05.

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RINA
|MI EXNOVIA NO ME TRATARÍA ASÍ|

Me levanté al sentir la luz que atravesaba las cortinas, y al mirar alrededor, noté que Vicky no estaba en la habitación. Caminé al baño para darme una ducha rápida, elegí unos shorts y le robé un hoodie a Victoria, negro con un diseño rosa. Mientras bajaba las escaleras, escuché unos ladridos y fruncí el ceño.

—Buenos días, bella durmiente—dijo la voz burlona de Mariana. Le saqué el dedo.

—Fue un viaje muy cansado, necesitaba descansar esta cara hermosa—respondí con sarcasmo.

Sentí algo peludo chocando contra mis pies y no pude evitar soltar un grito y moverme. Mariana solo se rió, y vi al cachorrito peludo con unos ojitos brillantes mirándome.

—Aww, qué cosita más hermosa—dije mientras lo agarraba para acariciarlo—. ¿De quién es?

—Es de Ally—respondió Vicky desde detrás de mí—. ¿Qué haces con mi hoodie favorito?

—¿Qué te importa?—rodé los ojos—. Mi exnovia no me trataría así—. dije refiriéndome a ella del pasado.

Pude escuchar la risa de la platinada mientras no solté al perrito hasta que apareció su dueña.

—Veo que ya conociste a Dobby—dijo Ally, con una sonrisa.

—¿Dobby? Qué nombre tan raro—comenté mientras seguía acariciando al cachorro.

—¿Dobby no era el nombre del perro de tu ex?—preguntó Mauro, y todos voltearon a verlo mal.

—Puñeta, Ally, tú no mejoras—dijo Mari, excusándose.

—Ay, bueno, si Victoria se encontró con su ex, yo también puedo hacerlo—añadió Ally, intentando justificarlo.

—Dobby no es por mi ex, es por el elfo de Harry Potter—explicó Ally con un tono defensivo.

—Vaya, pues Dobby te hizo un buen favor—dije, mientras el perrito movía la cola.

—Sí, al menos alguien en esta casa tiene buen gusto—se rió Ally.

—A ti no te gusta Harry Potter, puñeta, no vengas con esa mierda—dijo Mauro, provocando que me riera.

Solté al cachorro y me lavé las manos antes de acomodarme en el desayunador y tomar una taza de café que Tori me había entregado.

—Tori, ¿me acompañas a la playa? Quiero sacar algunas fotos para mandárselas a mis amigos—dije.

—Claro que sí, baby, dime la hora—respondió la platinada, dándome un beso en la mejilla.

—Solo espero que esta perra no me haya cambiado por otra—se quejó Ally, y solté una carcajada.

—Jamás, mi vida—le aseguré, mientras todos comenzábamos a organizarnos para el día.

Mientras Vicky y yo nos preparábamos para ir a la playa, Ally, Mauro y Jonuel decidieron quedarse en casa para hacer algunos preparativos. Victoria y yo nos subimos al coche, y el trayecto hasta la playa estuvo lleno de recuerdos y risas.

—¿Recuerdas cuando solíamos venir a la playa y a veces nos quedábamos hasta el anochecer?—comenté mientras miraba el paisaje a través de la ventana.

—Cómo olvidarlo—dijo Vic, sonriendo—. La pasábamos increíble, incluso cuando se nos rompía la sombrilla y teníamos que improvisar.

Al llegar a la playa, el sol ya estaba en su punto máximo, iluminando el agua y la arena con una luz dorada. Era el lugar perfecto para sacar fotos.

THE STORY OF US (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora