14.Un infierno en vida..

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Alemania y su hermana se quedaron quietos, sintieron un poco de alivio ya que ya no tenían las vendas, pero sin embargo ese alivio era insignificante a comparación de lo que sufririán.

La noción del tiempo se fue, pero ambos pequeños sabían que llevaban algunos días ahí, su alimento diario era un pan duro, a veces con moh y un cuenco con agua, hasta el pastor alemán que llegaron a tener comía mejor que ellos ahora.

El frío del lugar traspasaba su ahora ropa rasgada y sucia, sus cuerpos temblaban continuamente y no solo por el frío de aquel lugar, el miedo de estar ahí inundaba sus mentes. Alemania trato de moverse pero las cadenas que poseía eran demasiado pesadas para su cuerpo de infante. Sentía el calor de su hermana y el de el en unismo, ambos estaban abrazados, su compañía mutua era lo único que les quedaba..

Democrática reflejaba en su mirada anteriormente brillante y alegre solamente un vacío mezclado con desesperación e incomprensión.

-Hab keine Angst (no tengas miedo)- murmuró Alemania con su voz quebrada, tratando de mantener la calma sin embargo cada palabra pronunciada le costaba más que la otra. --Voy a protegerte, como siempre lo he hecho. Solo... solo mantén la calma, ¿sí?

Democrática asintió débilmente, pero sus lágrimas no dejaban de caer. Sus pequeñas manos temblaban mientras se aferraba a su hermano, intentando encontrar en él la fuerza que ella misma no tenía.El tiempo pasó lentamente. Los sonidos a su alrededor se mezclaban, voces en ruso, gritos lejanos, el goteo constante del agua. Alemania intentó escuchar más atentamente, tratando de entender lo que decían los guardias, pero sus conocimientos de ruso eran limitados. Sin embargo, una palabra que logro comprender resaltaba en sus mentes: "interrogatorio". Sus corazones latieron más rápido al darse cuenta de lo que podría significar para ellos.

Finalmente, el sonido de pasos resonó en el suelo de piedra. La puerta de la celda se abrió con un chirrido metálico, y dos soldados rusos entraron. Sin decir una palabra, uno de ellos desató a Democrática mientras el otro mantenía a Alemania sujeto.

Democrática intentó resistirse, pero era inútil; la arrastraron fuera de la celda, cerrando la puerta tras de sí, dejando a Alemania solo en la oscuridad.-¡No! ¡Déjenla!- gritó Alemania, tirando de sus cadenas en un desesperado intento por liberarse, pero era inútil, solamente dañaba más su cuerpo.

Solo pudo escuchar los sollozos de su hermana mientras se alejaban, sus gritos de desesperacion por pedir ayuda perdiéndose en la distancia. El silencio que siguió fue ensordecedor. Alemania se dejó caer al suelo, sintiendo el frío en su piel. Cada centímetro de su ser estaba llena de rabia y desesperación, pero también de una profunda impotencia. Había prometido proteger a su hermana, pero ahora, ni siquiera podía protegerse a sí mismo.

Los minutos se convirtieron en horas. Cada segundo que pasaba era una agonía interminable. Alemania no sabía cuánto tiempo había transcurrido cuando finalmente escuchó pasos acercándose de nuevo. La puerta se abrió y arrojaron el cuerpo de su hermana en la celda, como si fuera un muñeco de trapo.-¡Democrática!- exclamó Alemania, arrastrándose hacia ella lo más rápido que podía, con el corazón latiendo fuertemente de angustia.

La abrazó, intentando despertarla, pero su cuerpo estaba débil y cubierto de moretones. Democrática abrió los ojos lentamente, su mirada cristalina y perdida.-Hermano...- susurró, su voz apenas audible. Alemania la sostuvo en sus brazos, sintiendo cómo su propio dolor se multiplicaba al verla en ese estado. Sabía que no podían quedarse ahí, que si lo hacían, no sobrevivirían mucho tiempo.

Alemania abrazaba a democrática, el dolor en su pecho y la falta de aire lo hacían sentir como si se desvaneciera, pero sabía que debía de ser fuerte y resistir por su hermana. Sin embargo los soldados rusos aún no habían terminado con ellos dos.

La suave vos de un ángel...(Rusger/Alemania×Rusia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora