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RINA
|LOVE SONG|

Bajé las escaleras arrastrando los pies, el sueño aún pesaba en mis ojos mientras me acercaba a la cocina. Antes de llegar, solté un bostezo grande, queriendo despertarme por completo. Al entrar, me encontré con mis amigos ya reunidos, sentados alrededor de la mesa con el típico alboroto de siempre. Me quité el gorro de mi hoodie, dejando al descubierto mi cabello desordenado por las ondas rebeldes.

—Vaya, princesa, amanecimos bien peinadas —dijo Josh con un sarcasmo tan obvio que rodé los ojos, ni ganas de contestarle.

Mari, siempre tan atenta, me pasó una taza de café negro y yo la agarré como si fuera mi salvación.

—Rina, ese cabello, por Dios... —se quejó Brid, frunciendo el ceño al verme.

Me apoyé en el marco de la puerta y bufé, mirándola sin muchas ganas de seguir la conversación.

—Bueno, marica, si tanto les molesta mis hermosas ondas, no las vean —dije con tono molesto, llevando la taza de café a mis labios.

En ese momento, escuché pasos en las escaleras y, cuando levanté la vista, vi a Vicky bajando. Llevaba puesta una camisa blanca y unos jeans anchos rotos que le quedaban demasiado bien. Me acerqué para saludarla, pero antes de que pudiera decir algo, se acercó, dándome un beso rápido en la mejilla.

—Regreso en un rato —dijo, con una sonrisa fugaz.

—¿A dónde vas? —le pregunté, intentando disimular el malestar que empezaba a subir desde mi estómago.

—Voy a salir con Isis, no tardo —respondió ella sin darle mucha importancia.

Fruncí el ceño en cuanto escuché ese nombre. ¿Salir con Isis? Se suponía que Vicky y yo íbamos a pasar la tarde juntas, tomando fotos como habíamos planeado desde hace días. Y ahora, de repente, se iba. La rabia comenzó a burbujear dentro de mí.

—María Victoria —dijo Mari, su voz sonó seria y firme—, le prometiste a Rina acompañarla a tomar unas fotos hoy.

Vicky se detuvo un segundo, pareciendo recordar, y se llevó una mano a la frente en un gesto exagerado.

—Acho, baby, lo olvidé —dijo, con tono de disculpa—. Es que me quedé hablando con Isis y se me fue el tiempo.

Me crucé de brazos, fingiendo una sonrisa mientras sentía cómo mi estómago se apretaba. No quería mostrar lo molesta que estaba, pero la traición me pesaba en el pecho.

—Don't worry, disfruta. Yo voy sola —dije, tratando de sonar casual, aunque sabía que mi sonrisa no convencía a nadie.

—¿Victoria, le vas a cancelar a Riri? —preguntó Ally, frunciendo el ceño, claramente molesta.

—Baby, otro día, ¿sí? —dijo Vicky, lanzándome una mirada culpable, pero no lo suficiente como para cambiar sus planes.

Asentí, sintiendo cómo mi garganta se cerraba un poco. —Sí, tampoco era tan importante. Yo puedo ir sola sin problema.

Antes de que alguien pudiera decir algo más, agarré una tostada de la mesa y me di la vuelta para salir de la cocina. No quería quedarme ahí a escuchar más excusas ni disculpas vacías. Mientras me alejaba, escuché la voz de Mari retumbar por la casa.

—¡Acho, cabrona, ¿viste cómo eres?! —le reclamó a Vicky a lo lejos, y su tono lo dijo todo.

Pero ya no quise escuchar más. Lo único que sabía era que Vicky prefería pasar el día con Isis, y esa sensación de ser reemplazada comenzaba a apretar fuerte.

THE STORY OF US (YOUNG MIKO) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora