XX

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    Desde que había destapado la cloaca no había sido capaz de quedarme quieta, tanto que terminé aceptando ir con Mike a Nueva York.
   Andrei se apuntó de inmediato a quedarse con Aaron, ambos advertidos por Mike que no podían salir a ningún lado.

—Me puse en contacto personalmente con la familia González–lo miré–como no habrá un funeral, les daremos el dinero equivalente a uno y una ayuda extra. Será suficiente para un par de meses, para entonces espero que ya se haya solucionado todo.
—Gracias.-dije despacio.
—La hora de visita de Rosalie será pronto.
   Avisó desde su asiento.
—¿Quieres ir?
—¿Tú no irás?
—No me perdonaría que fuera yo a verla contigo en la ciudad.
—Entiendo.-sonreí apenas.

   La clínica donde estaba internada Rosalie parecía una gran residencia, yo imaginaba una clínica a media luz sin tantas comodidades.

—Oh, Cha–me abrazó apenas me vió–que alegría.
—Rossie–sostuve su delgado cuerpo–¿Cómo estás?
—Viva–tomó mis manos entre las suyas–con muchas ganas de salir y recomponer mi vida.
—Lo harás pronto.
—¿Cómo está todo en Cincinnati? ¿Has visto a Jan?
—¿Jan?
—Mi novio, papá no me dice nada de él.
—¿Por qué no nos sentamos?
   Traté de distraer su atención en todo momento para evitar la pregunta sobre ese energúmeno pero siempre terminábamos regresando a ella.
—Charlie, ¿Por qué no me dicen nada de Jan? ¿Le pasó algo?
—No, no–dije de inmediato–solo que yo no sé, sabes que no podríamos coincidir en algún lugar.
—Hablaré con papá entonces–soltó un suspiro de fastidio–no puede alejarme de mi futuro marido–intenté ocultar mi sorpresa–en fin, ¿Irás al baile de Joe Burrow?
—Tengo entendido que es una cena y no, no iré.
—¿Por qué?
—No sé, solo quería venir a verte.
—Pues ya me viste, tengo un vestido precioso que seguro te queda.
—¿Aquí?
—No, tonta–se rió–en casa de papá, está en mi habitación. Es verde, muy bonito.
   Me dió las instrucciones para encontrar el vestido y un par de tacones.
—Te lo agradezco, no creo usarlo pero gracias igual.
—De eso nada, ve porque necesito que alguien de confianza me diga lo guapo que se mirará Joe.
—¿Te gusta Joe?
—Me encanta Joe, es guapísimo, fuerte, masculino, un manjar de los dioses.
   Eso no me lo esperaba.
—¿No te ibas a casar con Jan?
—Eso es aparte, ve y sácale muchísimas fotos para que me las muestres cuando salga de aquí. Estoy pensando seriamente en mandar a Jan al demonio y conquistarlo a él.
—Mike te va a matar si lo intentas.
—Lo intentará, sí, pero cuando vea lo increíble que nos vamos a ver en los medios–guiñó un ojo– imagínate, la hija del dueño del equipo con el quarterback buenísimo del equipo, ¿No sería un gran encabezado?
   Mi estómago se revolvió solo de imaginarlo.
—Podría ser.
—Lo será, desde que dejó a esa tipa se ha vuelto todavía más caliente...
—¿Señoritas?–un enfermero interrumpió–la hora de visita terminó.
—¿Ya?–miré mi reloj–vaya, pensé que era más tiempo.
—No, aquí son demasiado estrictos y anticuados.
—Es por tu bien.
   Nos levantamos para darnos un abrazo.
—Esperaré esas fotos con ansias.
—Lo intentaré, cuídate mucho ¿Quieres? Nos veremos pronto.

   A la salida me esperaba Mónica.

—¿Cómo está?
—La veo más despierta.
—¿Te preguntó por el novio?
—¿Tú qué crees?
—Últimamente habla mucho de Joe.
—Sí, me di cuenta.
—¿Tú qué piensas al respecto?
—¿Qué voy a pensar? Me da igual–me miró con seriedad–es la verdad.
—Esa no es la verdad, lo sabes.
—No voy a hablar de eso, tengo que buscar un vestido y unos tacones que me va a prestar y buscar en pinterest algo que hacerme en el cabello.
—Huir de la verdad solo hará alargar la tortura.
—Sí, Mónica, yo sé de eso.-el fastidio se asomó en mi tono de voz.
—Avisaré a Mike que irás con nosotros.

   Su habitación en esa casa era como de una niña pequeña, llena de colores rosas pastel y un montón de peluches, ¿Quién iba a decir que la dueña se metía coca por la nariz como sino hubiera un mañana?

Better.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora