Adam
Finjo que duermo en tanto Betnahy se coloca sobre mi pecho y me observa desde su altura. En varias ocasiones la he atrapado viéndome dormir, parece que es un pasatiempo que compartimos porque yo también lo hago siempre que puedo.
–Se que estas despierto. –murmura divertida.
Aparto un poco el brazo que tengo sobre la cara y usaba para protegerme de la claridad. Abro un ojo y me encuentro con su rostro sonriente mientras pasea uno de sus dedos por la nuez de mi cuello haciéndome tragar saliva.
–Buenos días, mi vida. ¿Qué tal has dormido?
–No mejor que tú. –contesto con el pulso acelerado debido al nombre que usa para dirigirse a mí– Te has adueñado de toda la cama.
–Podrías ofrecerte de voluntario para ser mi colchón, tal vez así me replantee estar quieta.
–Lo hice, pero volviste a moverte.
Suelta una pequeña risa antes de juntar nuestros labios, correspondo de inmediato colocando mis manos en su cintura, aunque no tardo mucho en deslizarlas hasta sus glúteos y apretarlos.
Con una mano detrás de su nuca la dejo debajo de mi, envuelve sus piernas desnudas y largas alrededor de mis caderas y de un movimiento choca su pelvis con la mía encajando nuestras partes íntimas a la maldita perfección.
Deslizo los tirantes del fino pijama por sus hombros con lentitud sin dejar de besarla, saca los brazos y la prenda queda sobre su estómago dejándome sus deliciosos pechos al aire, los cuales no tardo en devorar.
Aprieta los labios acallando un sonoro gemido cuando muerdo sus pezones y chupo dejando marcas rojas que tanto me gusta ver sobre su piel. Enreda los dedos en mi pelo echando la cabeza hacia atrás y se remueve inquieta y necesitada.
Me dispongo a bajar para satisfacer los deseos sexuales de mi mujer y de paso menguar las ganas constantes que tengo de su coño, me parece una muy buena manera de empezar el día. Todo mi magnífico plan se va a la mierda cuando tocan la puerta y hablan desde el otro lado.
–¿Qué hace la puerta cerrada? –forcejean con la manilla– ¡Hija, abreme!
Soltamos ambos un largo suspiro y antes de dejarme caer sobre su estómago.
–Papá bajamos enseguida, solo nos estamos preparando.
Tardo varios segundos en escuchar los pasos que demuestran que mi jodido suegro se ha alejado de la habitación de una vez por todas. Apoyo mi frente sobre la de ella, frustrado.
–Puta mierda. –gruño y ella sonríe– Hecho de menos estar en casa, extraño nuestras rutinas y poder hacer lo que nos dé la gana, cuando y como nos dé la gana.
Soy sincero, no me gusta tener que andar con cuidado siempre que quiera follarme a mi mujer, quiero poder hacerlo cuando esté caliente y ya, sin molestarme en mirar donde estoy porque estamos en nuestra casa y podemos hacerlo donde surja.
–Aguanta, ya queda poco. –me palmea el pecho como si eso fuera a reconfortarme.
–Joder, ni que tuvieramos una relacion secreta, follar es lo normal en una pareja.
–Piensalo, es divertido. –frunzo el ceño en busca de una explicación porque no encuentro divertido el hecho de estar con la polla dura todo el día– Parece que hayamos vuelto a nuestra juventud, parecemos unos adolescentes tratando de esconderse de sus padres.
–Ellos follan igualmente, no como nosotros.
–Solo imagínalo, sé creativo y será más fácil. –rueda los ojos.
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AMOR POR CONVENIENCIA
RomanceA Bethany Jones le han aceptado una entrevista en una de las empresas más prestigiosas de New York pero... ¿Que pasará cuando descubra que acaba de firmar el contrato para ser la esposa de Adam Wilson?