- Todos nos dimos cuenta, menos tu - dijo
Hanna, entrando a clase de literatura.
- ¿Por qué no me lo dijiste? Tu lo sabias -
reclamó Martina.
- Eso no me corresponde a mi, sino a el.
- Pero el nisiquiera me responde las llamadas.
- dijo Martina sentandose en su pupitre.
Suspiró pesamente.
- Hey tranquila - dijo Hanna, dandole una
palmadita en la espalda - tendrán que hablar
tarde o temprano.
- Si, eso creo.
- Cambiando de tema ¿Tu madre ya lo sabe?
- dijo susurrando, Martina negó con la
cabeza. - ¿Por qué?
- Porque Jorge dijo que es muy pronto.
- Por dios Martina, llevas semanas de
embarazo.
- Shh - dijo callandola - estamos en la
escuela, las paredes escuchan.
- Pero debes decirle - dijo susurrando.
- Lo haré.
- ¿Cuando?
- Pronto.///
La campana de salida sonó, todos los alumnos
salieron de sus clases.
Martina se encontraba sentada en las
gradas del campo de fútbol viendo como las
chicas en su práctica corrian y bailaban dando
vueltas por los aires. Suspiró resignada, eso
te pasa por **** Martina - pensó.
Ahora Ally era la nueva capitana, ya que
Hanna se rehusó a tomar el puesto de su
mejor amiga, igual Camille, Emily, Michelle, y las
demás.
Como le hubiese encantado estar en el lugar
de ellas, animar era lo que más le gustaba
hacer.- ¿Por que tan solita? - preguntó Jorge
sentandose junto a ella.
- Solo las veo practicar.
- Ohh - dijo viendo a las chicas - ¿Quieres ir
por un helado?
- No - dijo seca.
- Desde ayer estas muy rara, ¿estás bien
cielo?
- Si Jorge, lo estoy. Quiero irme a casa, no me siento bien...
- ¿Qué tienes? - dijo preocupado - ¿Qué te duele? ¿Qué te pasa?
- Jorge solo es dolor de cabeza - aclaró -
¿Qué te ocurre? Estas muy paranoico
últimamente.
- Tengo que decirte algo, y no se como lo
tomarás - dijo nervioso.
- Me lo dices en el camino, quiero ir a casa
¿me llevas?
El asintió y ambos saliron camino al auto de
Jorge.Todo el camino ella lo pasó tranquila, no
hablaba mucho. El trataba de hacerla sonreir
pero era muy difícil, algo definitivamente le
habia sucedido.
Cuando llegaron el se estacionó frente a su
puerta y ambos bajaron.- Gracias por traerme, adios.
- ¡Martina, espera! - la detuvo - tengo que
decirte algo.
- Si, dime - dijo mirandolo a los ojos.
La voz le tembló. Tragó saliva, sus manos
comenzaron a sudarle.
- Mi amor... lo que sucede es... es que...- ¡Martina, es hora de cenar, adentro! -
gritó Sabanna al abrir la puerta.- Ya - dijo Martina - me lo dices mañana en
la escuela ¿si?
- Pero es importante...
- ¿Podría esperar un día más? - preguntó la castaña.
Jorge suspiró resignado y nervioso.
- Supongo.
- Vale - dijo Martina - adios. - le dio un corto
beso y entró en su casa-///
Martina y su madre se encontraban
cenando en la mesa, todo estaba en silencio.
Lo único que se oia era los cubiertos sobre
sus platos, se miraban una a la otra como
queriendo desifrarse, el silencio comenzó a
hacerse incómodo después de unos minutos.- ¿Cómo te fue en la escuela?
- Bien - dijo Martina seria mientras
masticaba lentamente.
- ¿Y como te trata Jorge?
- Bien - volvió a decir, porque probablemente
sabia que ocultaba un gran secreto.
- De acuerdo - dijo su madre.Y ahora otra vez, ese silencio incómodo
invadió el comedor, calladas, sin decir nada,
apenas observandose con miedo y
nerviosismo.Hasta que el estómago de Martina se
revolvió, sintió como un ácido fuerte subia por
su garaganta, quemando sus paredes. No
pudo controlarlo, cubrió su boca y salió
corriendo al baño.- ¡Martina! - gritó su madre.
Ella se arrodilló frente al retrete y empezó a
vomitar todo.
- ¡Dios mio! - dijo su madre al ver que lo que
vomitaba su hija no era comida, sino sangre.
Cojió su cabello para que no se manchase.
Martina terminó de arrojar lo que podia y
entonces miró a su madre nerviosa.
- ¿Qué tienes? - dijo su madre preocupada
- esto no es normal.
- No mama...
- ¡Quiero saber que te pasa y quiero saberlo
ahora!
Martina calló porque comenzo a llorar, llego el momento de ser sincera.Levantó la cabeza como pudo, tenia mucha
verguenza, y al fin confesó mirando los
intensos ojos verdes de su madre.- E-estoy... embaradaza. - dijo sollozando.
- ¿¡Qué!? - gritó Sabanna sin poderlo creer -
¿¡Qué dijiste!?
- Perdáname mama - dijo llorando.
- Martina...
- Lo lamento.
- ¡Dios mio, no puede ser! -dijo Sabanna al
borde de las lágrimas - ¿Por qué? ¿Cuando
pasó esto?
- Hace unas semanas...
- ¿Por qué hija? ¿Tienes idea de lo que estas
diciendo?
- Lo se mama, perdóname, he sido muy tonta.
- ¿Quien es el padre? - dijo sollozando junto
a Martina.
- Jorge - dijo en un hilo de voz.
- ¿Cuando pensabas decirmelo?
- Pronto.
- ¿Y cómo lo sabes?
- Por los sintomas, y porque Jorger y yo vimos a un médico.
- ¿Qué médico?
- Un doctor conocido de Jorge.
- No confio en Jorge
- Mama...
- Vamos - dijo Sabanna cojiendo su bolso.
- ¿A donde? - dijo Martina secando sus
lágrimas.
- A mi ginecólogo.
- Pero ya he ido.
- Y yo te he dicho que no confio en Jorge, y
quiero una segunda opinión.Ambas salieron de la casa rumbo al ginecólogo de Sabanna.
Esta vez Jorge, es tu fin.
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Un novio obsesivo y agresivo
FanfictionLa miraba con esos ojos que parecian angelicales, ella suspiraba y nuevamente lo perdonaba. El... el chico malo de la escuela, con problemas, adicciones, pero irresistiblemente guapo, capitan del equipo de futbol, sexy, con miles de defectos. Ella...