Finalmente

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Hola!!

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Lucifer amaba hacer pancakes. Era una de las pocas cosas buenas que consideraba que existían en el infierno, con todo y variantes como los waffles o cualquier cosa que fuera exageradamente dulces. Era su platillo especial, todos sus conocimientos culinarios se basaban en pancakes. Esto no quería decir que fuera malo en la cocina, para nada. Claro que sabía millones de comidas que han existido a lo largo de todo el tiempo, y podía decir que en su aburrimiento había incluso probado carne humana, y aunque no le pareció totalmente agradable, aunque no era algo muy común que se le diera por comer.

Es decir, no es que pensará de la nada "Hoy se me antoja carne de los pecadores", porque para nada era cosa común en el, no sabía si se consideraba canibalismo porque el era un ángel caído, y los pecadores pues eran...humanos.

¿Estaba moralmente mal? No lo sabía, pero sabía que lo que hacía el demonio frente a él...no era lo más bonito que había podido captar con su sentido del olfato en su inexistente nariz.

¿Recuerdan cuando mencione que a él le gustaban los pancakes? Precisamente se hallaba desayunando...pero el apetito se le había ido al ver el enorme ciervo muerto que estaba en el otro lado de la mesa en la cuál desayunaba.

Y no era necesario brujería para adivinar a quien pertenecía ese plato.

─¿No va a comer, majestad?─La voz de Alastor Interrumpió en sus recientes pensamientos de cometer suicidio al ver tal atrocidad a la que el demonio frente a él llamaba una "comida". Lucifer lo miró con el rostro asqueado mientras el pelirrojo daba un bocado desgustando el ciervo muerto como si fuera la mejor comida que pudiera existir en todo el universo.─Esos pancakes parece que se van a enfriar.

─Creo que se me fue el apetito...─Murmuró en respuesta mientras observaba su plato con una cara de disgusto. Sabía que los pobres pancakes no tenían la culpa de nada, pero no podía evitar sentir su estómago resolverse al pensar siquiera en probar un bocado.

¿Lucifer mencionó que estaba emocionado por desayunar junto a Alastor? No, pero esa emoción ya se había pasado, y definitivamente no quería volver a saber nada más de comida en un buen rato. Incluso si solo estaban en la cocina en el comedor, junto con algunos residentes del hotel quienes parecían no escuchar la pequeña conversación, como si estuviesen acostumbrados a comer con esa atrocidad en el plato del gran demonio de la radio.

─Papá, creo que es mejor que comas en otro lugar mientras...te acostumbras.─La voz de su más preciado tesoro lo sacó del trance que estaba y le sonrió a su hija. Tal vez Charlie tenía razón. Tal vez debía hacer eso, pero la necesidad de estar con aquel hombre era sumamente molesta y insistente en su cerebro, como si fuera una alarma recordandole el demonio ciervo cuando no estaba con el.

Era calidamente espeluznante.

─Tonterías, Char-Char. Soy el diablo, puedo aguantar...─Miró hacia el plato de Alastor con disgusto.─...Esa monstruosidad que tiene Alastor como comida.

─Me alegra que usted sea tan fuerte del estomago, Alteza.─Respondió en cambio el pelirrojo dando otro gran bocado, burlándose del rey.─Eventualmente se va a acostumbrar aún sino es tan fuerte estomacalmente.

¿Aconstumbrar? 

La idea de adaptarse a una rutina familiar y cómoda en el hotel, rodeado de personas que han convertido en una especie de familia.

Tal vez hubiera respondido con otra burla sino fuera por el choque que esa palabra causó en el..por lo que Alastor queria referirse. Eso tenia mucha más profundidad.

La sonrisa de Alastor, aunque inicialmente parecía una burla, ocultaba un sentimiento genuino de pertenencia y conexión que Lucifer pudó captar. La mañana había sido maravillosa. Estaba empezando a acostumbrarse a la idea de tener una familia con esa bola de pecadores y él.

La una imagen de una familia claramente disfuncional, pero amorosa, donde cada persona tiene su lugar y su papel. Lucifer tiene su lugar en el hotel, más que ser el padre de Charlie. Su hija era el centro, pero también con los residentes y Gumi como parte integral de ella dentro de su corazón. Al igual que Alastor.

La idea de acostumbrarse a esta rutina es emocionante y aterradora al mismo tiempo para Lucifer. Es un paso hacia la normalidad y la felicidad que tenia mucho tiempo buscando, pero tenia miedo de arruinar de nuevo las cosas.

Sin embargo, está dispuesto a acostumbrarse a esta rutina, a esta vida, y a encontrar la felicidad en ella. ¿Quién diría que el infierno, en el lugar que tanto sufrió al final encontraría todo eso?

Charlie notó la mirada de su padre hacia aquellas palabras, y no pudo hacer más que sonreír. No sabía lo que pensaba, pero no era nada malo lo que intuía. Y a pesar de su curiosidad era mucho más grande, ya le daría tiempo a su padre de decirle todo lo que quería hacerlo. Lo importante es que fuera feliz.

Que todos fueran felices.

Y es que mirando también al demonio de la radio, notó las miradas conectadas de los dos, aunque no parecían percatarse de aquel brillo tan extraño que yacía en sus miradas.

Tienes razón.─Respondió Lucifer luego de unos segundos.─Voy a acostumbrarme a esto.

Y sin quererlo, una sonrisa genuina se posó en su rostro. Siendo correspondida por el demonio quien sentía una extraña calidez a su vez.

Todo gracias a su sombra.

Finalmente, ambos podían pertenecer.

Fin.

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Si vvs, este es el final.

No se preocupen, va a ver un epílogo y uno que otro extra. Ame escribir esto, y puede que el final puede parecer apresurado, pero al chile, llevo tres meses con esta vaina. 👹🤌

Y quien sabe, podría haber hasta una segunda temporada, pero ustedes deciden. HAKSHSJS

Los quiere;

Missy. 💗

Shadow's Love [Radioapple]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora