De un momento a otro el le retiró la camisa que tenia sobre su vestido blanco floreado, dejando llevarse el uno con el otro. Ella se sacó la chaqueta mientras lo besaba llena de pasión, su piel se puso de gallina.
Y ahí se encontraban ambos, encaminadose a la habitación. Abrazandola fuertemente a el mientras sus besos no cesaban. Cuando abrió la puerta de la habitación, el la re...costó sobre la cama y despacio le quitó los zapatos y después el vestido, jalando suavemente de el.
Tenia una linda lenceria de encaje azul marino, lucia muy sexy.
Ella lo ayudó a sacarse la camisa blanca y la arrojaron por algún lugar de la habitación. El besaba sus pechos por encima del brasier, aspirando su olor tan femenino, acariciando su piel dorada y brillante. Ella enterró sus dedos en su cabello negro, sedoso y suave. El se sentia en el cielo por sus caricias, besó su cuello, lamiendolo y mordiendolo, cuanto la deseaba, solo la queria a ella en su cama, solo a ella.
Besó su abdomen, jugeteó con su piercing rosa en su ombligo, los jadeos de Martina eran cada vez mas fuertes, con solo besarla la hacia correrse en sus brazos. Sintió su piel temblar mientras besaba cada ricón de su cuerpo.
Subió hacia sus orejitas, las mordió, las besó, hizo de todo con ella. Ella juntó más su cuerpesillo con el de Jorge elevandose por los aires, capturando sus besos nuevamente.
Nunca se habia sentido tan exitado como lo estaba en ese momento, rápidamente se quitó los pantalones. Jamás habia tomado tantas iniciativas, pero ella era diferente.
Esta vez juntos sobre la cama, semi desnudos comiendose a besos, acariciandose salvajemente, llenos de pasión, mordiendo sus labios, jalando sus cabellos. Ahora ella era quien lo besaba y lo mordisqueba por todo el cuerpo.
El se deshacia átomo por átomo, sentia que llegaba al cielo.
Y esta vez más pronto, le quitó la ropa interior rápidamente dejandola completamente desnuda para sus ojos, era completamente bella.- Hazme correr primero - dijo ella exitada sobre sus labios - con tu boca... Después será más fácil que entres.
El era totalemente feliz al escuchar aquellas palabras.
- Jamás podré pagarte tanta felicidad, Martina- dijo Jorge jadeante.
Bajó sus labios hasta su sexo, lamiendo con viveza y rapidez, pero también con mucha ternura. Ella gemía llena de placer, el seguia jugando con su clítoris, hasta que la sintió moverse exitada, retorcerse de puro placer.
- Entra ya - dijo Martina en un susurro magico, su voz se oia como cánticos de ángeles.
Era estrecha, no fue tan fácil entrar en ella, hasta que por fin lo consiguió. Sintió su sexo palpitante contra el suyo, como si lo estrangulara, se hundia en un vértigo tremendo mientras la penetraba una y otra vez.
- Te vienes muy rápido - dijo Martina con una vocesita risueña entre sus labios.
Y era verdad, ahi mismo eyaculé.
No la recordaba tan natural como ahora, bese sus manos, y me concentré en lo profunda que era.
Ella tenia los ojos cerrados mientras respiraba agitamente, y oi un ronroneo suavecito salirle por la boca cuando me retiré de ella.- Gracias Martina - le dije contento mientras me acostaba a su lado y veiamos el techo.
Casi 10 minutos sin hablar, concentrados en recuperar las fuerza y el aliento. Nuestra respiración se iba cada vez que teniamos que hablar. Moria de sueño, pero no cerraba los ojos, queria conservala en mi vista, atraparla como a una fotografia. Comencé a besarle la espalda muy despacio, luego los hombros, sentia una inmesa ternura por ella.
Se acomodó mejor para poderla ver a los ojos. Pusimos nuestras cabezas sobre las almohadas blancas.Se quedó mirandome con esa expresion extraña que aún no descifraba, pero sus ojos brillaban.
Me acerqué a ella despacito y le susurré sobre los labios mientras la veia a los ojos.- Te amo.
Nos veiamos callados en lo absorto del universo.
- Disculpame - dijo Jorge - necesitaba desahogarme - ella asintió - Sabes... estube apunto de matarme...
- ¿Por mi? - preguntó coqueta. El asintió.
- Me iba a lanzar de un puente por ti mi Martina, porque te amaba tanto y no podia estar junto a ti... Crei que suicidandome me libraria de ti para siempre.
- ¿Y por qué no lo hiciste?
- Un vago evitó que me lanzara.Ella soltó una caracajada. Ahora ella era la dueña de la situación.
- Sonzito- dijo acariciandome el cabello - como te late el corazón - dijo poniendo su oreja sobre mi pecho.
La besé, la abracé, la acaricié como nunca lo habia hecho. Sus piernas entrelazadas con las mias, suavemente sus labios contra mi nariz.
- ¿Viniste por mi? - preguntó esta vez más segura.
- Si - dije - no vine por mi familia ni por nadie... vine solo por ti.- confesé, ella esbosó media sonrisa - porque te amo.Pasaron unos segundso y no me respondia, bajé mis ojos a su carita y estaba dormida. Sin duda podia escuchar los latidos de su corazón, golpeando despacio sobre su pecho.
Y me sentí el hombre más feliz del mundo al tenerla a mi lado. Ella aún dormida subió sus labios hasta los mios y me dijo:- No me preguntes porqué, porque ni muerta te lo diré. No te diré jamás que te quiero, aunque te quiera...
Y eso me hizo sonreir toda la noche, cai en un profundo sueño abrazado a Martina, entre sus pequeños brazitos, haciendome orgasmear de felicidad.
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Un novio obsesivo y agresivo
FanfictionLa miraba con esos ojos que parecian angelicales, ella suspiraba y nuevamente lo perdonaba. El... el chico malo de la escuela, con problemas, adicciones, pero irresistiblemente guapo, capitan del equipo de futbol, sexy, con miles de defectos. Ella...