestros cuerpos a su forma original, aunque no sin un precio. Nos encontrábamos en un estado de confusión, tratando de entender cómo habíamos llegado a este punto y qué significaba estar aquí en este abismo helado.
El frío seguía siendo una presencia constante, una garra helada que se enroscaba alrededor de nuestras almas. Cada respiración se sentía como una lucha, el aire gélido que entraba en nuestros pulmones parecía casi corrosivo. El silencio era ensordecedor, roto solo por los susurros inquietos y los ecos de nuestras propias voces.
—¿Arioch? —pregunté, mi voz temblando en la oscuridad, aunque no sabía si él estaba cerca o no. La vastedad del lugar hacía que encontrar respuestas fuera casi imposible.
El aire estaba cargado de una opresión que parecía estar hecha de desesperanza. La presencia de los demás ofrecía un tenue consuelo en medio de la oscuridad, pero la realidad del lugar seguía siendo aterradora. Cada paso que daba, cada movimiento que hacía, me sentía más atrapada en un lugar donde la esperanza parecía haberse extinguido.
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Un infierno tras de mí
Teen FictionSegunda parte de El Despertar de los Mundos. Historia coescrita con Blondewriter. Desde la muerte de Camila, todo ha cambiado para nuestros personajes, ahora se sienten perdidos y rotos. ❌🚫 No se permite la impresión de esta obra, ni la venta ilega...