Cap9. Brillas cuando caminas

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El símbolo de una nueva storie de Martin arriba de toda su pantalla lo descolocó. ¿Desde cuándo lo seguía? Apretó el icono y se encontró con el rostro del vasco, sin camiseta, en una foto tomada desde arriba, con su mirada seductora y ese brillo especial. Reconocería esa mirada como si fuera ayer, la misma que tenía después de habérselo follado aquella vez.

—Ruslana, ¿tú cogiste mi móvil y le diste follow a Martin en Instagram? —preguntó, sin rastro de humor. Un fastidio infundado lo invadió apenas ver la foto.

La pelirroja le dedicó su mirada de cachorro—. Sí, amor, no te enfades conmigo, pero Martin me dijo que él te seguía a ti y tú no a él, y que por eso no quería seguir intentando ser tu amigo —le mostró un puchero falso.

Juanjo bufó, manipulaba hasta a su mejor amiga para conseguir lo que quería. Estaba llegando a un punto en el que todo lo que había trabajado para conseguir tranquilidad y paciencia se estaba yendo por la borda. El vasco lograba apretar todos los botones adecuados para sacarlo de quicio, y lo peor de todo es que no sabía cuánto tiempo más iba a pasar antes de explotar contra él. Inhaló hondo y exhaló lentamente.

—No estoy enfadado, Rus —la acercó a él con protección—. Solo no vuelvas a coger mi móvil sin permiso, ¿vale? Creí que nos teníamos confianza...

La pelirroja lo tomó por el rostro y, con un gesto de arrepentimiento, asintió antes de besarlo despacio en forma de disculpa.

—¿Te gusta este? —al rato, Ruslana le modelaba sus atuendos pidiendo la opinión de su novio.

—Me encanta, guapísima —contestó Juanjo, mirándola un microsegundo y volviendo a sus pendientes en el móvil. Le entretenía más ver los comentarios de sus fans y responderles que opinar del vigésimo traje que se probaba su novia.

La pelirroja bufó con fastidio—. Con todo lo que me he puesto me has dicho lo mismo —replicó, viéndose nuevamente en el espejo largo de su salón—. Me veo fatal, por favor, Juanjo, mírame.

Juanjo rio por lo exagerada que era. Modelaba cada traje y se miraba en el espejo encontrando un mínimo detalle que la hacía cambiar de opinión. Sin esperar respuesta del maño, volvió a su habitación para ponerse otra cosa.

Minutos después apareció con un nuevo conjunto: una pequeña falda y un corsé negro—. Me gusta este, pero lo veo muy básico —resopló.

—Te faltan los accesorios y todavía maquillarte, ¿a qué hora se supone que es tu fiesta? —preguntó curioso el mayor.

—¿Qué hora es? —preguntó la pelirroja.

Juanjo miró su móvil—. Las 21hrs —respondió despreocupado.

Ruslana soltó una palabrota y corrió a por su móvil, encontrando varias llamadas de su mejor amigo—. Me va a matar, en plan, ve preparando mi entierro —corrió de un lado a otro con desesperación—. Tengo que pasar por él, todavía me queda mucho, no encuentro una puta mierda que ponerme y todavía no me he maquillado. Nos vamos a perder la mejor parte de la fiesta, cuando llega la cumpleañera, y Martin quiere...

Juanjo la tomó de los hombros intentando tranquilizarla—. A ver, tranquila, respira un poco —le dedicó una sonrisa, transmitiéndole seguridad—. Iré yo por Martin, mientras tú terminas de elegir qué ponerte, que por cierto, todo te queda increíble. Pero este último... —se mordió los labios negando con la cabeza—. Y bueno, pasamos por ti y os llevo al cumpleaños.

Ruslana lo miró enternecida—. Eres la mejor decisión que he tomado en mi vida —se sentó en sus piernas para llenarlo de besos.

                     ☆ ☆ ☆ ☆

Starry Night Donde viven las historias. Descúbrelo ahora