Capitulo 1

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Betty se acercó en silencio al sofá donde Armando dormía, exhausto. Su rostro pálido y ojeroso mostraba el peso de sus errores. Al verlo, Betty sintió un golpe de realidad y se alejó instintivamente. La voz de Armando la detuvo.

- Betty... - murmuró, abriendo los ojos con dificultad.

Betty se armó de valor y se acercó a él.

- Doctor Mendoza, esto no es su oficina. Por favor, váyase - dijo, señalando el desorden que lo rodeaba.

Armando se levantó, despeinado y confundido.

- Lo siento, Betty. Por favor, escúcheme... - empezó a decir, pero ella lo interrumpió.

- No quiero escuchar, Doctor. Solo quiero que se vaya.

Armando se rindió y se dirigió a la puerta, pero se detuvo.

- Por favor, Betty, necesito hablar con usted. Sé que me equivoqué...

- Entre nosotros, todo está claro. Ya lo perdoné. Ahora solo necesito concentrarme en sacar la empresa adelante y marcharme de aquí - dijo Betty, cortando su intento de explicación.

Armando asintió, derrotado, y se fue. Betty suspiró y se sumergió en sus papeles, tratando de calmar su corazón acelerado. La voz de Armando aún resonaba en su mente.

Tan concentrada estaba en concentrarse en los números que no escuchó cuando Aura María pronunció su nombre. Por lo que la asistente tuvo que acercarse, al sentir unos dedos tamborilear en su hombro, Betty tuvo un sobresalto.

- Betty, qué pena con usted mija- se disculpó Aura María.- Llamaron del Banco de Montreal, quieren saber cuándo se hará el último giro. Pidieron por usted.
- Está bien, Aura María.- dijo Betty acomodándose los lentes y volviendo a los papeles.- Llamelos y páseme la llamada.

La asistente vocalizó una afirmación y salió por la puerta. Se había concentrado tanto que ya habían llegado las asistentes. Debía hacer algo para que Armando Mendoza no le afecte.

{.....}

Así pasó la mañana en su trabajo. Todo fue entre auspiciantes, clientes, bancos y don Hugo. El diseñador estrella, súper bombi re bombis, que la sacaba de quicio con sus infaltables insultos y sus largas excusas de por qué no le agradaba la idea de diseñar para, en sus palabras, 'mujeres comunes y feas'. Abandonó el taller con el pedido de Inesita que se mantuviera tranquila y serena, y con la cabeza quebrándose en muchos pedazos.

- Sofía. Pida que traigan un analgésico y agua para mí, por favor. - ordenó a la asistente de su amigo mientras cruzaba la puerta de la oficina del vicepresidente financiero.
- ¡Betty!- saludó el economista guardando un portaretrato en el último cajón del escritorio.- ¿Almuerzo?
- No Nicolás - contestó ella con su risa característica.- Vengo por los informes bancarios.
- Claro.- Nicolás notó el cambio en su amiga. Al parecer, no había tenido buena noche, y algo la estaba inquietando bastante. Así que se limitó a hacer el papel que le tocaba. - Betty, la invito a almorzar. ¿Qué dice?
- Ya dije que no.- dijo ella volviendo a reír. - Estoy tapada de papeles y reuniones.
- Pedimos que nos la lleven a la sala de juntas y de paso la ayudo. Vamos. - dijo él empezando a convencerla.

Betty lo pensó cinco segundos y aceptó. Hacía tiempo no compartía con su hermano, el que le regaló la vida, así que juntos se acomodaron en la sala de juntas para pasar toda la tarde entre informes, números y llamadas.

{.....}

Los pasillos volvían a quedar vacíos. No había ruidos de teclas, ni llamadas ni cuchicheos detrás de la puerta. Sólo quedaba una luz por apagar: la de la oficina de la presidencia.

Beatriz no levantaba la vista del itinerario del lanzamiento. Verdaderamente, Catalina Ángel era una publicista genial. Lo tenía todo bajo control. Era bueno estar rodeada de gente apta y responsable. Tan sumida en los horarios estaba que no sintió cuando alguien entró en su mismo espacio.

- Doctora Pinzón - escuchó de una voz característica y su ánimo se fue al suelo.

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Hola! ¿Cómo va?

Aquí vuelvo con una historia renovada y fresca de mi ship favorito.
Ya había empezado un fanfic de esta pareja pero no tenía un camino fijo de por donde iría. A diferencia de esta en la que si lo tengo.
Han sido un prólogo y un primer capítulo cortos, pero los que siguen se van a ir alargando. Lo prometo.

Quiero aclarar, también, que varios capitulos van a ser dedicados a Armando y Betty, no en plan romántico, sino en plan de mostrar como ella va atravesando su sanación personal. Porque, seamos sinceros, una relación donde está envuelto el corazón, no se olvida de la noche a la mañana.

Por eso, Daniel es el protagonista. Pero va a ir entrando lentamente en el radar de Betty poniendo su mundo de cabeza. Mientras, se encargará de hacer alguno de sus días un suplicio. No por tratarla mal, si no por su sola presencia y soberbia.

Sin más, siempre estoy abierta a sugerencias y consejos.

Gracias por apoyarme en esta nueva historia.

Disfruten de su momento se relax.

Besos a todos. 😘😘😘

Sanar para que haya un NosotrosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora