Escuché mi celular vibrando en la mesa al lado de mi cama.
—¿Diga?
—¿Charlie?
—¿Mario?–reconocí el número–¿Qué pasa?
—Lamento llamar a esta hora, intenté hacerlo anoche pero no contestabas.
—¿Eras tú?
—Sí, tengo algo que decirte.
—Dime.
—Oye, sé que no he llamado últimamente y lo siento de verdad...
—¿Es eso?
—No, es algo más importante para ti, ¿Has hablado con Aaron?
—No, hace tiempo que no.
—¿Estas segura?
—Sí, no tengo porqué mentirte u ocultarte cosas.
Lo escuché suspirar.
—Charlie, tengo que hacerte saber cómo oficial de policía que Aaron está desaparecido desde el viernes.
—¿Qué dices?
—Estuvo trabajando para Iván Medina como distribuidor de drogas–apreté el puente de mi nariz–su familia perdió toda comunicación con él desde el jueves en la noche. El viernes al medio día levantaron el acta correspondiente, Iván Medina fue el último en verlo y se niega a declarar como era de esperarse.
—Es un imbécil, era por eso que no llamaba, un estúpido muy grande.
—De sobra está decirte que no vengas.
—No es una opción.
—Lo único que puede pasar es que entorpezcas la búsqueda si se te ocurre reclamarle a Medina.
—¿Y que se supone que haga?
—Esperar, me voy a encargar personalmente de los operativos hasta encontrarlo.
—Te pido con el corazón en la mano que lo encuentres, Mario, vivo o muerto solo regresalo.
—Lo traeré de vuelta con vida, Char, te lo prometo.
—Gracias.
—Me mantendré en contacto.
—Si necesitas cualquier cosa... Si su familia lo necesita...
—Tenlo por seguro.
—Viajaré a los angeles el viernes.
—Espero tenerte buenas noticias entonces.Llamé a su celular esperando que me contestara, no podía estar desaparecido así como así.
El buzón entró directamente todas y cada una de las llamadas.
Miré la hora, Mike debería seguir en la ciudad, lo llamé.
—Estoy en mi oficina recogiendo y firmando unos papeles antes de irme.
—Te veo ahí.
—¿Qué suce...Me lavé los dientes, me cambié la pijama y tomé las llaves del coche, salí de inmediato al club.
—¿Charlie?–Mónica me recibió en la entrada–dejaste muy preocupado a Mike.
—¿Dónde está?
—En mi oficina.
Caminé de prisa.
—¿Qué pasa?
Preguntó apenas entré.
—Aaron está desaparecido desde el viernes.
—¿Tu amigo?
—Sí, Mario me acaba de llamar. Dice que no necesito ir hasta allá, al menos no por ahora pero necesito... Mike, te suplico que intervengas para que lo busquen.
—Tengo conocidos en la policía de California–le hizo una señal a Mónica–me pondré en contacto de inmediato.
—Llamaré ya mismo.
—¿Qué más te dijo?
—Estuvo trabajando para Iván Medina como... Dealer.
—¿Sabes que si Mario lo sabe y lo encuentran probablemente le den algunos años?
—Sí.
—Trataré de que no lo hagan aunque para eso habrá que encontrarlo primero.
—Ivan fue el último en verlo, no quiere declarar.
—¿Iván es el que te acusó aquella vez?–asentí–tranquila, lo vamos a encontrar y lo vamos a poner a salvo.
Mónica le pasó el celular a Mike.
—Cancela el vuelo, saldré por la tarde, subiré a hacer llamadas.
—Claro–lo vimos salir de la oficina–tranquila–me abrazó–lo van a encontrar.
—Es un imbécil, ¿Por qué lo hizo?
—Ya tendrás oportunidad de preguntarle, por ahora lo mejor es guardar energías. Vamos, te llevaré a tu departamento.
—No, yo voy, solo avísame cualquier cosa.
—¿Estas segura que puedes estar sola?
—Llamaré a Andrei.
Me miró no muy convencida.
—Esta bien, pasaré después del entrenamiento...
—Vendré.
—No, Charlie.
—No puedo quedarme encerrada o me voy a volver loca.
—Te creeré.¿Dónde se había metido el idiota de Aaron?
Lo conocía, él no se iba sino había motivo, no huía nunca.