PECADO DE ALFA

25. Sufrimiento

Aziraphale seguía en cama. Acostado. Dejando que todo siguiera su curso. 

Era obvio que Anthonny no cambiaría de la noche a la mañana. Era obvio que no lo amaba. 

¿Cómo pudo dejar su propia venganza de lado?

¿Cómo pudo permitir que todo esto saliera mal?

—Ni siquiera porque te he dado un hijo...no me perdonarás jamás...— Se resignaba a esto. El llanto parecía haberse ido de nuevo. No podía llorar aunque ahora lo deseaba intensamente. 

Se levantó de cama. Su cuerpo le guiaba. El omega empezó a gritar. Gritar de desesperación. De dolor. 

Comenzó por lanzar varias cosas, sin importarle nada. Solo deseaba sacar su enojo de alguna u otra manera. 

Seguía lanzando cosas, la furia y la molestia ignoraban el estado de su cuerpo. Él solo deseaba desahogar todo.

—¡Eres un idiota, Anthonny Crowley! ¡Me quitaste a mi bebé! ¡Me quitaste mi fortuna!  ¡Y me quitaste mi identidad como alfa!.. — El dolor de su vientre ya no era intenso como hace horas. Pero él seguía triste. Y seguía sufriendo por esto. Su llanto parecía haberse evaporado por el parto. Pero aún así...sentía un gran vacío en su pecho — No me vas a alejar. No te voy a dejar hacer esto. No me iré. 

El omega estaba decidido. Decidido a quedarse...porque tal vez, en algún instante, él podría ver a su bebé. Lo podía ver aunque sea por accidente. Podría hablar con él...o ella. Ni siquiera sabía si era niño o niña, algo que lo mortificaba. 

Lo que el omega no permitiría por nada, es que Crowley obtuviera a su bebé fácilmente. No, de ningún modo el alfa estaría con su cachorro en paz. El estaría detrás de su bebé, hasta poder conocerlo. 

—No me vas a alejar...no mientras siga yo aquí — El omega ahora tenía un propósito. Cuidar de su hijo aunque estuviera alojado en esta cabaña. 

El alfa estaba sorprendido de la determinación del omega. De su desfachatez al venir de ese modo hacia él. Y que el primer pensamiento de Aziraphale, fuera el bebé. 

Sin embargo, no podía tenerlo cerca. No ahora. 

Debía alejarlo de la vida de su hija. Estaba seguro que este estaría buscando el modo de conocer a la bebé. 

El alfa también tenía sentimientos contrariados. Pero no estaba de acuerdo en mantener a lo único bueno que tenía en su vida, cerca de una persona como Aziraphale...y además...seguía en pie su venganza. 

Mandó a llamar a un sirviente. Estaba tenso, y desesperado. 

—No dejen que ese omega se acerque a la mansión. Quiero...que lo alejen de aquí. Dale algo de ropa y...mándalo lejos de este lugar. No me importa dónde. Solo...háganlo. 

Lo dijo con molestia. Con enojo, con una mezcla de ira. Sabía que seguro este buscaría como escapar, y no solo, sino con la bebé. Pero...ahora las cosas cambiaban...no dejaría que su hija conociera a este tipo. Y Aziraphale... sería libre. Estaría lejos, pero Crowley....ya no quería a este cerca de su hija. Era un peligro mantenerlo cerca.