A pesar de lo planeado, Beatriz quedó al frente de Ecomoda. Decidió delegar responsabilidades, confiaba plenamente en Nicolás, y sabía con seguridad que Marcela no volvería sin buenos resultados.
La ejecutiva de ventas y el vicepresidente financiero, viajaron a Medellín a resolver el problema de la huelga. Y, cómo Betty lo supuso, lo habían hecho a pedir de boca. 'Marcela Valencia es una profesional sensacional', le dijo Nicolás con ojos ilusionados. Esperaba que sus sospechas no fuesen ciertas, pero si lo eran, prefería a Marcela antes que a Patricia Fernández. Y hablando de Roma...
- Hola Daniel- escuchó la voz de Patricia en el pasillo. Melosa y chillona como ella sólo podía modular.- Marce no está, vuelve mañana.
- Patricia - oyó a Daniel. Seco y distante. 'Buen muchacho', pensó Betty.- Aura María, anuncieme.Beatriz había quedado tildada al escuchar la voz de su novio. Así que cuando Aura María lo anunció, le pidió cinco minutos para arreglar el desastre que era su oficina. Llena de papeles y planes de negocio. No sólo estaban con el problema del incendio, sino que también se acercaba la próxima colección. La cabeza de Beatriz estaría a punto de explotar, sino fuera por los mimos que recibía de Daniel todas las noches, dónde la esperaba con la bañera llena y la comida en la mesa. Y, antes de dormir, una sesión intensa de caricias y besos para que se relajara y la venciera el sueño sin problemas.
- Doctora Pinzón - saludó el ojiverde, con una sonrisa de boca cerrada.
- ¿Pasó algo?- preguntó Betty sin rodeos, se le estaban pegando algunas costumbres.
- Muchas cosas- dijo él cerrando y trabando las puertas de presidencia.
- No tuviste suerte.- dijo extendiendo los brazos para recibir al niño que tenía enfrente.
- No entran en razón - contestó él abrazando a su mujer y escondiendo su rostro en el hueco de su cuello. Se había convertido en su lugar favorito. - Siguen diciendo que sólo fue un accidente, que Armando está arrepentido y que tú, Betty, lograrás sortear este problema y sacarlos a flote, como ya los has hecho en otras oportunidades.
- Ya veo.- dijo ella cortando el abrazo y llevando a Daniel a sentarse en su silla detrás del escritorio, y ella se sentó sobre su falda.-Dejalo así, no vale la pena seguir esperando algo que nunca va a llegar. Armando puede destruir el mundo, que ellos siempre van a encontrar algo para excusarlo y protegerlo. No busques golpearlo por ese lado, no va a funcionar.
- No estoy tratando de golpearlo. Estoy tratando de protegerlo. - habló Daniel con su mano en la cadera de Betty y su dedo pulgar haciendo círculos en la zona. El perfume a jazmín del cuerpo femenino, provocaba sensaciones en él.- Si sigue caminando libre, como hasta ahora. Va a terminar muerto en mis manos.
- ¿Tanto lo odias?- preguntó Beatriz queriendo levantarse, pero el agarre de Daniel no lo permitió.
- Lo detesto... Lo detesto y sigue sumando puntos. Aunque con lo que te hizo a tí, es suficiente para...
-¿A qué te refieres?- preguntó Betty logrando pararse. Y con el rostro en confusión y la cabeza a mil.Daniel la miró unos segundos y cayó en cuenta de que él nunca le había dicho lo de la carta de instrucciones. Y, al ver la cara de la presidente, supo que se venía una discusión en la que tendría que velar por su seguridad y la de su relación.
{.....}
- ¿Cómo pudiste?- preguntó Betty, hablando con los dientes apretados.
- No fue mi intención, estaba mirando la foto de tu graduación y ví el cuaderno en el cajón abierto...
- No te da el derecho. Si veo la puerta de un auto abierta, me subo, total...
- Tienes razón - Trató de calmar la situación. Beatriz tenía la respiración agitada, la mano en la frente, mirando el piso y caminando de un lado al otro.
- ¿La leyó el día que estuvimos juntos por primera vez?- preguntó Beatriz frenando en seco y mirándolo a los ojos, con la mirada café oscurecida y titilando.
- Sí - dijo él, luego de unos segundos acercándose lentamente con los brazos extendidos y las manos abiertas. - La leí ese día, eso me hizo darme cuenta de lo que siento por tí...
- Claro.- dijo ella con rabia. - Curiosidad. Sintió curiosidad por la mujer fea, que cayó en las tretas de Armando Mendoza. Supo qué hacer para que me abriera de piernas...- Betty estaba perdida, su cabeza la llenaba de preguntas y suposiciones que le dolían, queriendo arrancarlas.
- Beatriz- vociferó él, sin levantar mucho la voz. El que no estuviese tuteándolo era mala señal. - Así no son las cosas. Fui sincero con usted, sabe lo que nos costó que está relación llegara a buen puerto. ¿Acaso, por una estúpida carta, va a tirar todo por la borda? Piénselo, Betty.
- ¿Qué quiere decir?- preguntó Betty, acercándose y quedando a pocos centímetros de Daniel.- Claro, para usted es fácil decirlo, porque solo lo leyó en la comodidad de su sala. Está fea, lo vivió y, créame cuando le digo que, no se lo deseo ni al diablo. Me asquea el hecho de haber caído otra vez, en las garras de tipos como él. Que no les importa más que su bienestar, sin importar atropellar la estabilidad emocional y mental de quienes usan, para cumplir sus objetivos - las lágrimas caian solas de los ojos de Beatriz, pero su voz estaba intacta y embroncada.
- ¿A qué se refiere con otra vez?- Daniel no quería cerrar la barrera a su alrededor, no quería ponerse la máscara, no. Ella se había vuelto el centro de su universo, no podía levantar sus murallas frente a ella. - ¿Cree que soy como él?
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Sanar para que haya un Nosotros
FanficLa vida trajo A Beatriz Aurora Pinzón Solano de vuelta a Bogotá, de vuelta a Ecomoda. Sumida en una faceta de su vida en la que busca expiar culpas y sanar heridas para seguir adelante, Beatriz se verá dentro de una tormenta de situaciones y emocion...