Capitulo 4

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Prácticamente la estampó contra los casilleros de los vestidores, su rostro lleno de rabia la asustaba, solo se limitó a llorar, lo cual lo enfurecía más.
...
- ¡Hey, Jorge! - dijo Liam poniéndose frente a él para evitar que golpeara a Martina - tranquilo, no hagas ninguna tontería.
- Ese es mi problema con ella, no te metas Liam – dijo Jorge enojado -déjame arreglarlo
- Jorge...
- Vete - Liam lo miro indeciso - ¡Que te vayas! - grito enojado, entonces Liam comprendió que no tenia vela en este entierro, dio media vuelta y se fue.

La observo por un largo tiempo, sus ojos miel la miraban intimidante y penetrantes, ella temblaba, lo puedo notar.

- Ya estas colmando mi paciencia Martina Stoessel - dijo haciendo un puño en su mano para aguantar las ganas de matarla ahí mismo - ya me estas hartando con tus jueguitos...
- Conor es mi amigo - dijo nerviosa, el de inmediato despego su mano sobre su mejilla dándole una bofetada, sus cabellos cubrieron su rostro mientras colocaba su mano sobre su mejilla.- ¿tu amigo?.. ¿Desde cuándo tus amigos se acercan a ti de esa manera? ¡Me crees imbécil! - ella negó con la cabeza.- ¡entonces no me veas la cara Martina! , he visto como ese idiota te mira.
- Jorge...
- ¡Cállate! - le dijo apretándola contra los casilleros, su espalda retumbo con fuerza, lo cual le dolió - solo vas por ahí coqueteando con el primero que se cruce en tu camino... ¿Crees que no me doy cuenta? como se miran... Como se ríen...
- Ya te lo dije...- trató de defenderse
- ¡Estoy cansado de ese tipo! voy a terminar con el... y tú ya no puedes verlo - dijo apretando sus muñecas con fuerza.
- Me estas lastimando - se quejó Martina.
- Ese debiste pensarlo cuando andabas de ofrecida con Conor, y con todos...
- Eso es mentira, sabes que estoy enamorada de ti.
- Si estuvieras "enamorada" como dices no estarías coqueteando con ese malnacido.
- No coqueteaba con el...
-¡Vete al demonio Martina! - dijo acercándose a ella para acariciar sus piernas con la llena de los dedos, para respirar su perfume - sabes muy bien que lo siento por ti... No hagas que pierda mi tiempo - dijo besando su cuello - sabes que me encantas y me vuelves loco, ¿por qué sigues usándolo en mi contra? , puedo llegar a perder la cabeza y yo mismo te mataría si te viera con alguien que no fuera yo - ella tragó saliva asustada.
- Ejem - dijo la voz de Hanna frente a ellos.
Jorge maldijo a Hanna en ese instante y se retiró de Martina poco a poco, para mirarla mal.
- ¿Qué quieres, Hanna? - pregunto Jorge enojado
- Martina tenemos que terminar la práctica y tu madre ya llegó por ti
- Esta bien - dijo ella.- dile que espero unos minutos, iré a la enfermería con Jorge para que curen ese labio
- Dile que yo la llevaré a casa - dijo Jorge
- No, no Jorge - dijo Tini - iré con Hanna y las chicas a estudiar a mi casa, no te preocupes - el frunció el ceño - ven vamos a la enfermería, tu labio está sangrando.

Lo tomó del brazo y lo llevó a la enfermería.
¿Cómo podría ser tan buena con alguien como Jorge? muy fácil, se había enamorado como una tonta desde que lo conoció. Desde el 7mo grado solo soñaba con ser su novia y una vez que lo logró para él fue solo un capricho... Y aunque al principio todo anduvo bien, luego las cosas se empezaron a poner feas.

Lo sentó en la camilla y le quitó la chaqueta. El solo la observaba, la dejo a su lado y fue por el botiquín, saco alcohol y lo remojo en un tibio algodón para rozarlo por su tonta herida.

- ¡Agh! - gimió Jorge por el ardor
- Lo siento - dijo ella - no te muevas.

Así siguió observando sus labios mientras pasaba el algodón por su herida, sus labios hermosos y sexys, podría besarlos toda la vida, Martia remojo sus labios con su lengua involuntariamente mientras tenia la mirada fija en los de Jorge.

- No debiste pelear - dijo ella, el permaneció en silencio observándola - sabes que no fue necesario, sabes que te amo - le confesó - y no podría mirar a nadie que no fueses tu , Jorge Blanco.
- Me da miedo - dijo el
- ¿Miedo a qué?
- A perder lo único perfecto que tengo - dijo cogiendo uno de sus mechones de cabello para acariciarlo - te amo Tini, ¿cómo no preocuparme si eres tan hermosa? - dijo rozando las puntas de sus narices, ambos con los ojos cerrados, pendientes de un sueño.
- Solo confía en mi.

El la cogió de las mejillas y la atrajo hacia él para llenarla con un hermoso beso, uno lento, suave, delicado y a la vez apasionado, un beso tierno, haciendo que sus lenguas se encuentren despacio, con sus sentimientos entrecruzados, a flor de piel. En el silencio, solo el eco de la palabra, enamorándose cada uno de su presencia, haciendo pasar el tiempo... Con solo regalándole un beso.
Una sonrisa se asomó por los labios de Martina, y lentamente se separaron aun con los ojos cerrados.
Ella suspiró totalmente enamorada y los abrió lentamente quedando en frente sus hermosos ojos miel. El la tomó en sus brazos dándole un gran abrazo abrigador para besar su pequeña cabecita llena de ese perfumé a manzanilla.
- Estas fría Tini - ella asintió

El le colocó su chaqueta, era un poco grande pero le quedaba muy bien.

- Ven, hay que irnos - dijo Martina cogiendo su mano, entrelazando sus dedos con los suyos.
Caminaron por el pasillo hasta llegar a la entrada donde estaba su Madre, Hanna y sus amigas, Emily y Camille.

Vio algunos rostros fruncidos al ver su reconciliación tan pronta.

- Bien cariño, debo irme - le dijo Martina, el asintió. Luego le dio un pequeño besos en los labios y le devolvió su chaqueta.- te veo mañana - le sonrió y se dio media vuelta para ir donde sus amigas y su madre, todas subieron al auto, por la ventanilla ella movió su mano de un lado al otro dándole la señal del adiós y dedicándole con los labios "te amo".

Un novio obsesivo y agresivoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora