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RINA
|¿WHO IS SHE?|

Caminaba hacia la habitación de Victoria, pensando en si preferiría sushi o algo diferente para la cena. Al acercarme, escuché su voz a través de la puerta entreabierta. Estaba hablando por teléfono. Su tono era suave, íntimo.

—Sí, linda... Yo también te extraño.

Me detuve en seco. ¿Bebé? Sentí el corazón acelerarse de inmediato. Mis manos, que hasta hace un segundo estaban relajadas, ahora se apretaban en puños a los costados. Me acerqué más a la puerta, tratando de escuchar más, pero antes de que pudiera decidir si entrar o no, toqué suavemente la puerta.

—¿Vic? —pregunté, mi voz apenas audible.

Hubo un segundo de silencio, luego la escuché despedirse rápidamente.

—Te llamo después, ¿ok? —dijo cortando la llamada.

La puerta se abrió enseguida, y Victoria apareció con una sonrisa, pero algo en su rostro me parecía forzado. Me dio un beso rápido, como queriendo distraerme, pero la incomodidad era evidente.

—Hey, baby —me saludó casualmente—. ¿Qué pasa?

—¿Todo bien? —le pregunté, tratando de no sonar suspicaz, pero mi mente seguía repasando esa palabra... linda.

—Sí, claro. ¿Por qué lo preguntas? —dijo rápido, desviando la mirada por un segundo antes de volver a mí.

—Nada, solo que te escuché hablar con alguien —dije, tratando de sonar casual mientras me apoyaba en el marco de la puerta—. ¿Quién era?

—Ah... —rió nerviosa—. Una amiga, nada importante.

Algo en su tono no me convencía, pero decidí no presionarla. Me acerqué un poco más, la agarré de la cintura y la atraje hacia mí.

—Seguro que está todo bien, ¿no? —insistí, buscando en sus ojos alguna señal de lo que realmente estaba pasando.

—Sí, baby, de verdad —dijo, devolviéndome el beso con más intensidad, como si eso fuera suficiente para disipar mis dudas—. ¿Por qué preguntas?

Negué con la cabeza, decidiendo que ya hablaríamos de eso en otro momento. Suspiré y le di una sonrisa.

—Nada, solo venía a preguntarte si querías sushi para cenar o preferías otra cosa.

Victoria soltó una pequeña risa, más aliviada esta vez, y me abrazó. —Sushi está perfecto. Lo que tú quieras, baby.

Me quedé mirándola un momento, aún con una ligera sospecha en el pecho. Acepté el beso que me dio, pero sabía que esa conversación no había terminado. No del todo.

Bajé las escaleras de la casa con una sensación incómoda en el pecho. Victoria había dicho que era solo un amigo, pero escucharla hablarle con ese tono y llamarle "linda" me tenía intranquila. ¿Por qué se despediría tan rápido cuando entré?

Josh ya estaba esperando en la puerta, con las llaves del carro en la mano, listo para ir a buscar la cena. Me miró de reojo cuando me acerqué, notando enseguida que algo andaba mal.

—¿Estás bien, Riri? —preguntó, su tono preocupado.

Me encogí de hombros mientras me subía al auto, tratando de no pensar demasiado en lo que había escuchado.

I don't know... escuché a Vic hablando con alguien por teléfono. Estaba súper cariñosa, le decía "linda" y que también la extrañaba —le solté, frustrada.

Josh levantó una ceja mientras ponía el auto en marcha.

—¿Y sabes quién es?—preguntó, con ese tono que siempre usaba cuando algo no le cuadraba.

—Me dijo que era solo un amigo, pero no sé, Josh. Cortó la llamada rapidito cuando toqué la puerta, como si no quisiera que escuchara más —respondí, mordiéndome el labio.

Josh suspiró, girando hacia mí mientras esperábamos el cambio de luz en el semáforo.

—Eso no suena muy bien, Rina. ¿Le preguntaste algo más o solo eso?

—Le pregunté si todo estaba bien, y me dijo que sí, que era una amiga. Pero su tono... no sé. No parecía ella —admití, cruzando los brazos y mirando por la ventana.

Josh asintió, pensativo.

—Riri, yo no sé. Puede ser que sea nada, pero es raro que actúe así, ¿no crees? O sea, a las "amigas" no les hablas de esa manera.

Me encogí de hombros de nuevo. No podía dejar de pensar en ello.

—Exacto. Y ahora estoy aquí, pensando en si debería creerle o no.

Josh me lanzó una mirada de apoyo mientras conducía.

—Tienes que hablar con ella. No puedes dejar que esto se quede dentro, o te va a comer viva.

Suspiré, sabiendo que tenía razón, pero odiando la idea de enfrentarla.

—Sí, supongo... pero no quería que hoy se convirtiera en un drama.

Josh me sonrió de lado, tratando de aligerar el ambiente.

—Bueno, al menos vamos a tener sushi. Quizá eso te haga sentir mejor.

Sonreí levemente, pero la sensación de incomodidad seguía ahí, como una nube oscura sobre mí.

Josh y yo llegamos con la comida, y cuando estábamos a punto de entrar, notamos a Victoria afuera, dentro de un auto, hablando con una chica que no reconocí. Mi corazón dio un vuelco. Vic estaba sonriendo y parecía completamente concentrada en la conversación.

Who is she? —murmuró Josh, clavando su mirada en ellas.

Me quedé helada, observando cómo la chica en el asiento del copiloto inclinaba la cabeza hacia Vic, sonriendo también. No podía ver bien quién era, pero definitivamente no era una cara familiar. El malestar se instaló en mi pecho. Vic ni siquiera se dio cuenta de que estábamos ahí.

—Vamos a la casa —dije, sacudiendo la cabeza y empezando a caminar hacia la puerta. Josh me siguió en silencio, igual de confundido que yo.

Cuando entramos, Mariana ya estaba en la cocina, sacando platos y preparándose para la cena. Nos unimos como si nada, pero la tensión en el aire era palpable, al menos para mí.

Nos sentamos a la mesa, y mientras empezábamos a comer, no pude aguantar más.

—¿Quién era la chica con la que estabas en el carro? —pregunté, tratando de sonar casual, aunque sabía que no lo estaba logrando del todo.

Victoria levantó la cabeza, algo desconcertada al principio, como si no supiera de qué hablaba.

—¿De qué hablas, baby? —dijo, fingiendo que no entendía.

—Te vimos —intervine rápidamente—. Estabas con una chica en el carro. ¿Quién era?

Josh seguía comiendo en silencio, pero sabía que también estaba atento a la respuesta.

Victoria se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.

—Es solo una amiga, de la que te dije, no es nada —respondió, volviendo su atención a la comida como si eso fuera a cerrar la conversación.

—¿Solo una amiga? —repetí, mi voz traicionando mi incomodidad.

—Sí, Rina, solo una amiga —dijo, esta vez sonriendo y dándome un beso rápido en la frente—. No tienes que preocuparte por nada.

Intenté devolverle la sonrisa, pero por dentro algo seguía sin encajar. No me gustaba cómo se había sentido toda la situación, pero por ahora, decidí no insistir.
















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SE VIENE EL DRAMAAAAAAAA, ¿tienen alguna idea de lo q puede pasar a continuación? bai bai

BESOS, NIX💗

THE STORY OF US (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora