El evento había terminado a las 3:00 am, y la noche se había apoderado de Berlín. La luna se alzaba sobre la ciudad, observando en silencio mientras las sombras se alargaban en las calles tranquilas. La casa de Alemania se había llenado de un aire sombrío, un eco de la atmósfera tensa del evento reciente.
Rusia había notado la carga que llevaba Alemania durante el evento. Aunque había tratado de mantenerse distante, la preocupación había comenzado a filtrar en él. Ahora, con el evento concluido, seguía a Alemania de cerca, observando cómo se dirigía a su hogar con una expresión de agotamiento.
Cuando llegaron a la casa, Alemania se deshizo de su abrigo con movimientos cansados y se dirigió al baño sin decir una palabra. Rusia, preocupado por su amigo, decidió seguirlo discretamente. Sabía que Alemania era mudo, pero también entendía que a veces, el silencio decía más que mil palabras.
Alemania cerró la puerta del baño tras de sí y dejó escapar un suspiro de alivio. El cuarto de baño estaba decorado de forma minimalista, y la bañera en el centro de la habitación parecía acompañarlo en su soledad. Alemania encendió un cigarro y dejó que el humo se enredara en el aire mientras se desnudaba lentamente. Antes de llenar la tina con agua casi hirviendo.
Se hundió en la bañera con un suspiro quebrado, el agua caliente envolviéndolo como un abrazo tibio. Sin embargo, sus pensamientos estaban en un lugar muy diferente. Las cicatrices en su piel, los recuerdos dolorosos del pasado y el estrés del evento reciente se hacían cada vez más presentes en su mente. Intentó, en vano, frotar sus cicatrices con la esponja, como si pudiera borrar su dolor con el simple acto de limpiar su piel. Los cigarrillos se encendían uno tras otro, el humo denso llenando el aire y cubriendo el aroma del agua.
Rusia, inquieto, escuchó el sonido del agua y los sollozos suaves que se filtraban bajo la puerta del baño durante unos casi 10 minutos. Decidió actuar con cautela y giró el pomo de la puerta, entrando lentamente en el cuarto de baño. La escena que encontró lo dejó sin aliento.
Alemania estaba sumergido en la bañera, el agua aún caliente desprendiendo vapor que se mezclaba con el humo de los cigarros. El baño estaba envuelto en una espesa nube de humo, que se arrastraba lentamente hacia el techo. La luz tenue del cuarto de baño proyectaba sombras distorsionadas , revelando el cuerpo de Alemania cubierto de cicatrices visibles desde sus pies hasta sus brazos
Alemania estaba desnudo en la bañera, y a pesar del calor del agua, su piel estaba fría al tacto. Con una mano temblorosa y la respiración agitada , frotaba su piel con una esponja áspera frenéticamente, como si intentara borrar las cicatrices que le recordaban su dolor y sufrimiento. Cada movimiento estaba cargado de desesperación, y sus lágrimas se mezclaban con el agua y el humo. Estaba tan inmerso en lo suyo que ni siquiera se dió cuenta de la presencia contraria.
Rusia sintió una punzada de dolor al ver a su amigo en ese estado. Sus lágrimas caían sin cesar mientras se acercaba lentamente, su corazón apretado con la tristeza. Se arrodilló al borde de la bañera, extendiendo la mano temblorosa para tocar el brazo de Alemania. Su contacto era suave, casi reverencial, como si temiera romper la frágil calma que intentaba mantener Alemania.
Alemania levantó la vista, sus ojos llenos de una tristeza tan profunda que parecía imposible de describir. Sus lágrimas caían libremente, mezclándose con el agua que lo rodeaba. El dolor en sus ojos era un grito mudo, un testimonio de un sufrimiento que parecía interminable.
Rusia, sin saber exactamente qué hacer, apagó el cigarro que Alemania sostenía entre los dedos temblorosos. El gesto fue lento, cargado de una ternura que contrastaba con el ambiente sombrío. Tomó una toalla y comenzó a secar el agua de la piel de Alemania, moviéndose con cuidado para no causarle más dolor en su ya piel bastante irritada. Cada roce de la toalla era un intento de consolar, un acto de amor en medio del caos.
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La suave vos de un ángel...(Rusger/Alemania×Rusia)
RandomAlemania es mudo sin embargo no siempre fue así. "Eres esa parte de mí que nunca supe que faltaba, como si mi corazón estuviera incompleto hasta que llegaste tú. Cada día que paso contigo me convence más de que estaba destinado a encontrarte, y aho...