Sanar para que haya un Nosotros

Capítulo 20

María Beatriz Valencia, alias Beata, se despertó esa mañana con ganas de salir de compras y quitarse el estrés que le produjo el tener que ir a Ecomoda a reemplazar a su hermana. Marcela estaba de viaje en viaje, debido a la colección que estaba a punto de lanzarse. Debía hablar con auspiciantes y sponsors y no tenía fecha de vuelta. Había recurrido a su hermano, para evitar la rutina, pero sin resultados positivos. Así que, había sido enjaulada por la misma. Tedioso.

Siguiendo con su hilo de pensamientos, se levantó de un tirón y, como por arte de magia, o no tanto, el nombre de su hermosa cuñada, cruzó su mente. Sabía que los fines de semana no salía de su apartamento por enfrascarse en una lucha cuerpo a cuerpo con su hermano. Pero, ella haría lo imposible por sacarla a la luz del hermoso día que pintaba, iba a hacer.

Se había quedado a dormir en lo de Daniel, bueno, siempre lo hacía. Su apartamento estaba cerca de Ecomoda, por lo que podía dormir más en las mañanas. Mientras que el de ella estaba siendo ocupado por cajas y cosas, además de que, estaba más lejos y eso la ponía de mal humor.  Más si tenía que ir seguido a la empresa.

Volviendo a los planes que tenía, se dió un baño, se puso un vestido primaveral, como lo merecían los días bonitos que estaban haciendo, agarró una fruta y salió por la puerta. Desayunaría fuera, pero primero, haría lo que más amaba hacer en ese último tiempo. Molestar a los tortolitos.

{.....}

El shopping, esa mañana de sábado, estaba bastante silencioso. Apenas se mezclaban en el aire la música de los alto parlantes de las tiendas. El aroma en el aire, era inconfundiblemente a café. Ese elixir matutino que Betty necesitaba para revivir y renacer. Y, cuando tuvo su taza humeante de café en frente, recordó cómo llegó ahí.

Flashback

- No.- escuchó que decía Daniel en la sala.- Está cansada. Fue una semana difícil, tiene que descansar.
- ¡Vamos, Dani! Déjala ver la luz. Por Dios.- inconfundible voz, era Beata. - Además, ella es mi amiga, y lo fue antes de ser tu novia.
- Mi lugar es más importante que el tuyo- vio decir a Daniel, mientras se agachaba a la altura de su hermana y le tocaba la cabeza con una mano.
- ¿De qué hablan? - preguntó con una sonrisa por el mohín que hacía Beata de brazos cruzados.
- ¡Betty!- gritó la menor de los Valencia safándose de su hermano y yendo a abrazarla.- Vamos de compras, todo el día - finalizó con un ademán exagerado, con ambos brazos.
- Ya le dije que estás cansada , pero no entiende razones- habló Daniel pasando a su lado y dejándole un beso en la frente. - Arreglense ustedes.
- ¡Sí!- Beata iba a usar su táctica especial; con Betty iba a ser cien por ciento eficaz. - Vamos, Betty. Es un lindo día. Además, hace rato que no compartimos juntas. Te has abrojado al ogro, y te estás convirtiendo en Fiona.

Beatriz rió por la comparación que le hicieron a la relación con su novio. Y, por más cansada que estuviera, debía admitir que era verdad. Hacía mucho tiempo no pasaba momentos con sus amigos y, por más que su relación con Daniel era buena y debía ser lo principal, eso no estaba bien. Debían tener una agenda personal propia de vez en cuando, para evitar empalagarse y que empezarán los roces fuertes.

- De acuerdo. Vamos. - le dijo a Beata, indicándole dónde estaba la llave de su auto y pidiéndole que la esperara abajo, así ella tenía tiempo de cambiarse.

Fin del Flashback

- Te diré, querida. Que lo tomó bastante bien. En otro momento de su vida, me hubiese sacado a rastras por la puerta, trabado la cerradura y así...- dijo Beata, llevándose la taza a la boca, no queriendo seguir con el tema. Su hermano era aburrido.
- Es verdad. - decía Betty, riendo a carcajadas. - ¿Qué planes tienes para hoy?
- ¡Uy! Muchos. - exclamó su cuñada, con un brillo en los ojos.