Al día siguiente me levanté temprano y Benjamin me llevó a la empresa, durante la mañana no pasó gran cosa.
Yo estaba hablando con Alison sobre vestidos de novia cuando unos gritos se escuchaban.
Me acerqué a ver qué ocurrirá y joder, ahí estaba Karen.
-por supuesto que puedo entrar soy accionista de esta empresa!!- decía Karen entre gritos.
-señora, el señor Hall ha prohibido su entrada al edificio- decía una chica cuyo nombre no sabía.
-que ocurre aquí?- pregunté, todos se quedaron en silencio impactantes por mi presencia.
-soy accionista de esta empresa y tengo más derechos que tú para entrar- dijo Karen con cara de asco
Me quedé en silencio, había que practicar la ignorancia ante esos casos.
Me di la vuelta y me dirigí hacia el ascensor.
-oh si, corre hacia tu Benjamin, corre hacia él cobardica- dijo Karen.
Aquello me sentó como una patada, perdí un poco el control, apreté el puño con fuerza, y le metí un puñetazo en toda la nariz.
-pero que haces?!- dijo Karen intentando taponar la herida que sangraba en su nariz.
Todos los presentes se quedaron sorprendidos y empezaron a cuchichear, yo me fuí por el ascensor hacía el despacho de Benjamin.
-que le has pegado un puñetazo?- preguntó Benjamin.
-exactamente, creo que se ha ido a urgencias- le respondí.
Probablemente ese puñetazo me traería muchas consecuencias malas, pero no me arrepientia.
-sabes que te puede poner una denuncia?- dijo Benjamin.
Mierda.
-joder, no había pensado en eso, me he dejado llevar por la rabia.
-no te preocupes, no lo hará, no dejaré que lo haga, además yo también lo hubiera hecho- dijo Benjamin.
Joder, si Karen me denunciaba las cosas iban ir a peor.
Me despedí de Benjamin con un beso y bajé a mi mesa.
-es verdad eso que dicen de que has pegado a Karen?- dijo Alison, joder toda la empresa se había enterado en menos de una hora.
-si, es verdad- respondí
-ojala lo hubiera visto.
-tendrías que haberla visto tapándose la herida- dije entre risas.
Al cabo de una hora, Karen apareció, corrió hacia el despacho de Benjamin, tratando de que la gente no la viera.
-has visto como ha corrido- dijo Alison
-si- le respondí, ambas nos reímos y seguimos mirando vestidos de novia.
Después de media hora decidí ir al despacho de Benjamin, pero al salir del ascensor me encontré una sorpresa desagradable.
-da gracias de que no te denuncio que si no- dijo Karen, llevaba la nariz ventada y roja.
Después de eso me echó una mirada de asco y se marchó.
Entré al despacho de Benjamin.
-no te va a denunciar tranquila- me dijo Benjamin
-ya, me lo acaba de decir- le contesté
-me ha dicho que estará unos días de baja y que vendrá el tal Carl ese a sustituirla y que le busque el mejor despacho del edificio y un monton de tonterías más- me explicó Benjamin, viniendo de esa psicopata me esperaba de todo.
No me hizo mucha gracia el hecho de tener que verle la cara de mi ex todos los días en la empresa de mi novio.
-pero eso no me importa, porque tú y yo vamos a ir a cenar esta noche- me dijo Benjamin.
Joder como me hacía sentir mariposas con solo una frase.
-vale, ¿me visto como en las galas?- le pregunté de broma, Benjamin empezó a reír.
-como vas ahora vas bien- dijo, bueno si él quería que fuese con un top normal y corriente y unos shorts adelante.
-seguro?- le pregunté
-estas guapa pongas lo que te pongas- dijo Benjamin, después se acercó y me acorraló en una pared y comenzamos a besarnos.
Por la tarde fui con Alison a ver vestidos de novia, allí me presentó a Grace, su madre y a Tatiana, la madre de Robert y futura suegra.
Grace era como Alison solo que con en el pelo canoso y varias arrugas.
Y Tatiana no se parecía mucho a Robert pero era una mujer muy agradable.
-y tu no te casas?- preguntó Tatiana mientras Alison se probaba un vestido.
Joder llevábamos ahí menos de un cuarto de hora y ya habían tardado en hacer la preguntita.
-de momento no- respondí, agradecí que Alison saliera del probador con un vestido precioso que le quedaba como un guante.
Casi dos horas después, en las que también fuimos a Brickell City Centre a comprar un vestido de dama de honor, acabamos, estaba agotada pero agradecí salir a cenar con Benjamin esa noche.
Alison me dejó en casa, cuando llegué Benjamin ya estaba ahí, joder eran casi las 9 de la noche.
-vamos a cenar- dijo Benjamin abriéndome la puerta del coche.
-adonde vamos?- le pregunté mientras arrancaba el coche
-ya lo verás- dijo mientras conducía.
Acabamos en uno de los restaurantes más lujosos de Miami.
-y cuéntame porque le has reventado la nariz a Karen está mañana?- preguntó Benjamin riéndose mientras cenábamos.
-me llamó cobardica, digamos que me reto- le expliqué.
-tengo que agradecertelo porque ahora estará unos días sin pasarse por la empresa- dijo Benjamin
-si pero estará Carl- le dije, joder quería olvidar eso, seguía sin comprender porque Carl habia aparecido despues de tanto tiempo.
-no te preocupes, ese tipo no tiene sangre- dijo Benjamin, eso era verdad y que Benjamin se hubiera dado cuenta con verle una vez me sorprendió.
-dejemos de hablar de esa gente, ¿que has pensado para después de cenar?- le dije cambiando el tema.
-tengo que ir a lavar el coche- dijo Benjamin.
¿Enserio?
Íbamos a ir a lavar el coche
¿Qué clase de cita era esa?
-enserio?- le pregunté
-será divertido, confía en mi- dijo Benjamin
-esta bien- contesté.
Al salir del restaurante Benjamin me llevó al lavadero de coches, no había nadie y me parecía normal eran casi las 11 de la noche.
-sigo sin creer que estemos en un lavadero de coches a estas horas- dije mientras Benjamin introducía la moneda en la máquina.
-confia en mi-dijo de nuevo con una gran sonrisa, cogió la manguera y comenzó a echar agua al coche.
No sé qué tenía eso de divertido entonces Benjamin me apuntó con la manguera y me mojo entera.
Así que ahí estaba la diversión...
-vamos es divertido- dijo Benjamin mientras se reía.
-dame esa manguera- le dije quitándole la manguera de la mano.
Le mojé, y me encantó ver sus gafas llenas de diminutas gotitas.
-si que es divertido- le dije mientras me reía.
-dame la manguera quiero probar algo- me dijo.
-te la doy pero no me mojes- le dije dándosela
-ven, no te voy a mojar-dijo Benjamin, le creí, me besó mientras apuntaba al cielo con la manguera y toda el agua goteaba como si fuera lluvia.
Se sentía tan bien.
-me quedaría aquí para siempre- dijo Benjamin.
Joder yo también me quedaría ahí para siempre.
-hagamoslo, quedémonos aquí para siempre- dije antes de volver a besarle.
-en el lavadero de coches?-dijo Benjamin mientras se reía
-es un buen sitio- le respondí en tono irónico.
-sabes? No me importa el lugar-dijo Benjamin.
-a mi tampoco- le respondí mientras le volvía a besar.
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𝐒𝐨𝐮𝐭𝐡 𝐁𝐞𝐚𝐜𝐡
Romance«¿Qué somos?Jefe y empleada de día y amantes de noche?» Esa era la pregunta que me hacía todos los días desde que había entrado en esa empresa y había conocido a Benjamin Hall, director de Hall Adversting Company, la empresa de publicidad más grande...
