La presidente de Ecomoda cortó el beso. Su mente racional tomó el control, porque sí, Betty nunca dejaría de pensar y crear escenarios en su cabeza, no era tan fácil. Miró al castaño con un atisbo de duda, que a él no le pasó desapercibido.
- ¿Qué sucede?- preguntó, sacando sus manos de los bolsillos y llevándolas a las caderas de la mujer.
- Nada. Es sólo que...- empezó a decir Beatriz, tratando de acomodar sus ideas- ¿Qué somos?- dijo soltando su agarre del cuello de él.
- ¿Tienes dudas de eso?- habló él, tratando de no sonar brusco.
- No. No lo dudo.- dijo ella apoyando sus manos sobre el pecho de él, para evitar que se notara el temblor que empezaba a tener. - Es sólo que, todo fue tan rápido...
- Te arrepientes.- trató de preguntar Daniel, pero sonando como afirmación.
- ¡No!- contestó Beatriz al instante, haciendo que su voz saliera más aguda de lo normal.
- ¿Entonces?- volvió a preguntar el ojiverde, logrando respirar.
- ¿Qué somos?- dijo ella otra vez- Entiendo el hecho de mantener privado todo esto- dijo con ademanes exagerados, parecidos a los de Nicolás - Pero, mi mente necesita etiquetarnos- finalizó, sabía que él lo entendería, pero costaba decirlo.Daniel lo entendió, ella no era como él. Tenían el mismo nivel intelectual, quizás el de Betty era más alto que el de él. Pero emocionalmente, él era más maduro. Había aprendido a lo largo de los años a controlar y esconder sus emociones. Y, una vez que aclaraba sus sentimientos, ya no había vuelta atrás. No necesitaba más después de eso. En cambio, para Betty todo era una novedad. Recién salía de un mal trago, por haberse cruzado con un hijo de puta. Y le iba a costar más entender y aceptar todo. Iba a ser más difícil para la doctora ver lo que él era capaz de hacer por ella. Porque sólo conocía las bajezas del mal llamado amor y de lo que eran capaces de hacer los hombres con una mujer, con tal de cumplir objetivos. Daniel, sabía que él no había sido una santa paloma, y que, con ella, había sido el peor de los imbéciles. Pero sí sabía que estaba dispuesto a todo. Incluso a etiquetarse con absurdos sobrenombres, creados por la sociedad, con tal de verla feliz.
- Somos pareja.- dijo él uniendo sus frentes y sus miradas- Tú, mi mujer. Yo, tu hombre. Más claro, somos novios, Betty. - finalizó, provocando una mirada iluminada y una hermosa sonrisa en la pelinegra.
Beatriz Aurora volvió a rodear sus manos por el cuello de su hombre, entrelazando sus dedos al cabello castaño claro. El perfume a canela y vainilla que desprendieron, llenó su cuerpo de satisfacción y felicidad. Al mismo tiempo que sus bajos instintos, le pedían a gritos, salir.
Cuando Daniel la iba a besar, puso su dedo índice sobre los labios de él, y lo impidió.
- Esto lo celebramos de otra manera. Aunque, ahora que recuerdo, yo a usted, tengo que castigarlo, doctor Valencia. - dijo ella con una voz seductora y soltándose del agarre de su novio.
- Tortúreme, si quiere, doctora Pinzón - dijo él, quedando completamente con las barreras bajas.Betty lo miró, el hombre frente a ella era Daniel Valencia, la muerte, el mensajero de malas noticias. El accionista más temido de Ecomoda, con quién había tenido batallas épicas en el pasado, y quién la había hecho sentir que no daba la talla. Lo miró, era el mismo físicamente, pero ahora se veía distinto, y seguro se seguiría viendo así. El Daniel Valencia que recordaba, no era el mismo que en ese momento tenía en frente. El hombre que estaba encerrado con ella en esa sala, tenía las barreras bajas, se mostraba entero, decidido y con el amor, y algo más, saliéndole por los poros. Se enamoró de él, sin saberlo. Y se enamoraría más al pasar el tiempo. Porque ese hombre, ese Daniel Valencia, era su novio, su hombre, su pareja, su amante. Y ella se lo demostraría, haciendo algo que nunca había hecho, sabiendo que él lo disfrutaría.
La presidente de Ecomoda, empezó a deslizar su dedo índice hacía abajo,comenzando por el centro del pecho de Daniel, quien la miraba con sus verde olivo oscureciéndose, usando todo su raciocinio para no abalanzarse sobre ella. Había prometido dejarse hacer.
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Sanar para que haya un Nosotros
FanficLa vida trajo A Beatriz Aurora Pinzón Solano de vuelta a Bogotá, de vuelta a Ecomoda. Sumida en una faceta de su vida en la que busca expiar culpas y sanar heridas para seguir adelante, Beatriz se verá dentro de una tormenta de situaciones y emocion...