Trigger warning: violencia sexual de manera detallada, si estos temas representan un tema delicado para ti, te recomiendo salir de este capítulo y esperar a la siguiente actualización.
Queda a criterio propio leer.
Toda la seriedad con la que Mike estaba intentando verme se le iba al verlo sentado en el sillón puff rosa del salón.
—¿Una bolsa de marihuana?
—Así es.
—Y todo por... ¿Una bolsa de marihuana?
—Sí, deberías conocer a Iván, es la reina del drama.
—Pues para ser la reina del drama lo dejó masacrado, ¿Cuándo piensas decirle a Mario?
—Pronto, quiero pensar bien como decirle sin herir sus sentimientos de policía.
—Hmmm ya veo, solo trata de no demorar mucho.
—Lo haré, ¿Cómo está Rosalie?
Me contó que estaba bien y parecía cooperativa con el tratamiento de sus adicciones.
—Esta deseosa de verte.
—Y yo a ella.
—Iremos el sábado muy temprano a Nueva York.
—Sobre eso, ¿Es necesario que vaya? No quiero dejar sólo a Aaron.
—Puedes traerlo con nosotros, además que yo pienso que a Joe le dará gusto que lo acompañes en su cena.
—¿Ya vamos a empezar?
Me levanté.
—Mírame–lo obedecí–¿Ni un poco?
—Estas loco.
—Vamos, Charlie.
—No, Mike, basta.-la risa me traicionó.
—Eso es que sí.
—Alucinas, tienes que empezar a tomar pastillas o algo.
—Estoy más cuerdo que nunca.
—Ajá.
—¿Traeras a Aaron entonces?
—Se lo platicaré cuando despierte aunque no prometo nada.
—Esta bien, ayúdame a levantarme.-alzó la mano.
—¿No que estás más cuerdo que nunca?
—Palabra clave: cuerdo. No fuerte, levantame.
—¿Por qué?
Crucé los brazos.
—Porque voy a preguntarle a Joe si le gustas sino lo haces.
—Oye.-me ofendí.
Lo ayudé a levantarse.
—Pidió que te sentaras cerca.-su sonrisa pícara me daban ganas de salir corriendo.
—Mike, basta.
—Solo que no me llame suegro en los partidos, ¿Estamos?
—No te va a llamar de ninguna manera, no seas ridículo.
—Esta bien, está bien.-levantó las manos.Se fue casi al medio día, solo me encargué de alimentar y curar a mi enfermo y me tiré en el sofá a dormir.
No lo había hecho toda la noche anterior desde que volví del río, me había quedado sentada en mi cama viendo a la nada.
No supe cuanto dormí hasta que desperté escuchando voces.—Buenos días.-asomó su cabeza por encima del sofá.
Me tallé los ojos bostezando.
—¿Qué haces aquí?
—Asegurarme que no has matado al inquilino.
—¿Qué hora es?
—Como las siete–levanté la mano para que me ayudara a pararme–Joe vendrá en un rato.-me jaló como costal.
Me quedé sentada procesando que ya estaba despierta.
—Tengo hambre–miré a Aaron sentado en el sillón de a lado–¿Ya comiste?
—No tienes nada en el refrigerador, con suerte encontré un plátano.
—Iré a comprar comida.
Andrei contestó el telefonillo.
—Es Joe, está abajo.
—Ahí que se quede.Entré a mi habitación para cambiarme.
Vaciaba mi vejiga viendo la pared, aún tenía demasiado sueño.
Salí ya más despierta, estaban los tres platicando en el salón.
—Hola, ¿Cómo estás?
—Bien–sonreí–¿Y tú?
—Muy bien también.
—Iré a comprar provisiones.-avisé.
—¿Voy contigo?
—No, quédate con Aaron, jueguen xbox o algo.
—Yo voy contigo.
Esa no era una pregunta.
—Que divertido, mamá y papá irán de compras mientras los niños se quedan en casa jugando vídeojuegos.
—Yo no tendría hijos tan feos pero si tú lo dices–tomé las llaves del coche–andando antes de que se haga más tarde, ¿Necesitas algo, dragón?
—No, gracias.-levantó la mano desde el sofá donde ya tenía encendido el videojuego.
—Vamos entonces.-me cedió el paso.