Cap35. Barcelona Fugaz

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—Literalmente estáis perdiendo un seguidor cada diez minutos, y vosotros aquí tan tranquilos tumbados en el suelo —bufó incrédulo Alex, caminando junto a Violeta para darles las novedades del drama.

Juanjo soltó una risa mientras rodeaba a Martin con el brazo, sin ninguna intención de levantarse.

Después de la última discusión con Ruslana, Martin había pasado por un bajón que solo Juanjo conseguía aliviar con pequeños gestos. Esa noche, decidieron escapar de la fiesta, envolverse en las mantas de la habitación de Martin, encender una película de Harry Potter y olvidarse del mundo entre un cuenco de palomitas y otro de chuches. Todo con tal de desconectar de la tormenta mediática que Ruslana había desatado con sus acusaciones. Querían ignorarlo, pero verla acaparando portadas, entrevistas y titulares donde los ponían de "villanos" ya había sobrepasado el límite.

Ahora estaban tumbados en la alfombra de casa, tras haber amanecido juntos y decidido desayunar al aire libre en el jardín. Alex y Violeta habían llegado hacía poco, después de tomar una decisión final para frenar el desastre mediático, y traían novedades.

—¿Y bien? —preguntó Juanjo mientras empezaba a levantarse, ayudando a Martin a hacer lo mismo, aunque él se resistía un poco.

—Hemos hecho todas las llamadas pertinentes. Su mala fama se acaba esta semana... —anunció con una sonrisa triunfante la mánager del cantante.

—¿Así que tenemos buenas noticias? —preguntó Juanjo, mirando al resto con una mezcla de curiosidad y esperanza, deseando saber cuál sería el plan para arreglarlo todo.

☆ ☆ ☆ ☆

—¡Acción! —gritó Salma, y todos empezaron a trabajar en lo que ya tenían planeado.

Martin sonreía embelesado al ver a su novio cantando cada verso de esa canción que había escrito para él, sin siquiera conocerlo del todo en aquel entonces. No podía evitar morderse los labios al observar cómo Juanjo "actuaba" ante la cámara, transmitiendo tanto solo con sus ojos, a través de ese antifaz que le habían puesto como símbolo de misterio y deseo.

—Terminamos con tu escena, Urrutia —le avisó Salma, dando por concluidas las tomas de su chico.

Estaban en Barcelona, y habían decidido grabar el primer single del cuarto álbum de Juanjo, Barcelona Fugaz, en el que el protagonista del videoclip no podía ser otro que Martin, su inspiración real.

Las primeras escenas del videoclip se filmaron en el mirador que fue testigo de su primer encuentro, capturando la esencia de aquella locura inicial. Ambos llevaban antifaces, simbolizando el desconocimiento mutuo de esos primeros momentos, como dos extraños que apenas empezaban a descubrirse.

Vestían trajes negros elegantes, cada uno con un toque único: Martin, con un estilo más clásico pero sin perder su aire desenfadado, y Juanjo, en una versión más relajada y despreocupada, dejando un par de botones desabrochados.

La siguiente secuencia se grabó en una limusina, con una botella de champán en mano, rememorando aquella noche en la que se dejaron llevar sin preocuparse por el mañana. Ambos se reían, medio recordando los detalles de esa noche loca, ya que ninguno de los dos estaba realmente en sus cabales en aquel entonces.

Luego, la filmación se trasladó al lobby del hotel, donde grabaron una escena corriendo de la mano, como si estuvieran escapando de la realidad, hasta llegar al ascensor. Fue en el ascensor donde la tensión alcanzó su mayor punto. Tan cerca uno del otro, mirándose y respirando el mismo aire, la escena sugería que en cualquier momento podrían besarse, pero el beso nunca llegaba, dejándolos atrapados en un anhelo no satisfecho. Cada momento estaba cargado de una tensión palpable, y el uso de los antifaces que se les había dado desde el principio reforzaba el mensaje de que, en esos momentos, eran completos desconocidos para el otro.

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