THE STORY OF US (YOUNG MIKO)

034.

RINA
|ESTOY CON MI CHICA|

Bajé las escaleras sintiendo el aroma del café ya preparado. Al entrar en la cocina, encontré a Josh sentado en la mesa, con su laptop abierta y una mirada concentrada mientras movía el mouse. Me acerqué curiosa, sirviéndome una taza.

—¿Qué haces? —pregunté, apoyándome en la encimera mientras daba un sorbo.

Josh, sin apartar los ojos de la pantalla, respondió con su típico tono despreocupado.

—Buscando el regalo perfecto para Bridget —dijo con una ligera sonrisa—. Pero quiero algo que de verdad la sorprenda, tú sabes cómo es ella.

Me acerqué para ver mejor lo que miraba en la pantalla. Tenía abiertas varias pestañas con joyas, bolsos de diseñador, y otras cosas de lujo. Me reí, sabiendo que Josh siempre iba por lo mejor cuando se trataba de regalos.

—¿Qué piensas darle esta vez? —pregunté, alzando una ceja al ver los precios estratosféricos de las cosas que veía.

Josh se encogió de hombros, como si el dinero no fuera un problema en lo absoluto.

—Estaba pensando en un bolso Hermès Birkin. —Me lanzó una sonrisa orgullosa—. Pero para conseguirlo tendría que viajar. Ya sabes que esos bolsos no se consiguen en cualquier lado.

Solté una carcajada, sabiendo que él podía hacer ese tipo de locuras sin problema.

—Acho, loco, ¿vas a viajar solo para comprarle un bolso? —dije, divertida.

—Claro, linda. Bridget merece lo mejor, ¿o no? —dijo mientras hacía clic en una imagen de un Birkin color azul cielo—. Además, nunca está de más una escapadita de lujo.

Estaba por responder cuando Mariana entró a la cocina con una expresión algo confundida.

—¿Han visto a Victoria? —preguntó mientras buscaba algo en la nevera.

Le di un trago a mi café antes de contestar, intentando sonar despreocupada.

—De seguro está con Isis otra vez —respondí, encogiéndome de hombros.

Mariana levantó una ceja, notando el tono en mi voz.

—¿Otra vez? —preguntó, cerrando la puerta de la nevera y cruzándose de brazos—. Oye, pero no te ha cancelado los planes varias veces ya por estar con ella?

Suspiré, tratando de no darle tanta importancia, pero la incomodidad era evidente.

—Sí, pero bueno, qué se le va a hacer —respondí, forzando una sonrisa—. Últimamente parece que todo su tiempo libre es para Isis.

Josh levantó la vista de su laptop y Mariana me miró con esa expresión que me decía que sabía que algo andaba mal.

—Oye, ¿todo bien? —preguntó Josh, notando mi incomodidad.

Me encogí de hombros, no queriendo entrar en detalles.

—Sí, no es nada —mentí, aunque sabía que no les podía engañar tan fácil.

Josh levantó una ceja, no comprándome ni una sola palabra. Siempre ha sido bueno para leerme, y aunque yo trataba de hacerme la indiferente, él sabía perfectamente que algo andaba mal.

—¿Segura? —preguntó, cerrando la laptop y recostándose en la silla—. Porque si quieres, te vienes conmigo a Francia. Podemos escaparnos unos días y relajarnos lejos de todo este revolú.

La propuesta me tomó por sorpresa. Francia. Unos días lejos de la rutina, lejos de Victoria y de todas las dudas que Isis me estaba provocando.

—No sé, Josh... —dudé, mordiéndome el labio mientras procesaba la idea—. No puedo simplemente desaparecer.