Por la tarde, Aly y yo fuimos a Brickell City Centre, uno de los centros comerciales más lujosos de todo Miami, no me entusiasmaba ir allí, pero al menos salia con una amiga.
Mi vida en Chicago, era bastante normal, tenía a mis amigas y salíamos todas las tardes, cuando me mudé a Miami, hice un montón de amigos en la facultad, pero la mayoría consiguieron trabajo en el extranjero y otros se habían mudado a la otra punta del país, por lo que estaba casi sola aqui.
Estuvimos probando todo tipo de vestidos, al final me decanté por un vestido burdeos de tirantes que se unían por la espalda dejándola al descubierto.
Alison se compró un vestido blanco sin tirantes precioso.
La tarde en si pasó bastante rápida y a la que me di cuenta estaba cenando una pizza en casa, al día siguiente el Martes, llegué pronto como siempre, y está vez sí que no había nadie en la empresa por lo que le llevé el café a Benjamin.
-hola- dije abriendo la puerta, allí estaba hablando por teléfono, llevaba una camisa negra y el pelo despeinado, me hizo una señal con los dedos para que pasara, dejé el cafe en la mesa y cuando me iba a ir dijo.
-White, espera- me sorprendió que me llamase por mí apellido.
-vale..- dije quedándome quieta en el medio del despacho, cuando colgó el teléfono se dirigió a mi.
-me gustaría que fueras la primera en saber que el viernes haremos toda la empresa un viaje porque grabaremos un anuncio para la televisión, es una gran campaña de publicidad y me gustaría que la dirigieras.
-de verdad? Es enserio? Muchísimas gracias señor Hall- dije yo eufórica, jamás había podido dirigir una campaña de publicidad, iba a ser increíble.
-podrias mantenerlo en secreto hasta al menos pasada la fiesta de mañana?-preguntó Benjamin mirándome directamente a los ojos haciendo que me pusiera nerviosa.
-vale, está bien- musité apartándome de él.
-genial, adiós Madison- dijo despidiéndose, yo salí por la puerta maravillada.
Al bajar donde estaban mis oficinas vi a Alison hablando con Robert, estaba todo repleto de gente.
-Heey Madison- dijo Rob felizmente
-holaa- contesté
-ya veo que has cogido el hábito de llevarle el café al jefazo- dijo Rob
-no había nadie y no quería que se enfadase por no tener su café- contesté haciéndome un café
-chicos, podíamos ir los tres en mi coche, no habrá mucho aparcamiento así que- dijo Alison
-por mi bien Aly- contesté
-vale bien, esa fiesta va a ser un coñazo ya verás- dijo Rob
-segurmente- dije
-va no seáis así, será divertido- dijo Alison tratando de animarnos.
Llegó el día de la fiesta, todos teníamos el día libre para poder prepararnos, la fiesta se celebraba en Briza on the Bay, era un sitio precioso.
Me puse mi vestido burdeos, y me recogí el pelo en una cometa alta, me maquille poco y me puse unos tacones negros.
Alison estaba en la puerta junto con Robert esperando a que subiera al coche.
-sabia que ese vestido te quedaría bien- dijo Alison, yo en reí y entré al coche.
Al llegar a Briza on the Bay, entramos al salón principal en el que estaba lleno de mesas, allí lo vi, al fondo charlando con la gente, allí estaba Benjamin, con un traje negro que le quedaba como un guante. Fue a saludarnos en cuanto nos vió.
-hola chicos, me alegra veros, ahí está vuestra mesa- dijo Benjamin centrándose fijamente en mi, después señaló una mesa al final.
-genial- contestó Robert.
Nos sentamos en una mesa que estaba al lado de la pared, y cenamos una comida que estaba exquisita, Después empezaron a poner música y la gente comenzó a bailar.
-Al fin se anima esto un poco- dije yo
-ya era hora, estaba harto de solo conocer gente pija- dijo Robert
-chicos voy al baño- dije mientras me iba, estaba lleno de gente el baño, me retoqué el maquillaje y salí.
No esperaba verme eso, por lo que me empecé a reír al verlo, eran Alison y Robert besándose en una esquina, los dejé que se besaran tranquilamente, y me fui hacia afuera a tomar el aire.
-que tal White?- preguntó Benjamin detrás de mi
-bastante bien Señor Hall- contesté cuando se puso a mi lado
-Madison por favor tuteame tenemos casi la misma edad.
-nunca había tuteado a un director de una empresa, Benjamin- le contesté, ambos empezamos a reir.
-Madison, nos vamos ya?- dijo Alison detrás nuestra, Benjamin se fue dedicándome una sonrisa.
-te has besado con Rob?!- pregunté a Alison cuando nos quedamos solas.
-si....no se como ha pasado...creo que ha sido el alcohol- dijo Alison poniéndose la mano en la cabeza.
-ha sido muy surrealista veros besandoos- dije entre risas, Aly se unió a mis risas.
-y tu que hacías hablando con el jefe? No te ha quitado ojo desde que hemos llegado está tarde.
-nada....estás insinuando que le gusto o algo así?
-efectivamente
-no, no no, el amor no es para mi- dije yo, nunca había tenido suerte en el amor. Había tenido varios lios, pero no querían nada serio, y yo quería a alguien que quisiera estar conmigo toda la vida.
-chicas estáis aqui- dijo Robert encontrándonos
-bueno pareja os dejo- dije de broma
-mierda lo has visto?- dijo Rob
-y tanto que si- respondí, noté como Rob se avergonzaba del beso, no como Alison.
-no voy a decírselo a nadie, y hacéis buena pareja, iros juntos a casa, ya me pediré un taxi- dije, después me fui hacia dentro del local ya que estábamos todos fuera, no había casi gente, me senté en una silla cercana y me quite los tacones, me dolían los pies.
-que haces aquí Madison? Ya se han ido todos- preguntó Benjamin acercándose
-nada, ya me voy- dije poniéndome en pie, no vi bien y casi me caigo, Benjamin me sujetó para que no me cayera.
-estas bien?- preguntó mirándome directamente a los ojos.
-si, si- respondí cautivada por sus hermosos ojos grises que residían tras aquellas finas gafas negras.
-dejame llevarte a casa...ya no hay taxis a estas horas.
-esta bien.
Entré en su coche era un Cupra formentor gris oscuro. Estuvimos todo el trayecto en silencio, hasta que cuando aparcó en la finca que yo le habia dicho anteriormente.
-es aquí verdad?- preguntó Benjamin mientras paraba el motor.
-si- respondí rápidamente. Benjamin se empezó a acercar a mi y yo a él, de manera involuntaria, estabamos a centímetros, mirándonos los labios de una manera irresistible.
Entonces alguien nos pitó, bajandonos de las nubes a ambos, era un coche que estaba detras nuestra.
-he de irme- dije abriendo la puerta del coche
-buenas noches- contestó Benjamin
-buenas noches- musité antes de bajar del coche.
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𝐒𝐨𝐮𝐭𝐡 𝐁𝐞𝐚𝐜𝐡
Romance«¿Qué somos?Jefe y empleada de día y amantes de noche?» Esa era la pregunta que me hacía todos los días desde que había entrado en esa empresa y había conocido a Benjamin Hall, director de Hall Adversting Company, la empresa de publicidad más grande...
