La suave vos de un ángel...(Rusger/Alemania×Rusia)

22. Проблемы

Aproximadamente a las 2:00 PM Entraron a la casa a alistarse para ir a la junta de la ONU, ya que era necesaria una breve junta antes del evento mayor al día siguiente. La junta solo duraría unas 2-3 horas, bastantes breves a comparación de las juntas que llegaban a durar 6-9 horas y al final nunca resolvían nada.

Alemania fue el primero en estar listo, vestía con su traje negro formal con su brazalete de la Union europea y un pin en su corbata de su bandera. Sin embargo este a pesar de verse mejor que nadie no podía dejar de mirarse en el espejo enojado hasta por su más mínimo defecto o cosas que no le gustaban de el como sus dientes o sus ojos o simplemente el echo de no hablar lo enfurecian. En cambio Rusia no se esforzaba tanto en su apariencia solamente se puso su traje azul marino y su mayor problema era que su cabello no se acomodaba lo cual era su única frustración.

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La luz del día fue reemplazada por la fría iluminación de las instalaciones de la ONU, un contraste notable con la calidez que Rusia y Alemania habían compartido en la mañana. Rusia se sentía ansioso sin ninguna razón mientras caminaba al lado de Alemania hacia la sala de reuniones, con la mente aún perdida en los recuerdos y la cercanía que habían compartido está mañana. Sin embargo, esa paz se desvanecía a medida que se acercaban al desastre y la formalidad del entorno de las instalaciones.

Italia, quien ya había llegado, los recibió con una sonrisa que se desvaneció al instante al ver a Rusia a su lado. Se adelantó hacia Alemania, ignorando deliberadamente al euroasiático.

-¡Alemania! -saludó Italia con un tono demasiado entusiasta, dándole un abrazo breve pero posesivo ignorando por completo la presencia contraria a propósito

-¿Estás listo para la reunión? Hay muchas cosas importantes que discutir- .Alemania asintió y levantó su libreta para escribir una respuesta. Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, Italia lo tomó del brazo, apartándolo unos pasos de Rusia, quien los observaba con una expresión neutra pero con la mandíbula tensa.

-Escucha, -susurró Italia en voz baja pero claramente audible para Rusia-. Ten cuidado con Rusia. No sé qué hace aquí contigo, pero ya sabes cómo es. Se acerca, finge ser tu amigo y luego... bueno, ya viste cómo terminó todo con cierta persona... No confíes en él, Alemania. No quiero que pases por lo mismo.

Alemania intentó apartarse suavemente, escribiendo con rapidez en su libreta: "Rusia ha cambiado. Y ". Pero Italia no lo dejó terminar, apretando su agarre y continuando con sus piedradas hacia el euro-asiatico.

-Él ha cambiado, ni lo hara. Todos lo sabemos. No entiendo cómo puedes ser tan ingenuo y estúpido, después de todo lo que sabemos sobre él. Tal vez estés cegado por qué era tu novio o amigo o yo que se de la infancia, pero yo estoy aquí para protegerte de esa influencia. ¡Mira cómo intenta manipularte con su actitud de hippie buena onda!

Alemania intentó de nuevo alejarse, pero Italia seguía insistiendo. Rusia, que había permanecido en silencio hasta ese momento, no pudo contener más su ira. Dio un paso hacia adelante, sus ojos brillando con una mezcla de furia y dolor.

-Ya basta, Italia. -La voz de Rusia cortó el aire, firme y resonante. Alemania y los demás presentes en la sala se volvieron para mirarlo, algunos sorprendidos, otros solo querían saber que pasaba. Alemania intentó calmar la situación con una mirada, pero Rusia estaba decidido.

Italia soltó una risa sarcástica, sin soltar del todo a Alemania incluso apretando más su agarré hasta el punto de casi enterrar sus uñas en su brazo. -¿Qué pasa, Rusia? ¿No puedes soportar escuchar la verdad? Siempre es lo mismo contigo, causando problemas donde quiera que vas. Eres idéntico a tu padre, creyendo que puede tomar lo que quiera cuando quiera.