•Capítulo 23•

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No tardamos en volver a casa y acostarnos a dormir.
Al día siguiente fuimos a la empresa bastante pronto, la gente me miraba raro por el puñetazo que le pegué a Karen.
Y por si eso no fuera poco Carl apareció por la puerta.

-asi que le pegaste a Karen eh?- dijo Carl al verme.
Joder no quería hablar con él.

-si- le dije mientras me daba la vuelta.

-Madison no ignores a tu nuevo jefe- dijo Carl, ¿mi nuevo jefe?
Mi único jefe allí era Benjamin.

-no eres mi jefe- le dije.

-te recuerdo que junto a Karen tengo el 40% de las acciones, tú no tienes ninguna- dijo Carl, caminé ignorandole y acabé en el despacho de Benjamin.

-hola cariño- me dijo al entrar, me acerqué y le besé.

-hola- le contesté

-esta noche hay lluvia de estrellas, podriamos ir a verla- dijo Benjamin, me pareció perfecto, iba ser muy romántico.

-genial, nos irá bien desconectar, me encontrado con el pirado de mi exnovio y me ha empezado a decir que es mi jefe- le expliqué a Benjamin ya que él era mi confidente.

-menudo imbécil, no te preocupes por él, los echaré a él y a Karen- me dijo Benjamin, no sé cómo iba a hacer eso y no pensaba preguntarle.

-no te preocupes, los echaré de aqui- me prometió Benjamin al ver cómo seguía sumida en mis pensamientos.

-confío plenamente en ti- le contesté.
Me arrimó contra la pared y sentí sus labios chocando contra los míos con descontrol.
Hasta que Phil entró por la puerta.

-perdon chicos creo interrumpo algo- dijo Phil tapándose los ojos.
Benjamin se separó de mi y soltó una leve carcajada.

-no te preocupes papá, que querías- dijo Benjamin.

-nada solo me pasaba a ver cómo llevas lo de los nuevos inversores- dijo Phil.

-bueno yo me debería de ir- les dije a ambos.

-no Madison por favor, tu eres como la subdirectora de esta empresa, tienes más conocimiento que cualquiera de los paletos que trabaja aqui- dijo Phil.
Nunca me habían considerado subdirectora de una empresa.

-esta bien me quedo- musité
Benjamin me sonrió.

-tenemos que hacer que vendan esas acciones, ya que no podemos echarles de la empresa al ser accionistas- explicó Phil.

-y como pensáis hacer eso?-les pregunté.
Ambos se quedaron en silencio, Alison llamó a la puerta algo alarmada.

-chicos, está la entrada llena de periodistas- dijo Aly.
Benjamin bajó corriendo tras Phil, Aly y yo les seguimos y pude ver la entrada a la empresa llena de periodistas, todos preguntaban lo mismo, "¿es verdad que la empresa está en quiebra?"
Joder ya no estaba en quiebra.
Benjamin se acercó a un micrófono y habló.

-no, la empresa no está en quiebra, si no tenéis más preguntas podéis marcharos- dijo Benjamin.

-esperad- dijo Carl, mierda aún iba a joderlo todo Carl.
Todos el mundo se giró a mirar a Carl.

-esta empresa estaba en quiebra, pero gracias a Karen Davis y a mi, ya no lo está, ambos tenemos el 40% de las acciones de Hall Adversting Company-dijo Carl.
Joder, volveríamos a ser portada otra vez y está vez por la empresa.
Si las miradas matarán, Carl estaría muerto, ya que Benjamin le lanzó una mirada que llevaba bala.

Los periodistas al fin se marcharon, cosa que agradecí y me fuí a comer con Alison la cual no paraba de hablar de la boda y de su embarazo.

-es fuerte pensar que en menos de un año tendré un hijo y estaré casada- decía Alison.
Ni yo me imaginaba casada con Benjamin, pero la vida es imprevisible.

-y Robert como está? Lleva días sin venir-le pregunté

-mejor, pero la gastroenteritis ya sabes cómo es- dijo Alison.

-si...- le respondí.
Un rato después Benjamin vino a recogerme, durante los últimos días ya no íbamos a trabajar por las tardes, despues de estar en la quiebra ya casi ninguna empresa quería firmar con nosotros.

-tengo una sorpresa para ti- dijo mientras conducía hacia casa.

-una sorpresa?- pregunté, me esperaba de todo.

-enseguida lo verás- dijo.
Cuando bajé del coche pude ver la sorpresa, era el mercedes descapotable azul oscuro que habiamos alquilado en Disney.

-es enserio?- pregunté eufórica.

-si, es tu nuevo coche- dijo Benjamin.
Joder me había comprado el coche que tanto me gustaba.

-no tenias porqué comprarmelo- le dije, me sabía mal que se hubiera gastado un montón de dinero en un coche cuando acaban de salvar su empresa de la quiebra.

-te quiero y se lo mucho que te gustaba este coche- dijo Benjamin, se acercó a mi acorralándome contra una de las puertas del mercedes y comenzó a besarme lentamente.

-espera, no vamos a hacerle una aboyadura al coche- dijo Benjamin separándose de mi.

-quiero dar una vuelta con el coche- le dije, la verdad es que me moría por probar mi nuevo mercedes.

-haremos lo que tú quieras-me dijo mientras subía al asiento de copiloto.
Era increíble conducir ese coche y tener a mi lado a Benjamin.

Estuvimos conduciendo por las carreteras de South Beach durante toda la tarde mientras la gente se quedaba mirando nuestro flamante descapotable.

Cuando cayó la noche paramos cerca de South Point Park Pier, no había nadie y era de noche, había lluvia de estrellas tal y como me había dicho Benjamin.
Nos tumbamos en el capó del coche y miramos atentos al cielo.

-he estado pensando en algo- dijo Benjamin.

-en que?- pregunté asombrada, creí que me iba a pedir matrimonio o algo así.

-en que si alguien de los dos tiene que morir antes sería yo-dijo Benjamin.
Que decía?
Porque se había puesto a pensar en la muerte?
Eso no importaba ahora, teníamos toda la vida por delante.

-porque piensas en eso?, tenemos toda la vida por delante.

-porque no podría soportar estar sin ti.

-y yo si que podría? No, no podría- le respondí.
No podía imaginarme una vida sin él, eso no sería vida.
Benjamin me besó bajándome de las nubes.

-olvidate de eso, tenemos mucha vida por delante,y eso no importa ahora- le dije.
Aún teníamos mucho por delante, algún día nos casaríamos y tendríamos hijos.

-tienes razón, ahora concentrémonos en la lluvia de estrellas- dijo Benjamin volviéndome a besar haciendo que sintiera todo tipo de sensaciones.

-vayamos a casa- le dije entre suspiros, joder le deseaba y él a mí también.

-me parece bien- dijo Benjamin ayudándome a bajar del capó del coche.
No se ni cómo conduje tan rápido hacia casa, una vez que llegamos fuimos directos a la cama.
Benjamin continuó besándome como lo estaba haciendo antes, después de quitó la camiseta y la tiró a un lado de la cama.
Se sentó en la cama y me colocó encima y continuamos besándonos, poco después me quitó la camiseta y nos dejamos llevar por la lujuria.

𝐒𝐨𝐮𝐭𝐡 𝐁𝐞𝐚𝐜𝐡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora