•Capítulo 8•

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Tras terminar la cena, salimos al fin de la empresa y me subió en su coche, me sorprendió su casa, estaba en parte sur de South Beach era de un estilo moderno, la fachada era blanca con partes negras y grises, tenía un balcón de cristal, y grandes ventanales.
Me cogió de la mano y entramos dentro, nada más entrar se veían unas escaleras negras, a la izquierda se veía la cocina abierta y un salón. Me llevó afuera por una puerta que había en un ventanal cerca de la cocina, allí había una piscina y unos sofas de exterior.

-dime que quieres hacer?- dijo Benjamin. Entonces recordé lo que había dicho en la empresa "podemos acostarnos, sin hacer nada"

-podiamos acostarnos juntos, sin hacer nada, tal y como habías dicho antes-le contesté.

-entonces vayamos a la cama- dijo Benjamin cogiéndome en brazos, yo comencé a reírme.
Subimos por las escaleras que había visto antes, y a la izquierda había una puerta, tras ella estaba la habitación de Ben, era enorme, la cama estaba en el centro, a la derecha habia un ventanal, y a la izquierda un pequeño escritorio.
Me dejó sobre la cama, se quitó la camiseta y se tumbó, yo me tumbé encima y estuvimos mirando el techo sin decir nada por un buen rato. Yo tenía muchas preguntas, ¿nuestra relación profesional sería como antes tras esta noche?
Al final se lo dije.

-¿seguiremos siendo jefe y empleada mañana?- le pregunté, Benjamin empezó a reirse.

-puedes ser mi novia si quieres- musitó

-claro que quiero, pero no se como reaccionará la gente de la empresa- musité yo, estaríamos en bocas de todo y en todas las revistas.

-podemos mantenerlo en secreto

-eso me parece bien- musité, después Ben volvió a besarme.

Al día siguiente me desperté entre sus brazos, vi que Ben ya estaba despierto por lo que le besé rápidamente.

-buenos dias- musitó Benjamin

-buenos días- susurré yo

-vamos a desayunar- dijo Benjamin levantándose de la cama.
Estuvimos desayunando crepes en el jardín, después íbamos a ir a trabajar, pero me acordé que llevaba la misma ropa y que mi coche seguía en el aparcamiento de la empresa.

-tienes que llevarme a la empresa, tengo que recoger mi coche y pasar por casa- le expliqué a Benjamin antes de salir de su casa.

-vale te dejaré en la empresa para que cojas el coche.

-pero déjame en la calle de atrás así no nos verá nadie.

-cariño son las 7 de la mañana no hay nadie- dijo Benjamin entre risas, me encantó aquel apelativo cariñoso, nunca nadie se había referido así a mí.

-¿que pasa?- preguntó Benjamin volviendo al tono serio.

-nunca nadie me había dicho cariño- musité, Ben comenzó a reírse.

-bueno yo tenía que ser el primero- dijo entre risas.

Nos subimos el coche y hizo lo que le pedí me dejó en la calle de atrás, me despedí de él a pesar que nos íbamos a ver en la empresa, subí a mi coche y me fui a mi piso.

Cambié mi camiseta blanca y mis shorts azules por un top de tirantes gris y unos pantalones cortos negros.
Estábamos a mitades de mayo y hacia un calor infernal, claro que esto era Miami y casi siempre hacia buen tiempo.

En menos de una hora ya estaba en la empresa, me encontré con Alison en la máquina de café.

-hola Madison- dijo Sirviéndose un café

-hola Aly, ¿al final se lo dijiste a rob?- le pregunté.

-si....-respondió, Alison parecía feliz, así que supe que Robert reaccionó bien, pero aún así se lo pregunté.

𝐒𝐨𝐮𝐭𝐡 𝐁𝐞𝐚𝐜𝐡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora